Juan Ramón Muñiz volvió a La Rosaleda, en esta ocasión como entrenador del club cántabro. El técnico asturiano, aplaudido por el público, conversó con Fernando Sanz y el resto del cuerpo técnico de la entidad blanquiazul
Para el Málaga, que se jugaba los cuartos para entrar en competición europea, el de ayer no era un partido más. Para el Racing, que trataba de certificar la permanencia, tampoco. Pero si alguien encaraba este compromiso de forma especial, ése era Juan Ramón Muñiz.
El asturiano volvía ayer a la Costa del Sol, esta vez en calidad de entrenador del conjunto visitante. Para Muñiz, llegar a Málaga es como volver a casa. Nada más aparecer por las inmediaciones de La Rosaleda, el personal técnico blanquiazul le recibió casi como a uno más.
El técnico racinguista se abrazó con Fernando Sanz. También intercambió impresiones con Valcarce y Sandro, delegado y director deportivo de la entidad respectivamente, que estuvieron a sus órdenes hasta hace sólo unos meses. También saludó a otros miembros del cuerpo técnico como José Carlos Pérez y José Fernández Mochón, doctor y director general del Málaga, que también compartieron el ascenso con él el año pasado.
Aplausos. Muñiz no se olvida de Málaga ni de la afición que el año pasado tenía tras de sí todos los domingos. Y el público también lo recuerda. El hombre que devolvió al Málaga a la elite recibió constantes aplausos de las casi 20.000 almas que ayer se dieron cita en La Rosaleda, y respondió con un saludo general a la grada blanquiazul.
Las palmas que el público dedicó al que fuera su entrenador se convirtieron en una cerrada ovación cuando el ´speaker´ de La Rosaleda pronunciaba su nombre como técnico del Racing.
En el campo, el asturiano siempre ha sido un hombre tranquilo. Ayer siguió fiel a su estilo. De pie, sin apenas moverse en la línea exterior del área técnica y dando instrucciones a sus jugadores desde el primer minuto.
Siempre se ha preocupado más de que su equipo trabaje que del resultado final. Muñiz animó continuamente a sus hombres; aplaudía sus aciertos y no se desesperaba con los fallos.
Finalmente, un penalti a falta de cinco minutos llevó al Racing a la derrota. Muñiz, tras el gol de Luque desde el punto fatídico, trataba de que sus jugadores no perdieran la fe en, al menos, empatar. Sin embargo, no fue posible.
Las puertas del club de Martiricos nunca estarán cerradas para Muñiz, aunque el asturiano asegura que se siente "bien tratado y feliz" en Santander. Sin embargo, el propio técnico reconoció tras el partido que volver a Málaga era "como regresar a casa". "Son muchas caras amigas y siempre te sientes especial". Muñiz no olvida su etapa en la Costa del Sol. La afición tampoco.
http://www.laopiniondemalaga.es/secciones/noticia.jsp?pRef=2009051100_12_257809__Todo-Deporte-casa
Para el Málaga, que se jugaba los cuartos para entrar en competición europea, el de ayer no era un partido más. Para el Racing, que trataba de certificar la permanencia, tampoco. Pero si alguien encaraba este compromiso de forma especial, ése era Juan Ramón Muñiz.
El asturiano volvía ayer a la Costa del Sol, esta vez en calidad de entrenador del conjunto visitante. Para Muñiz, llegar a Málaga es como volver a casa. Nada más aparecer por las inmediaciones de La Rosaleda, el personal técnico blanquiazul le recibió casi como a uno más.
El técnico racinguista se abrazó con Fernando Sanz. También intercambió impresiones con Valcarce y Sandro, delegado y director deportivo de la entidad respectivamente, que estuvieron a sus órdenes hasta hace sólo unos meses. También saludó a otros miembros del cuerpo técnico como José Carlos Pérez y José Fernández Mochón, doctor y director general del Málaga, que también compartieron el ascenso con él el año pasado.
Aplausos. Muñiz no se olvida de Málaga ni de la afición que el año pasado tenía tras de sí todos los domingos. Y el público también lo recuerda. El hombre que devolvió al Málaga a la elite recibió constantes aplausos de las casi 20.000 almas que ayer se dieron cita en La Rosaleda, y respondió con un saludo general a la grada blanquiazul.
Las palmas que el público dedicó al que fuera su entrenador se convirtieron en una cerrada ovación cuando el ´speaker´ de La Rosaleda pronunciaba su nombre como técnico del Racing.
En el campo, el asturiano siempre ha sido un hombre tranquilo. Ayer siguió fiel a su estilo. De pie, sin apenas moverse en la línea exterior del área técnica y dando instrucciones a sus jugadores desde el primer minuto.
Siempre se ha preocupado más de que su equipo trabaje que del resultado final. Muñiz animó continuamente a sus hombres; aplaudía sus aciertos y no se desesperaba con los fallos.
Finalmente, un penalti a falta de cinco minutos llevó al Racing a la derrota. Muñiz, tras el gol de Luque desde el punto fatídico, trataba de que sus jugadores no perdieran la fe en, al menos, empatar. Sin embargo, no fue posible.
Las puertas del club de Martiricos nunca estarán cerradas para Muñiz, aunque el asturiano asegura que se siente "bien tratado y feliz" en Santander. Sin embargo, el propio técnico reconoció tras el partido que volver a Málaga era "como regresar a casa". "Son muchas caras amigas y siempre te sientes especial". Muñiz no olvida su etapa en la Costa del Sol. La afición tampoco.
http://www.laopiniondemalaga.es/secciones/noticia.jsp?pRef=2009051100_12_257809__Todo-Deporte-casa