Varios dirigentes del Málaga se desplazaron el viernes hasta la concentración de Benahavís, entre otras cosas, para conversar con Salva. No se trataba de analizar una oferta ni de que exista descontento con el futbolista, ya que se será una de las piezas básicas de la próxima temporada. Sólo buscaban la colaboración del aragonés, al que el club le debe una cantidad importante de dinero, según el contrato firmado hace tres años y retocado durante el proceso concursal de la entidad. La petición estaba encaminada a retrasar el máximo posible el pago de su ficha, lo que daría cierto oxígeno económico a unas arcas que, pese al ascenso, todavía siguen casi vacías. El delantero aceptó.
Salva, de esta forma, vuelve a adaptarse a las circunstancias del club y prorroga los cobros de su ficha, que se harán en tres veces hasta cerrar el último plazo en el mes de diciembre. Este dinero corresponde a las percepciones del futbolista de la pasada campaña, que sufrieron alteraciones tras otro acuerdo anterior.
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Salva, de esta forma, vuelve a adaptarse a las circunstancias del club y prorroga los cobros de su ficha, que se harán en tres veces hasta cerrar el último plazo en el mes de diciembre. Este dinero corresponde a las percepciones del futbolista de la pasada campaña, que sufrieron alteraciones tras otro acuerdo anterior.
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