Los cambios en la dirección técnica del Málaga parecen evidentes. El club busca un nuevo entrenador porque las opciones de que continúe Antonio Tapia en el banquillo son casi inexistentes. La entidad ha establecido contactos con diferentes técnicos de garantías, aunque no hay ninguna operación cerrada. Lo que sí está claro es que, si finalmente hay cambio en el banquillo, el nuevo preparador llegará solo.
El club no quiere desmantelar su actual organigrama deportivo. El cuerpo técnico cambiará mínimamente, salvo el entrenador. La confianza de la entidad en los integrantes actuales de este equipo de trabajo es máxima, por lo que el nuevo técnico deberá integrarse en el grupo. Esto ocurriría también en el caso probable de que regrese Juan Ramón Muñiz (tiene contrato con el Racing, aunque no se descarta que abandone la entidad cántabra al final de la campaña).
Continuidad
El mayor defensor de esta idea de continuidad es el presidente, Fernando Sanz, que considera que los miembros del cuerpo técnico, igual que la plantilla, están absolutamente comprometidos con el proyecto malaguista, basado en una organización modesta y en una defensa a ultranza de la entidad. Estas premisas las cumplen todos ellos, mientras que no existen las mismas garantías en relación a los que puedan llegar nuevos. Aunque también habrá que contemplar la hipótesis de que alguno de los integrantes del cuerpo técnico quiera marcharse, pero esta variante posiblemente no se dé.
Una de las piezas básicas del actual equipo de entrenadores y preparadores es el ayudante de Tapia, el panameño Dely Valdés. Siempre será una de las alternativas a hacerse cargo del primer equipo. El ex delantero es la principal apuesta del club cara al futuro. Ahora, sin embargo, tiene muy difícil dar el salto al conjunto de Primera, ya que no dispone de la preceptiva licencia y no es seguro que pueda hacerse con ella durante el próximo verano. De ahí que el presidente también tenga en mente la posibilidad de que el panameño pudiera formar un tándem con el director deportivo, Ricardo Rodríguez. Tampoco sería un problema para Muñiz, por ejemplo, contar con Dely como ayudante, pues debe tener buenas referencias del ex delantero malaguista.
Ese podría ser el núcleo de control de la plantilla la próxima temporada. Pero no sería la única pieza clave que se mantendría. También estaría en los futuros proyectos otro de los profesionales más destacados de la entidad, el preparador físico Enrique Ruiz. Se incorporó a esta labor cuando Tapia se hizo cargo del primer equipo en la anterior etapa. Pasó del filial al Málaga y se mantiene desde entonces con un rendimiento sobresaliente. En el caso de que volviera Muñiz, no existiría ningún problema, ya que el asturiano lo conoce perfectamente. Algo similar ocurre con el resto de los componentes, que en todos los casos tienen contrato en vigor cara a la campaña venidera y seguro que seguirán.
La gran incógnita sigue siendo la continuidad de Antonio Tapia. Aunque seguramente se resolverá en pocos días, posiblemente después del partido del sábado contra el Betis. El técnico sigue sin responder a la propuesta del club para renovar, pero las diferencias son tan importantes que las posibilidades de que al final haya un acuerdo son remotas. Lo más probable será que el técnico dirija al Málaga en casa por última vez el sábado por la noche. Y el club sabe que la operación está en un callejón sin salida, lo que ha provocado que la secretaría técnica y Fernando Sanz se pongan en marcha para encontrar al próximo entrenador. Hay varias opciones, pero la más fiable seguramente es la de Muñiz, siempre que el técnico no continúe en el Racing un año más.
Cambios
Lo que sí parece seguro, salvo novedad de última hora, es que el nuevo entrenador deberá romper con el equipo de trabajo que tiene en la actualidad, ya que el Málaga no tendría cabida para más incorporaciones. En el caso de Muñiz, se verá obligado a prescindir de sus actuales ayudantes si quiere regresar al equipo de Martiricos. Esta fórmula de darle continuidad al cuerpo técnico, auxiliares y demás persigue un objetivo claro de consolidación y confianza en un grupo de profesionales (son los casos de Paco Ruiz, Rafael Mondragón o Álvaro Reina).
De ahí que el presidente haya comentado en alguna ocasión que, en el caso de que se marchara Tapia, sus planes se centraban en hacerse con un entrenador que conociera el club o estuviera muy cercano a él. Esta condición ofrece ciertas ventajas a la entidad, que no sorprenderá a recién llegado en ninguno de sus capítulos. En el caso de Muñiz se cumple de una forma especial, ya que dirigió al equipo en la etapa más complicada de su historia reciente. También lo ascendió a Primera con una plantilla muy económica, con un presupuesto situado en la zona media de Segunda. El técnico asturiano sabe cuáles son las virtudes y los defectos de la entidad, aunque hay otros candidatos que también están al día de cómo funciona el Málaga y cómo es su entorno.
http://malagacf.sur.es/noticias/2009-05-21/nuevo-entrenador-llegara-solo-20090521.html