El director general tiene tomada la decisión desde que concluyó agosto tras un mes en el que acabó agotado por las distintas negociaciones
La atípica situación vivida en el Málaga durante el verano, con el director general, Vicente Casado, multiplicado en todos los frentes para cerrar altas, bajas y renovaciones, no se repetirá. El dirigente ya dejó entrever la semana pasada la intención de reforzar la estructura técnica, pero su decisión está tomada casi desde el mismo día en que expiró el plazo para fichajes, el 31 de agosto: el club fichará a un director deportivo. Y si nada se tuerce, será a corto plazo.
El Málaga no dejará vacante la plaza de director deportivo. En principio la intención es cubrirla cuanto antes, a ser posible para el mercado de invierno. Tras la renuncia de Mario Armando Husillos una vez concluida la pasada temporada, el club acometió la profunda reestructuración en la plantilla con Casado como cabeza visible apoyado en personas cercanas y en informes ya recopilados sobre determinados jugadores. El director general, cuyas funciones obviamente no se ceñían exclusivamente a la parcela deportiva, sufrió un enorme desgaste durante el mes de agosto.
Nada más concluir el plazo veraniego, Casado asumió que el Málaga necesita contar con un director deportivo y así se lo expuso a los propietarios; en concreto, al vicepresidente ejecutivo, Moayad Shatat. Es cierto que la entidad cuenta con un secretario técnico, Adrián Espárraga -que hasta entonces había ejercido la labor de seguimiento y análisis de los rivales y del rendimiento del propio equipo blanquiazul a las órdenes de Manuel Pellegrini-, pero en principio se descarta que él vaya a ser el recambio de Husillos.
La figura de Espárraga está valorada en el club y se le considera un activo importante. La llegada de un director deportivo no afectaría a sus funciones, porque su papel está más encaminado a ser el responsable de los ojeadores (jefe de 'scouting' es el término que se suele emplear). Sin ir más lejos, en la etapa anterior a Husillos el director general era Antonio Fernández mientras que su segundo, con el cargo de director general adjunto, Miguel Ángel Rondán, era el coordinador de los técnicos que se encargaban del seguimiento del mercado, especialmente del extranjero. Luego, en el día a día, el secretario técnico, Alfonso Serrano, se encargaba de aspectos más internos, coordinaba el filial y también se desplazaba los fines de semana para seguir encuentros, bien de Primera, bien de Segunda.
Semejanza
La nueva estructura se asemejaría en parte a la dispuesta en su día por Fernández con la anuencia del entonces vicepresidente ejecutivo y consejero delegado, Abdullah Ghubn, y de la persona que ejercía funciones de director general, el consejero consultivo José Carlos Pérez. Se pretende que el director deportivo que se incorpore al club tenga una amplia visión del mercado. Esta expresión no engloba únicamente el análisis más o menos profundo de otras ligas. Se le da una enorme relevancia a que tenga los contactos adecuados con representantes, agencias de intermediación o incluso los recién llegados fondos de inversión, muy de moda en la actualidad en el fútbol mundial.
Que el Málaga busca director deportivo es un detalle que se conoce en el mercado desde hace dos o tres semanas y por esa razón no han faltado ya ofrecimientos. Hacia dónde irá el club es de momento una incógnita. En los cursos de la Federación Española de Fútbol han salido hornadas de exfutbolistas con la titulación de director deportivo. Eso sí, la experiencia siempre es un grado y por ese motivo se antoja más probable que el elegido sea una persona con esos contactos en el mundillo de los agentes y, por supuesto, con sus homólogos en otros conjuntos. Y, sobre todo, ya baqueteado en la negociación, porque el primer paso siempre lo da el director deportivo en los contactos más o menos intensos con el futbolista y su agente, aunque luego sean los gestores económicos de la entidad los que avancen en busca del acuerdo definitivo.
Es obvio que el nuevo director deportivo también tendría voz y voto en cuestiones importantes del club. No solo en las altas y bajas. También mantendría un trato cercano con el primer equipo, con su entrenador y con los jugadores, y evidentemente tendría peso en las decisiones, drásticas o no, si se diera el caso. La intención del Málaga es que esa figura se incorpore cuanto antes a su organigrama. No se descarta que se produzca en las próximas semanas para acometer, si finalmente fuese necesario, cambios en la plantilla en el mercado invernal, aunque lo que se busca prioritariamente es trabajar con suficiente antelación.
Rastrear el mercado
La nueva situación del Málaga, que como reconoció Casado vuelve al estatus de club vendedor tras el paso atrás del jeque Abdullah Al-Thani (hace ya 17 meses), obliga a medir mucho los pasos. El club debe rastrear el mercado para buscar las mejores opciones de fichaje y adelantarse a un sinfín de rivales. No se trata solo de encontrar 'mirlos blancos' en Europa o América, sino también controlar a aquellos jugadores de la Liga (en Primera y Segunda) que quedan libres el próximo 1 de julio para tenerlos atados. Hay que trabajar con premura. El director general es consciente de ello. De ahí el interés en que esa incorporación se produzca cuanto antes.
http://malagacf.diariosur.es/noticias/2013-11-13/malaga-cambia-postura-busca-20131113.html