Aún se mantiene como máximo goleador de la plantilla, pero la aportación ofensiva de Baha se ha reducido al mínimo durante la segunda vuelta. El domingo un sector del público lo despidió con pitos cuando fue sustituido por Fernando en el minuto 77. Veinte minutos después, ya en el vestuario y entre la euforia por el triunfo, el francomarroquí recibió el apoyo unánime de sus compañeros y los técnicos.
La pasada temporada Baha vivió una aciaga segunda vuelta. Los problemas físicos impidieron que su cuenta de goles fuera más productiva después de una primera fase espectacular. Sin embargo, entonces la sintonía con Antonio Hidalgo dio grandes réditos. Aquella compenetración, surgida de una extraordinaria relación en el vestuario -con sus apodos correspondientes-, hizo que el francomarroquí optara por trabajar para que el catalán aprovechara los huecos debido a que él estaba muy limitado en el disparo a puerta.
La similitud con el ejercicio actual es evidente. Hasta el ecuador Baha figuraba como segundo punta y aprovechaba los movimientos del ariete, Adrián y en algunas ocasiones Luque. Sin embargo, en los tres últimos meses apenas aparece en ataque.
Como medio centro
¿Existen razones tácticas que lo justifiquen? Tapia no lo cree. Sin embargo, desde la grada se observa que el marroquí se desgasta más en la presión y en el repliegue para paliar el bajón de algunos compañeros en este aspecto. Se ve obligado a jugar más atrás -el domingo pasado le cubrió las espaldas varias veces a Duda, uno de los medios centro- y apenas llega a la zona de remate. No es que Baha no marque goles, es que apenas dispone de oportunidades.
El entrenador es uno de los incontables valedores del jugador en el vestuario. «Hay que ser justos con Nabil, porque es un jugador que se parte siempre la cara y nos equilibra mucho en el centro del campo», recuerda. Aun así, Tapia sí admite que es uno de los grandes perjudicados al gozar de menos ocasiones. «Los goles los mete el equipo y lógicamente ahora no generamos tantas ocasiones claras como semanas atrás. Nos falta un poco de frescura en el desborde, en los pases, en los controles, en el uno contra uno... Los rivales ya nos conocen y nos tienen más que estudiados, pero estamos ahí entre otras razones por el trabajo de Nabil», concluye el fuengiroleño.
http://malagacf.sur.es/noticias/2009-05-14/vestuario-arropa-baha-20090514.html