Antonio Iznata Urbano
23/03/1912 Málaga , 13/06/1993+
1'-- mts -- kgs
Internacional: Ninguna
Delantero/Defensa
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xx-xx Pedregalejo
xx-xx Sporting
xx-xx Fortuna
xx-xx Malagueño FC.
xx-xx CD. Malacitano
41-42 C.D. Málaga (2) 12/--
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Le venía el sobrenombre de Chales por su madre llamada Rosalía, pero conocida por Chalía, siendo él el niño de la Chalía que degeneró en Chales, según contó el mismo Juan Cortés, Juancurrón, hace unos treinta años.
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CHALES, MEDIA VIDA DEDICADA AL MALAGA
Treinta y seis años ininterrumpidos de servicio al Málaga, al fútbol malagueño, bien merecen el homenaje de un recuerdo a aquel legendario jugador que se llamó Chales, Antonio Iznata Urbano. Jugó en el Malagueño, en el Malacitano y en el Málaga. Conoció tres etapas diferentes, y en todas ellas prestó valiosa colaboración al fútbol local. Es un auténtico mito en la historia del balompié local, porque lo fue todo y en cuantos puestos se le confiara dió siempre el máximo rendimiento.
Jugador, primero, entrenador después, "rueda de recambio" a la que siempre se acudía cuando las cosas se ponían "duras", y técnico a la par que descubridor de valores. El negoció, años ha, muchas incorporaciones brillantes a nuestro titular. Porque al término de los campeonatos, la directiva le hacía viajar, por el norte, por Cataluña, tratando de detectar hombres que pudieran engrandecer al club al que él había servido siempre con generosidad.
Antonio Iznata Urbano nació en Málaga el 23 de marzo de 1.912. A los dieciséis años, José González Barba le incluyó en la plantilla del Malagueño F.C. Antes había jugado en el Pedregalejo, en el Sporting, con Segura y Baquero, y en el Fortuna, con los hermanos Casero, Gailo, Venancio, Quesada, el de los caramelos, según el propio Chales, en aquel equipo del Padre Miguez.
El ingreso del gran jugador, a la sazón delantero, importó al Malagueño cien pesetas que la directiva de González Barba le dió al padre de Chales, ganándole la pártida al Málaga, que también pretendía ficharlo. Para Chales "bajo cuerda" hubo una recompensa especial: cinco pesetas, que González Barba se comprometió a no decirle al padre del jugador que se las había entegrado.
Debut con dos goles
En la primera temporada con el Malagueño, Chales jugó dos o tres partidos. Su puesto era "propiedad" de Federe Cuberta. Pero su oportunidad, que luego se confirmaría con el pase de los Cuberta al Málaga, se presentó en un encuentro contra la Balompédica Linense, en la temporada 28-29. El Malagueño venció por 5-1 al histórico equipo del Campo de Gibraltar y Chales consiguió dos goles. Pepe Font era su entrenador y la formación en el día del debut de Chales como malagueñista la formaban Angelillo; León, Gamero; Victorio, Aniceto, Ruiz; Butina, Chales, Casero, Ocañita y De la Hoz.
Aquel partido lo jugó Chales en el campo de Cristo de la Epidemia, en el que actuó, hasta que el Malagueño, ascendido, fichó a Vides, Casado y Luna y se fue a los Baños del Carmen. Chales era entonces interior derecha o delantero centro, hombre goleador que daba la cara en el área.
Descubrimiento de un lateral
No tardarían mucho en presentarse las proposiciones. Equipos de más vuelos que el Malagueño le pretendían. Pero Chales tenía sus raíces plantadas en Málaga y no quería abandonarlas.
Antes de la aparición del Malacitano, el entrenador de turno, Baonza, descubrió en Chales un magnífico lateral, encontrándole el puesto en el que jugaría ya siempre. Fue un descubrimiento "forzado". Porque el titular en la zaga, el canario Castillo, se lesionó en un partido contra el Sevilla en la capital de la Giralda, y como todavía no habían cambios, el técnico ordenó el pase de Chales a la zaga. Allí se quedó para siempre. Porque, además, hizo un formidable partido -entonces empezaron los deseos del Sevilla de llevárselo- y el Malagueño empató a uno con los del Nervión.
El Malagueño se convirtió en el Malacitano, Chales continúa en la cobertura del único equipo representativo de la ciudad. Formaba pareja con Gamero, y a la muerte de éste, en el año 33, Chales le relevó en la capitanía, en la que estuvo hasta que fuera dado de baja. Con Pepe Font, Baonza, Travieso, Manzanedo, Valentín, Paco Bru, con todos fue titular, hasta que fuera dado de baja como jugador por acuerdo de directiva del 13 de enero de 1.943. Con él dejaban de pertenecer al plantel de jugadores Segura, Meri y Ramos. Hacía tres años que se había inaugurado La Rosaleda.
Debut como entrenador
En la temporada 44-45, al dimitir Paco Bru, se le confió la dirección del equipo. Chales mejoró su posición clasificatoria considerablemente y se ganó la continuidad como preparador para el año siguiente. En esta temporada, que era la 45-46, el Málaga barrió, proclamándose campeón de campeones y subiendo a Segunda División.
