El Málaga cuenta en la actualidad con 13 jugadores, entre ellos Jesús Gámez y Eliseu, que podrían ser vendidos, y José Juan Luque, al que se le busca salida e el club baraja hacer al menos 10 fichajes, seis en calidad de cedidos y cuatro con la carta de libertad
El próximo entrenador del Málaga, sea Juan Ramón Muñiz, al que se le espera para antes del fin de semana, u otro, tendrá una ardua tarea junto a la dirección deportiva del club blanquiazul, ya que por el momento el equipo sólo dispone de 13 efectivos cuando han transcurrido casi dos semanas del final del campeonato.
Son los casos del portero Arnau, los defensas Jesús Gámez, Manolo, Hélder, Cuadrado y Weligton; los centrocampistas Pere Martí, Miguel Ángel, Apoño, Eliseu, José Juan Luque y Fernando; y el delantero Nabil Baha.
Con el regreso de los siete cedidos a sus respectivos clubes de origen –Nacho, Pablo Barros, Lolo, Duda, Adrián, Albert Luque y Adriano– y el adiós de tres de los cinco que acababan contrato –Goitia, Cheli y Calleja, a la espera de que el nuevo técnico decida si siguen Rossato y Salva–, el Málaga sólo tiene a 13 futbolistas.
Entre estos jugadores, están el portugués Eliseu, con el que sólo se cuenta ´de palabra´, ya que consideran que algún club llegará a Martiricos con los 600.000 euros de su cláusula de rescisión, el sevillano José Juan Luque, al que se le busca una salida –tiene contrato hasta 2010– y Jesús Gámez, la ´joya´ de la cantera, y el principal activo a la hora de hacer caja en caso de oferta en firme –le quieren el Sevilla, el Valencia y el Atlético de Madrid–.
Tampoco es descabellada la salida de Apoño, por el que se han interesado el Valencia y el Villarreal. No obstante, la entidad malaguista confía en recuperar a dos de los cedidos, Duda y Albert Luque, que serían las principales piezas del juego ofensivo.
De esta manera, el Málaga CF deberá hacer un mínimo de diez fichajes para la próxima campaña, aunque la cifra podría llegar a los quince.
La dirección deportiva, a través de su principal responsable, Ricardo Rodríguez y su adjunto, Sandro Sierra, baraja la posibilidad de firmar a seis jugadores en calidad de cedidos –el pasado verano llegaron siete– y de otros cuatro con la carta de libertad en el bolsillo.
El Málaga deberá reforzarse en todas las líneas, desde la portería con la marcha de Iñaki Goitia al Betis, a la delantera –el único integrante fijo es Nabil Baha por el momento–, pasando por la defensa, en la que harán falta un lateral derecho si se vende a Jesús Gámez y un lateral izquierdo, y el centro del campo, donde se suelen hacer más contrataciones.
En la delantera harán falta al menos tres refuerzos más, a la espera de que Albert Luque logre la rescisión de su contrato con el Ajax de Amsterdam y de saber si continuará Salva, mientras que en la línea medular el Málaga debe firmar a uno o dos extremos derechos, a dos mediocentros, a un mediapunta y a uno o dos extremos izquierdos en función de si se quedan o no Duda y Eliseu.
El portero, prioridad. La principal preocupación es encontrar a un portero de garantías para la Primera División tras la salida de Goitia. No obstante, el club confía en Arnau como alternativa, aunque es necesario un integrante más para este puesto, al margen de Guillermo Ubierna, ganador de ´soloporteros.com´, que se ejercitará con el primer equipo.
Las posiciones más ´cojas´, un año más, vuelven a ser las de lateral izquierdo –con Rossato ´en cuarentena´ y al no seguir ni Nacho ni Calleja– y la de extremo derecho tras la marcha de Cheli, que no contó para Antonio Tapia ni, antes, para Juan Ramón Muñiz. El teléfono echará humo durante las próximas semanas en las oficinas de La Rosaleda.
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