Los cinco días fuera han servido para comprobar los galones de Munúa y Juanito en los momentos en que se necesitaba más carácter
La convivencia de cinco días y medio a caballo entre Villarreal y Zaragoza ha servido para mucho en el seno de la plantilla malaguista. Más allá de que se ha reforzado la cohesión en el grupo y de que se ha disparado el buen ambiente, también ha permitido comprobar que el vestuario cuenta con dos nuevos líderes: Munúa y Juanito. Si Muñiz buscaba en el grupo carácter después de la derrota en casa con el Almería, ya debe de tener claro que el uruguayo y el malagueño han asumido la misión de tirar del carro, secundados por sus compañeros.
La principal preocupación de Muñiz en las últimas fechas era comprobar si la plantilla tenía carácter, un arma fundamental para superar esta dinámica negativa plagada de ansiedad. El Málaga, no es un secreto, no cuenta con excesivos jugadores carismáticos, aquellos que en un momento dado le ponen las pilas a un compañero que está en baja forma o colocan en su sitio al que se ha salido del redil.
El partido del miércoles en Zaragoza dejó dos muestras inequívocas del papel relevante de un par de futbolistas. Como ya se intuía, Juanito está dispuesto a asumir el liderazgo. «Si algo le vimos desde el primer día cuando comenzó a entrenarse con el primer equipo en la etapa de Peiró fue que tenía mucha personalidad», recordaba no hace mucho el ex masajista del Málaga Javier Souvirón en 'Tribuna Sur', en Punto Radio Málaga, sobre él. Sus gestos tras el gol encajado, sus ánimos al joven Iván (especialmente tras el gol local), sus gritos (fácilmente apreciables desde la grada)... El malagueño mostró galones sobre el terreno de juego, igual que lo hace en el vestuario.
Carrera
El otro detalle fue la carrera de Apoño y del resto de sus compañeros tras el tanto del empate. Fue hacia el banquillo, en busca de Munúa. El uruguayo ya estaba de pie delante del vestuario, como si lo esperara. Durante estos días se ha afianzado el papel estelar del guardameta uruguayo, un tipo con carácter y carisma que contagia al grupo. No es nuevo, porque él, pese a su casi permanente ostracismo en el Deportivo, siempre fue una pieza básica en el vestuario. De ahí que a pesar de su grave incidente con Aouate fuera repescado por Miguel Ángel Lotina (recurrió a él la pasada temporada en el Bernabéu) y cuente con el favor de los medios de comunicación en La Coruña.
Y aunque hombres como Arnau, Apoño, Jesús Gámez, Weligton, Luque o Duda también son importantes -y más si cabe en el terreno de juego-, también hay que incidir en un tercer nombre: Fernando. El malagueño no llegó a ser capitán del Betis por casualidad. Bajo ese tono educado en el trato y esa capacidad para abstraerse del fútbol cuando sale del estadio (jamás suele hablar de ello en conversaciones privadas) se esconde un carácter y una personalidad más que notables.
http://malagacf.sur.es/noticias/2009-10-30/nuevos-lideres-vestuario-20091030.html