No fueron unos tímidos sílbidos ni los gritos de un par de espontáneos. La grada de El Sardinero entonó ayer la canción que menos gusta a los entrenadores, la del «¡vete ya!».
Quizás no sonase atronadora. De hecho, ni siquiera duró demasiado, pero sirvió para tomar el pulso a la afición, que en sólo una semana se ha olvidado de la alegría del 5-0 al Numancia.
El técnico del Racing, Juan Ramón López Muñiz, ya se ha acostumbrado a aguantar tirones en la temporada que lleva en el Racing. Ha oído pitidos y gritos de ¡fuera! y ha visto pañuelos blancos; ha leído en la prensa, con declaraciones y todo, cómo el club le hacía la cama... y ahí está.
A peor
Ayer, lo que el público vio fue que el Racing dominaba al Valencia en la primera parte, y que sólo restaba conseguir un gol para tumbarlo. Comprobó, atónito, cómo los cambios tácticos ideados por López Muñiz no sólo no mejoraban la situación, sino que hacían posible que un rival con un jugador menos tomase la iniciativa, acorralase al equipo y terminara derrotándolo con justicia.
Las polivalencias y los traslados de demarcación en los jugadores aún no forman parte del menú que les gusta a los aficionados del equipo, más acostumbrados a cambiar delantero por delantero y defensa por defensa. Tampoco ayuda mucho que el míster, harto de que los periodistas critiquen sus decisiones, haya resuelto no compartir sus puntos de vista.
Falta mano izquierda
Del mismo modo que se puede decir que López Muñiz es serio en su trabajo, también hay que reconocer que nunca ha sido muy hábil a la hora de cultivar una buena relación con los aficionados. De hecho, tardó medio año en darse cuenta de que en el Racing la grada 'vota' y que a veces sale más rentable aparcar el orgullo y seguir la corriente que enrocarse.
Quizás todo se deba a que buena parte de los racinguistas sigue cautivada por la campaña gloriosa de Marcelino, y cree que todos sus sucesores están obligados a hacer suyas sus decisiones. Quizás también pese que los experimentos no han dado un gran resultado hasta la fecha. Quizás simplemente se trate de que el descenso está a cuatro puntos.
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