Pretende traspasar antes a algún jugador que deje dinero para fichar un medio centro, entre los que también está Emaná
La marcha de Apoño a un club de los denominados grandes no sería una sorpresa, pues su trayectoria ha sido espectacular la Liga anterior, aunque sus opciones de salir se habían apagado en las últimas semanas. Pero este periódico pudo comprobar ayer que el Valencia ha vuelto a plantearse la opción de contratarlo. Gusta a Unai Emery y su fichaje no sería demasiado costoso para una entidad con grandes problemas económicos y organizativos.
Fuentes cercanas al Valencia reconocieron que Apoño no es la primera opción para reforzar el centro del campo, aunque el paso del tiempo le va colocando muy cerca de los favoritos de la secretaría técnica del club levantino. Emaná seguramente será el mejor colocado en este momento, aunque el fichaje del bético no será nada fácil.
Pero el Valencia no moverá pieza, en ningún caso, hasta que algunos de sus jugadores se marche traspasado. Necesita hacer caja, recaudar algo de dinero para completar su plantilla. Desde el club lo han anunciado así, por lo que será necesario esperar. Es probable que algunas de las operaciones posibles (la salida de Villa o Silva) llegue al final del mercado veraniego. De esta forma, todavía no han existido contactos con el Málaga para comunicar el interés en el futbolista.
Más interesados
Otro de los interesados en hacerse con los servicios de Apoño, el Villarreal, no ha vuelto a dar ningún paso que permita pensar que mantiene los mismos planes que hace unos meses. Es probable que haya descartado al medio centro o que también esté esperando a la fase final del plazo de fichajes.
El malagueño, mientras tanto, trabaja con el resto de sus compañeros, a las órdenes de Juan Ramón Muñiz, completamente ajeno a cualquier cambio de destino. Aunque él sabe que podría llegarle alguna oferta en las próximas semanas. «Mi cabeza está en el Málaga; tengo tres años más de contrato y quiero cumplirlos», manifestó el jugador en una rueda de prensa el jueves pasado.
El malagueño tiene una cláusula de rescisión de seis millones de euros y el club seguramente no rebajará esta cuantía (si lo hace será muy poco). Esta posibilidad, además, abre el abanico de opciones de contrataciones y cesiones para los malaguistas. El Valencia dispone de una plantilla muy amplia, por lo que tendrán que salir varios jugadores cara a la próxima campaña. Pero será necesario esperar para ver qué ocurre en las semanas venideras.
www.diariosur.com
La marcha de Apoño a un club de los denominados grandes no sería una sorpresa, pues su trayectoria ha sido espectacular la Liga anterior, aunque sus opciones de salir se habían apagado en las últimas semanas. Pero este periódico pudo comprobar ayer que el Valencia ha vuelto a plantearse la opción de contratarlo. Gusta a Unai Emery y su fichaje no sería demasiado costoso para una entidad con grandes problemas económicos y organizativos.
Fuentes cercanas al Valencia reconocieron que Apoño no es la primera opción para reforzar el centro del campo, aunque el paso del tiempo le va colocando muy cerca de los favoritos de la secretaría técnica del club levantino. Emaná seguramente será el mejor colocado en este momento, aunque el fichaje del bético no será nada fácil.
Pero el Valencia no moverá pieza, en ningún caso, hasta que algunos de sus jugadores se marche traspasado. Necesita hacer caja, recaudar algo de dinero para completar su plantilla. Desde el club lo han anunciado así, por lo que será necesario esperar. Es probable que algunas de las operaciones posibles (la salida de Villa o Silva) llegue al final del mercado veraniego. De esta forma, todavía no han existido contactos con el Málaga para comunicar el interés en el futbolista.
Más interesados
Otro de los interesados en hacerse con los servicios de Apoño, el Villarreal, no ha vuelto a dar ningún paso que permita pensar que mantiene los mismos planes que hace unos meses. Es probable que haya descartado al medio centro o que también esté esperando a la fase final del plazo de fichajes.
El malagueño, mientras tanto, trabaja con el resto de sus compañeros, a las órdenes de Juan Ramón Muñiz, completamente ajeno a cualquier cambio de destino. Aunque él sabe que podría llegarle alguna oferta en las próximas semanas. «Mi cabeza está en el Málaga; tengo tres años más de contrato y quiero cumplirlos», manifestó el jugador en una rueda de prensa el jueves pasado.
El malagueño tiene una cláusula de rescisión de seis millones de euros y el club seguramente no rebajará esta cuantía (si lo hace será muy poco). Esta posibilidad, además, abre el abanico de opciones de contrataciones y cesiones para los malaguistas. El Valencia dispone de una plantilla muy amplia, por lo que tendrán que salir varios jugadores cara a la próxima campaña. Pero será necesario esperar para ver qué ocurre en las semanas venideras.
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