Para conocer un poco mejor a Javi Gracia
Mucha es la incertidumbre que está generando la que parece cada vez más cercana llegada de Javi Gracia al puesto de entrenador del Málaga CF. Algunas informaciones recientes apuntan a que ya está en Málaga y podría cerrar su fichaje dentro de pocas horas.
Cierto sector de la afición solo lo valora por su reciente descenso con Osasuna a Segunda, del que si bien es seguro que habrá tenido su cuota de responsabilidad, no se le puede considerar tampoco como el único culpable, ya que no en vano llegó al equipo navarro en la cuarta jornada, en pleno bache de resultados y con una plantilla que se encontró y sobre la que apenas pudo decidir nada. Pese a lo cual se ha mantenido con opciones de permanencia hasta la última jornada.
Pretendo repasar la trayectoria completa de Javi Gracia como entrenador para que todos podamos tener más elementos de juicio a la hora de juzgar al más que posible inquilino de nuestro banquillo.
Como jugador, Gracia comenzó en la cantera de Lezama. Jugó tres temporadas en el Bilbao Athletic, entre 1989 y 1992, todas en la División de Plata, en una época en la que el filial bilbaino era uno de los más fuertes del país. En la campaña 1992-1993 recaló en la UE Lleida, donde firmó un exitoso ejercicio en el que disputó todos los partidos y marcó 13 goles. Su equipo, además, fue campeón y ascendió a Primera División.
Sin embargo, no continuó en el conjunto ilerdense. El Real Valladolid, recién ascendido a Primera, puso sus ojos en él y allí militó durante dos temporadas, superando la treintena de encuentros en cada una de ellas y actuando a muy buen nivel. La Real Sociedad sería su siguiente destino. Estuvo cuatro temporadas, todas en Primera (1995 a 1999), teniendo la oportunidad de disputar la Copa de la UEFA en la última de ellas, jugando tres partidos en los que incluso marcó un gol ante otro rival español, el Atlético de Madrid.
En el verano de 1999 decidió regresar a Segunda para ascender con el Villarreal CF y lo consiguió a la primera, aunque su participación no fue habitual: 24 partidos y tres goles. En el submarino amarillo permanecería otras tres campañas, ya en la elite del fútbol español: fue de más a menos, jugando bastante en la primera y poco y muy poco en las otras dos, respectivamente.
Sus dos últimos años como profesional los desempeñó en Segunda con el Córdoba CF. Se retiró en el verano de 2004.
Su carrera como entrenador comienza en el juvenil del Villarreal, al que dirige una temporada, hasta que se confía en él en marzo de 2007 para reconducir al Pontevedra CF, de Segunda B, en una apuesta que la prensa gallega ya consideró arriesgada por aquel entonces. Sin embargo, dirigió al Pontevedra los diez últimos partidos de liga obteniendo seis victorias, tres empates y una única derrota, y clasificándose para la eliminatoria de ascenso, donde fue eliminado a las primeras de cambio por el Córdoba CF sin haber perdido ninguno de los dos encuentros. El presidente pontevedrés decidió renovarlo para la siguiente campaña.
En esa temporada 2007-2008 terminó segundo al final de la liga regular, pero en la eliminatoria de ascenso volvió a caer a la primera, esta vez frente a la AD Ceuta, que luego tampoco ascendería. Pese a haber sido renovado por un año más, llegó a un acuerdo para marcharse del Pontevedra y fue despedido con excelentes palabras por parte del presidente. De esta campaña cabe destacar también su buen papel en la Copa del Rey, llegándose a medir a un Primera, el Real Zaragoza, y ganándole el partido de ida (1-0) en el Estadio de Pasarón.
En 2008 llega al Cádiz CF, de nuevo en Segunda B, con el único objetivo del ascenso. Se clasifica primero y asciende tras eliminar al Real Unión de Irún y al FC Cartagena. Continúa la siguiente campaña en Segunda, pero tras un inicio titubeante es cesado en la jornada 19, con el conjunto cadista en puestos de descenso. Le sustituiría Víctor Espárrago, que no mejoró sus números y no pudo evitar que la estancia del Cádiz en Segunda fuese solo de un año.
En 2010 volvió a Villarreal para hacerse cargo del filial amarillo, que había subido a Segunda. Con algún que otro altibajo, consecuencia en parte del constante trasiego de jugadores hacia el primer equipo, es cesado a cuatro jornadas del final, con el equipo fuera de todo peligro, clasificado en el puesto 16º, tras una derrota en casa ante el AD Alcorcón. Acabaría la temporada Molina, el exportero del Atlético y de la selección, que salvaría al submarino B.
Gracia decide entonces probar suerte en el extranjero. Acepta una oferta de la Primera División griega para dirigir al Olympiakos Volou, con el que firma en junio de 2011, pero donde apenas permanece un mes, ya que el equipo es descendido a Segunda División por un escándalo de amaños de partidos. Pocos meses después le llega otra propuesta de un Primera griego, el Kerkyra, donde su andadura deportiva es buena (bien clasificado en la liga y con recorrido en la copa) pero en el que permanece solo hasta marzo, cuando dimite por un problema en sus condiciones contractuales.
En su regreso a España firma por el Almería en verano de 2012 con el objetivo de llevarlo a Primera, y lo consigue: estamos hablando ya de la temporada pasada. Decide no seguir y en esta se le ofrece la posibilidad de debutar como entrenador en Primera en Osasuna, el equipo de su Comunidad Autónoma, tras el cese de Mendilíbar en la jornada 4. No logra mantener al equipo con una plantilla en la que no había tenido poder de decisión alguno.
http://futbolpremoderno.blogspot.com.es/2014/05/la-carrera-de-javi-gracia-como.html?m=1
Mucha es la incertidumbre que está generando la que parece cada vez más cercana llegada de Javi Gracia al puesto de entrenador del Málaga CF. Algunas informaciones recientes apuntan a que ya está en Málaga y podría cerrar su fichaje dentro de pocas horas.