Presidía el equipo Francisco Espejo Nevot, y el titular lo formaban Mendaro, Jimeno, Soler, Paquirrini, García, Bilbao, Casanova, Teo, Macía, Lezama y Emilio. En la fase de grupos, el Málaga precedió en la tabla a Jiennense, Melilla, Larache, Linense, Huelva, Coria, Cádiz, Linares y Algeciras. Fue su primer título de campeón. El segundo de ese ejercicio se consiguió encabezando la fase intermedia, por delante de Jiennense, Cacereño, Toledo, Melilla y Badajoz. Y se llegó a campeón de campeones -tercer título- abriendo la clasificación en la que formaban parte Levante, Baracaldo, Arenas de Zaragoza y Valladolid.
Preciada "rueda de recambio"
Lógico era pensar que Chales continuaría. Así fue, pero en la temporada 46-47 fue sustituido, a pesar de que el equipo contaba con seis positivos, por Campanal (Ricardo Zamora dijo entonces, que el fútbol era el reino de la locura, comentando esta sustitución de Chales).
A partir de entonces, Chales fue una "rueda de recambio" que el C.D. Málaga siempre tuvo dispuesta para sustituir al entrenador de turno cuando las cosas no fueran bien.
Ya para el año 49-50, Chales había acudido a los cursos nacionales, por indicación de Zamora, y obtuvo la titulación. Presentó un trabajo sobre el portero, en el que le asesorara el que había sido el mejor del mundo en los años veinte.
De esa etapa de relevos -durante los ejercicios 47-48 y 48-49, Chales entrenó a la Balompédica Linense- hay que apuntar que siempre que se estrenaba Chales con el Málaga como entrenador sustituto, el titular de La Rosaleda daba una campanada. En el año futbolístico 52-53 reemplazó a Andonegui, y el Málaga, en el primer encuentro de Chales como entrenador derrotó al Atlético de Madrid de Helenio Herrera, en Madrid, por 1-3.
En la temporada 54-55 fue Luis Casas "Pasarín" el entrenador cesado, y Chales, al tomar el relevo, consiguió que el Málaga venciera en Valencia al titular por 0-2. Y finalmente, en la temporada 62-63, reemplazó a Barinaga, y en su primer encuentro como entrenador malaguista, éstos vencieron al Elche en Altabix por 0-2.
Esta fue la última vez en que Chales estuvo al frente del Málaga. Dirigió al Atlético Malagueño durante una decena de temporadas, simultaneando este quehacer con el de segundo malaguista. Y también estuvo un año al frente del Marbella.
En el Málaga, con Balmanya, pasó a ocupar en la temporada 64-65, el puesto de informador. Este fué el último cometido de Antonio Iznata en el Málaga. Ya sus méritos habían sido reconocidos por la Federación Andaluza que en la temporada 1.950-51 le concedió la medalla de oro al Mérito Deportivo, siendo presidente del organismo regional José María Domenech.
Salvo los dos años de la Balona y un corto período -coincidente con el ingreso de su hijo Iznata en el Real Madrid- han sido treinta y seis años los que Antonio Iznata Urbano sirvió al Málaga.
Indudablemente en esa colección de hechos se constata por qué, entre los malaguistas de ayer, Chales tiene que tener un puesto de honor. Ninguno defendió sus colores un período tan amplio. Porque Chales, que vivió ochenta y dos años, matemáticamente hablando dedicó casi media vida al Málaga.
Chales murió muy poco después de que muriera el C.D. Málaga. El Atlético Malagueño, le dedicó un pequeño homenaje, aún en vida, desde la modestia de un equipo que remontaba el vuelo en Tercera División. El Málaga C.F. le debe un homenaje de su talla, quizás en Primera, pero desgraciadamente, sin su presencia.
Una anécdota de Chales
Involuntariamente, aún cuando ello fuera un beneficio del Málaga, Chales se autodestituyó como entrenador del C.D. Málaga en la temporada 1.952-53, campaña que finalizó con el descenso del equipo a Segunda División.
Había sustituido a Andonegui, dirigió al equipo en el estadio del Atlético de Madrid, y al vencer por 3-1 los malaguistas, los colchoneros dimitieron a Helenio Herrera, al que los dirigentes de nuestro titular contrataron, bajo la presidencia de Maro Canivell, como entrenador del Málaga.
Podría decirse que Chales se cavó su propia fosa, pero cuando se le recordaba su reemplazamiento por el entrenador que él había "echado", el técnico malaguista recordaba que "lo más importante había sido el gran triunfo del Málaga en Madrid".
Homenajes
Dos se le rindieron a Chales. Uno primero fue contra el Sevilla, con un resultado nulo en cuanto al beneficio económico del mismo. Y por ello, más tarde se le organizó otro en el que nuestro equipo compitió con el Hércules de Alicante. En aquella oportunidad la afición respondió mejor y el beneficio para el destacado servidor de los intereses del Málaga fue de treinta y dos mil pesetas