Pañolada para la reflexión
E l presidente Pernía contaba esta misma semana con Juan Ramón López Muñiz para la próxima temporada. No sé si pensará lo mismo después de la rotunda pañolada que el racinguismo dedicó ayer al técnico, en la que participaron todos menos los que ya se habían ido antes maldiciéndolo. Iba a ser un día de apoyo incondicional para catapultar al equipo a la permanencia, pero los aplausos sólo alcanzaron para recibir a lo grande a Seve Ballesteros en su regreso emocionado a los Campos de Sport. Cuando nos sentamos a ver el partido, el Almería de Hugo Sánchez, el equipo más flojo fuera de su estadio, ya lo había ganado con dos regalos de la casa, en el 'día de las madres' de toda la defensa racinguista, según la ingeniosa descripción de Rafa Torre en Punto Radio DM. Tampoco hubo medio campo, ni ataque, ni reacción digna de tal nombre, ni excepciones en la debacle como no fuese la brega improductiva de Tchité, por salvar a alguien. Sólo el triste transcurrir de los minutos, con seis de propina por parte del poco caritativo Ayza Gámez, las palmas con ironía en el calentamiento de Gonçalves, el cabreo de Christian, los silbidos a Moratón, el debut de Uri. y el clamor unánime contra Muñiz.
Pernía dice/decía que al técnico le queda un año de contrato y que ya planifica la próxima campaña. Lo que sugiere el presidente es que el Racing no está para derrochar el dinero pagando a dos entrenadores, al que se vaya y al que venga. Pensará que es mejor tirar con el que hay y cruzar los dedos para acertar con alguno de los fichajes que se puedan hacer con un corto presupuesto y hacer una campaña digna. Bueno, es una teoría; lo peor es que haya que retomar el dilema del banquillo en la quinta jornada de la Liga que viene, quizá con algunos racinguistas menos en las tribunas pero igual de rabiosos. Seguro que Pernía sopesa esta eventualidad; no sé si la contempla el hermético Muñiz, que cuenta desde el principio con muy pocos partidarios en esta plaza. La decisión puede y debe esperar, lo urgente es terminar esta temporada en Primera y con el mayor decoro posible, pero la reflexión es inevitable.
http://racing.eldiariomontanes.es/noticias/2009-05-04/59869-panolada-para-reflexion.html
E l presidente Pernía contaba esta misma semana con Juan Ramón López Muñiz para la próxima temporada. No sé si pensará lo mismo después de la rotunda pañolada que el racinguismo dedicó ayer al técnico, en la que participaron todos menos los que ya se habían ido antes maldiciéndolo. Iba a ser un día de apoyo incondicional para catapultar al equipo a la permanencia, pero los aplausos sólo alcanzaron para recibir a lo grande a Seve Ballesteros en su regreso emocionado a los Campos de Sport. Cuando nos sentamos a ver el partido, el Almería de Hugo Sánchez, el equipo más flojo fuera de su estadio, ya lo había ganado con dos regalos de la casa, en el 'día de las madres' de toda la defensa racinguista, según la ingeniosa descripción de Rafa Torre en Punto Radio DM. Tampoco hubo medio campo, ni ataque, ni reacción digna de tal nombre, ni excepciones en la debacle como no fuese la brega improductiva de Tchité, por salvar a alguien. Sólo el triste transcurrir de los minutos, con seis de propina por parte del poco caritativo Ayza Gámez, las palmas con ironía en el calentamiento de Gonçalves, el cabreo de Christian, los silbidos a Moratón, el debut de Uri. y el clamor unánime contra Muñiz.
Pernía dice/decía que al técnico le queda un año de contrato y que ya planifica la próxima campaña. Lo que sugiere el presidente es que el Racing no está para derrochar el dinero pagando a dos entrenadores, al que se vaya y al que venga. Pensará que es mejor tirar con el que hay y cruzar los dedos para acertar con alguno de los fichajes que se puedan hacer con un corto presupuesto y hacer una campaña digna. Bueno, es una teoría; lo peor es que haya que retomar el dilema del banquillo en la quinta jornada de la Liga que viene, quizá con algunos racinguistas menos en las tribunas pero igual de rabiosos. Seguro que Pernía sopesa esta eventualidad; no sé si la contempla el hermético Muñiz, que cuenta desde el principio con muy pocos partidarios en esta plaza. La decisión puede y debe esperar, lo urgente es terminar esta temporada en Primera y con el mayor decoro posible, pero la reflexión es inevitable.
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