El balón parado, la asignatura pendiente
Tres de los seis goles recibidos por el Málaga CF en lo que va de campeonato liguero han sido por despistes en jugadas de estrategia
Si hay que ponerle algún «pero» al Málaga CF en las siete jornadas que se llevan disputadas en Primera División es la visible fragilidad a la hora de defender las jugadas de estrategia, que hasta ahora le han costado tres goles, el 50% de todos los que ha encajado Willy Caballero y que además han impedido al Málaga sumar puntos.
El inicio liguero del Málaga puede calificarse de bueno, pero podría haber tenido una nota media más alta de no ser por pequeños detalles que en una Liga tan igualada como la española cuestan partidos. Dentro de estos elementos por depurar el Málaga aún tiene pendiente la de defender las jugadas de estrategia del rival, que hasta ahora están llevando de cabeza al bueno de Schuster.
Y es que es en el único aspecto del juego en el que el Málaga está mostrando fragilidad. A la hora de defender en jugada la línea defensiva se está mostrando muy sólida, los centrocampistas presionan a la perfección la salida del balón del rival, los laterales se incorporan con determinación al ataque y marcan a su par a la perfección, los hombres encargados de la creación de fútbol se asocian y encuentran a los delanteros con claridad y estos, de momento están viendo puerta con facilidad.
Por ello, el viernes, tras perder tres puntos que el Málaga tenía en el bolsillo por culpa de su mal hacer a la hora de defender en estático, Schuster y varios jugadores de la primera plantilla hicieron autocrítica. «El balón parado fue nuestro talón de Aquiles. Tuvimos falta de atención en los marcajes, parecía la única manera de encajar, pero ya en la primera parte los centros fueron muy peligrosos, los córners también. Ahí no hemos estado atentos y lo hemos pagado», dijo el alemán en rueda de prensa.
Por su parte, Roque Santa Cruz e Ignacio Camacho también entonaron el mea culpa: «Se nos complicó el partido a pelota parada. Eso no es bueno, hay que repasarlo porque no puede volver a pasar», dijo el paraguayo. « Los goles han sido dos jugadas a balón parado, hay que mejorar a balón parado. Ya habíamos encajado un gol y no se puede repetir porque somos profesionales», sentenció el centrocampista maño.
La fragilidad malaguista a la hora de defender la estrategia rival no sólo se ha visto reflejada en los tres goles encajados –Ricardo Costa, del Valencia y Javi Guerra y Osorio, del Valladolid–. Cada vez que hay un córner o una falta lateral en contra del conjunto blanquiazul las dudas asaltan al equipo. Además, Willy Caballero parece no tener la confianza de antaño en los balones aéreos, lo que se ha visto reflejado en los primeros partidos en los que ha salido de la línea de gol con muchas dudas o directamente ha preferido quedarse bajo palos.
Tres de los seis goles recibidos por el Málaga CF en lo que va de campeonato liguero han sido por despistes en jugadas de estrategia
Si hay que ponerle algún «pero» al Málaga CF en las siete jornadas que se llevan disputadas en Primera División es la visible fragilidad a la hora de defender las jugadas de estrategia, que hasta ahora le han costado tres goles, el 50% de todos los que ha encajado Willy Caballero y que además han impedido al Málaga sumar puntos.
El inicio liguero del Málaga puede calificarse de bueno, pero podría haber tenido una nota media más alta de no ser por pequeños detalles que en una Liga tan igualada como la española cuestan partidos. Dentro de estos elementos por depurar el Málaga aún tiene pendiente la de defender las jugadas de estrategia del rival, que hasta ahora están llevando de cabeza al bueno de Schuster.
Y es que es en el único aspecto del juego en el que el Málaga está mostrando fragilidad. A la hora de defender en jugada la línea defensiva se está mostrando muy sólida, los centrocampistas presionan a la perfección la salida del balón del rival, los laterales se incorporan con determinación al ataque y marcan a su par a la perfección, los hombres encargados de la creación de fútbol se asocian y encuentran a los delanteros con claridad y estos, de momento están viendo puerta con facilidad.
Por ello, el viernes, tras perder tres puntos que el Málaga tenía en el bolsillo por culpa de su mal hacer a la hora de defender en estático, Schuster y varios jugadores de la primera plantilla hicieron autocrítica. «El balón parado fue nuestro talón de Aquiles. Tuvimos falta de atención en los marcajes, parecía la única manera de encajar, pero ya en la primera parte los centros fueron muy peligrosos, los córners también. Ahí no hemos estado atentos y lo hemos pagado», dijo el alemán en rueda de prensa.
Por su parte, Roque Santa Cruz e Ignacio Camacho también entonaron el mea culpa: «Se nos complicó el partido a pelota parada. Eso no es bueno, hay que repasarlo porque no puede volver a pasar», dijo el paraguayo. « Los goles han sido dos jugadas a balón parado, hay que mejorar a balón parado. Ya habíamos encajado un gol y no se puede repetir porque somos profesionales», sentenció el centrocampista maño.
La fragilidad malaguista a la hora de defender la estrategia rival no sólo se ha visto reflejada en los tres goles encajados –Ricardo Costa, del Valencia y Javi Guerra y Osorio, del Valladolid–. Cada vez que hay un córner o una falta lateral en contra del conjunto blanquiazul las dudas asaltan al equipo. Además, Willy Caballero parece no tener la confianza de antaño en los balones aéreos, lo que se ha visto reflejado en los primeros partidos en los que ha salido de la línea de gol con muchas dudas o directamente ha preferido quedarse bajo palos.