Xavi Torres, Mtiliga, Munúa y ahora Valdo son las únicas altas del nuevo proyecto. Apenas hay una docena de profesionales en la pretemporada
SÍ
Pedro Luis Alonso
Panorama de crisis, sí. Mercado con pocos movimientos, también. De igual modo se entiende la necesidad del Málaga de andar con pies de plomo a la hora de decidir a quién incorpora, porque no le sobran euros para gastar. Hasta ahí todo normal. Pero ya son varios los equipos que han vuelto de las vacaciones y en ninguno se ha dado la situación vista el lunes en el conjunto de La Rosaleda. A la espera de tres jugadores que han tenido más vacaciones, había casi tantos jugadores profesionales (catorce) como del filial (doce). Del mismo modo, más técnicos y ayudantes (trece) casi que futbolistas para el primer equipo, y ello aun teniendo en cuenta que también estaban tres transferibles (Popo, Fernando y José Juan Luque).
Es cierto que a finales de agosto pueden presentarse mejores oportunidades a partir de descartes, pero el lunes el equipo comienza su ‘stage’ en Benahavís y no sería conveniente hacerlo con media plantilla. La base del conjunto debería estar ya, a falta de dos o tres refuerzos más. Sin embargo, al Málaga le pueden quedar más de siete incorporaciones. El precedente de hace dos veranos con Muñiz, cuando todos los fichajes llegaron para la estadía será difícil de repetir, pero ya se vio el éxito: nueve triunfos para empezar la Liga y el ascenso. A quien madruga Dios ayuda.
No
Antonio Góngora
El concepto de lentitud siempre es subjetivo. Para unos existe, para otros no. ¿Quién tiene la razón? Sólo se pueden analizar los hechos y sus causas. Es cierto que el equipo ahora dispone de poco más de una docena de jugadores, a los que hay que añadir los que no han vuelto y los dos canteranos que posiblemente se mantengan. Aún así la plantilla sigue siendo muy escasa. Pero no podemos olvidar que el club ha sufrido dos problemas importantes que han demorado la planificación.
Por una parte, el de siempre, la falta falta de recursos para cerrar operaciones que se pusieron en marcha en su día y, por otro lado, el retraso en la llegada de Muñiz, que ralentizó las negociaciones que estaba desarrollando la secretaría técnica. A estos dos asuntos hay que añadir que el club entendió en su momento que las mejores opciones estarían al final del mercado veraniego y, además, que la incorporación del nuevo entrenador frenó algunos fichajes, como es el caso de Taarabt. Todo unido ha provocado esta situación: el equipo ha arrancado la pretemporada con media plantilla. Pero este problema se puede considerar relativo, pues lo más importante es acertar con los refuerzos. Una semana más o menos no supone nada.
Los aficionados son conscientes de que en los próximos días llegarán varios hombres, además de Valdo, por lo que las carencias se irán mitigando poco a poco. Por eso la palabra lentitud es siempre subjetiva; hay que esperar. En el club y en el cuerpo técnico están tranquilos; los aficionados deben hacer lo mismo.
SÍ
Pedro Luis Alonso
Panorama de crisis, sí. Mercado con pocos movimientos, también. De igual modo se entiende la necesidad del Málaga de andar con pies de plomo a la hora de decidir a quién incorpora, porque no le sobran euros para gastar. Hasta ahí todo normal. Pero ya son varios los equipos que han vuelto de las vacaciones y en ninguno se ha dado la situación vista el lunes en el conjunto de La Rosaleda. A la espera de tres jugadores que han tenido más vacaciones, había casi tantos jugadores profesionales (catorce) como del filial (doce). Del mismo modo, más técnicos y ayudantes (trece) casi que futbolistas para el primer equipo, y ello aun teniendo en cuenta que también estaban tres transferibles (Popo, Fernando y José Juan Luque).
Es cierto que a finales de agosto pueden presentarse mejores oportunidades a partir de descartes, pero el lunes el equipo comienza su ‘stage’ en Benahavís y no sería conveniente hacerlo con media plantilla. La base del conjunto debería estar ya, a falta de dos o tres refuerzos más. Sin embargo, al Málaga le pueden quedar más de siete incorporaciones. El precedente de hace dos veranos con Muñiz, cuando todos los fichajes llegaron para la estadía será difícil de repetir, pero ya se vio el éxito: nueve triunfos para empezar la Liga y el ascenso. A quien madruga Dios ayuda.
No
Antonio Góngora
El concepto de lentitud siempre es subjetivo. Para unos existe, para otros no. ¿Quién tiene la razón? Sólo se pueden analizar los hechos y sus causas. Es cierto que el equipo ahora dispone de poco más de una docena de jugadores, a los que hay que añadir los que no han vuelto y los dos canteranos que posiblemente se mantengan. Aún así la plantilla sigue siendo muy escasa. Pero no podemos olvidar que el club ha sufrido dos problemas importantes que han demorado la planificación.
Por una parte, el de siempre, la falta falta de recursos para cerrar operaciones que se pusieron en marcha en su día y, por otro lado, el retraso en la llegada de Muñiz, que ralentizó las negociaciones que estaba desarrollando la secretaría técnica. A estos dos asuntos hay que añadir que el club entendió en su momento que las mejores opciones estarían al final del mercado veraniego y, además, que la incorporación del nuevo entrenador frenó algunos fichajes, como es el caso de Taarabt. Todo unido ha provocado esta situación: el equipo ha arrancado la pretemporada con media plantilla. Pero este problema se puede considerar relativo, pues lo más importante es acertar con los refuerzos. Una semana más o menos no supone nada.
Los aficionados son conscientes de que en los próximos días llegarán varios hombres, además de Valdo, por lo que las carencias se irán mitigando poco a poco. Por eso la palabra lentitud es siempre subjetiva; hay que esperar. En el club y en el cuerpo técnico están tranquilos; los aficionados deben hacer lo mismo.