Cierto sector de la afición solo lo valora por su reciente descenso con Osasuna a Segunda, del que si bien es seguro que habrá tenido su cuota de responsabilidad, no se le puede considerar tampoco como el único culpable, ya que no en vano llegó al equipo navarro en la cuarta jornada, en pleno bache de resultados y con una plantilla que se encontró y sobre la que apenas pudo decidir nada. Pese a lo cual se ha mantenido con opciones de permanencia hasta la última jornada.
Pretendo repasar la trayectoria completa de Javi Gracia como entrenador para que todos podamos tener más elementos de juicio a la hora de juzgar al más que posible inquilino de nuestro banquillo.
Como jugador, Gracia comenzó en la cantera de Lezama. Jugó tres temporadas en el Bilbao Athletic, entre 1989 y 1992, todas en la División de Plata, en una época en la que el filial bilbaino era uno de los más fuertes del país. En la campaña 1992-1993 recaló en la UE Lleida, donde firmó un exitoso ejercicio en el que disputó todos los partidos y marcó 13 goles. Su equipo, además, fue campeón y ascendió a Primera División.
Sin embargo, no continuó en el conjunto ilerdense. El Real Valladolid, recién ascendido a Primera, puso sus ojos en él y allí militó durante dos temporadas, superando la treintena de encuentros en cada una de ellas y actuando a muy buen nivel. La Real Sociedad sería su siguiente destino. Estuvo cuatro temporadas, todas en Primera (1995 a 1999), teniendo la oportunidad de disputar la Copa de la UEFA en la última de ellas, jugando tres partidos en los que incluso marcó un gol ante otro rival español, el Atlético de Madrid.
En el verano de 1999 decidió regresar a Segunda para ascender con el Villarreal CF y lo consiguió a la primera, aunque su participación no fue habitual: 24 partidos y tres goles. En el submarino amarillo permanecería otras tres campañas, ya en la elite del fútbol español: fue de más a menos, jugando bastante en la primera y poco y muy poco en las otras dos, respectivamente.
Sus dos últimos años como profesional los desempeñó en Segunda con el Córdoba CF. Se retiró en el verano de 2004.
Su carrera como entrenador comienza en el juvenil del Villarreal, al que dirige una temporada, hasta que se confía en él en marzo de 2007 para reconducir al Pontevedra CF, de Segunda B, en una apuesta que la prensa gallega ya consideró arriesgada por aquel entonces. Sin embargo, dirigió al Pontevedra los diez últimos partidos de liga obteniendo seis victorias, tres empates y una única derrota, y clasificándose para la eliminatoria de ascenso, donde fue eliminado a las primeras de cambio por el Córdoba CF sin haber perdido ninguno de los dos encuentros. El presidente pontevedrés decidió renovarlo para la siguiente campaña.
En esa temporada 2007-2008 terminó segundo al final de la liga regular, pero en la eliminatoria de ascenso volvió a caer a la primera, esta vez frente a la AD Ceuta, que luego tampoco ascendería. Pese a haber sido renovado por un año más, llegó a un acuerdo para marcharse del Pontevedra y fue despedido con excelentes palabras por parte del presidente. De esta campaña cabe destacar también su buen papel en la Copa del Rey, llegándose a medir a un Primera, el Real Zaragoza, y ganándole el partido de ida (1-0) en el Estadio de Pasarón.
En 2008 llega al Cádiz CF, de nuevo en Segunda B, con el único objetivo del ascenso. Se clasifica primero y asciende tras eliminar al Real Unión de Irún y al FC Cartagena. Continúa la siguiente campaña en Segunda, pero tras un inicio titubeante es cesado en la jornada 19, con el conjunto cadista en puestos de descenso. Le sustituiría Víctor Espárrago, que no mejoró sus números y no pudo evitar que la estancia del Cádiz en Segunda fuese solo de un año.
En 2010 volvió a Villarreal para hacerse cargo del filial amarillo, que había subido a Segunda. Con algún que otro altibajo, consecuencia en parte del constante trasiego de jugadores hacia el primer equipo, es cesado a cuatro jornadas del final, con el equipo fuera de todo peligro, clasificado en el puesto 16º, tras una derrota en casa ante el AD Alcorcón. Acabaría la temporada Molina, el exportero del Atlético y de la selección, que salvaría al submarino B.
Gracia decide entonces probar suerte en el extranjero. Acepta una oferta de la Primera División griega para dirigir al Olympiakos Volou, con el que firma en junio de 2011, pero donde apenas permanece un mes, ya que el equipo es descendido a Segunda División por un escándalo de amaños de partidos. Pocos meses después le llega otra propuesta de un Primera griego, el Kerkyra, donde su andadura deportiva es buena (bien clasificado en la liga y con recorrido en la copa) pero en el que permanece solo hasta marzo, cuando dimite por un problema en sus condiciones contractuales.
En su regreso a España firma por el Almería en verano de 2012 con el objetivo de llevarlo a Primera, y lo consigue: estamos hablando ya de la temporada pasada. Decide no seguir y en esta se le ofrece la posibilidad de debutar como entrenador en Primera en Osasuna, el equipo de su Comunidad Autónoma, tras el cese de Mendilíbar en la jornada 4. No logra mantener al equipo con una plantilla en la que no había tenido poder de decisión alguno.
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Última edición por Ryuhjin el Lun 26 Mayo 2014 - 17:55, editado 1 vez