La cortedad de la plantilla inquieta más que el físico
Las líneas maestras de la preparación muscular están orientadas a mantener un ritmo lineal, sin picos ni valles · Si llegan lesiones o la economía lo permite, en diciembre se estudiarían refuerzos
La duda está servida en el aficionado. ¿Cuánto durará el físico de un Málaga inmerso en tres competiciones muy exigentes? No es algo que preocupe sobremanera en el grupo de trabajo de Manuel Pellegrini. Estos aseguran tener el plan del año bajo control. Otra cuestión distinta, no ocultada por el técnico públicamente, es la cortedad de la plantilla, que quedaría muy expuesta en caso de las habituales incidencias que se producen a lo largo de la temporada.
La tranquilidad del cuerpo técnico obedece al plan de trabajo físico orquestado por su preparador, José Cabello (el otro, Enrique Ruiz, se dedica a trabajar en la recuperación de lesionados), y coordinado con el Ingeniero. En temporadas de nueve meses como la Liga, los equipos suelen tener una preparación orientada a vivir picos y valles en función de los intereses. Ahí está el caso de Barcelona y Real Madrid, que llevan un ritmo de trabajo enfocado a que a partir de marzo, cuando llegan las rondas finales de la Liga de Campeones, la forma física de sus jugadores sea la más óptima posible, lo cual supone asumir que en alguna fase anterior pueda acusarse algún bajón.
Se puede considerar una planificación diésel. Y entronca con la política de Pellegrini de no hacer rotaciones salvo momentos muy puntuales. El chileno quiere a sus jugadores en un nivel de exigencia muy alto cada encuentro. Considera que la tensión competitiva por ganar es la que mantiene el nivel de rendimiento alto, de ahí esa forma de trabajar.
No obstante, no se oculta en el seno de la parcela deportiva que la plantilla no dispone de los elementos ideales para afrontar las tres competiciones al mejor tono de frescura. Más aún cuando Pellegrini siempre que habla de los objetivos de la temporada no renuncia a nada. Continuará apostando por quedar entre los primeros clasificados, por alcanzar como mínimo los octavos de final de la Champions y hacer un papel digno en la Copa del Rey. No obstante, como en años precedentes (también en Villarreal y Madrid), en esta última competición se abre un escenario para dosificar a los puntales y dar minutos a los menos habituales. Casi está garantizado que lo hará en la primera ronda en que entre en liza. Al ser equipo europeo, participará desde dieciseisavos, en torno a las navidades, y con un sorteo dirigido que le enfrentará con alguno de los supervivientes de Segunda o categorías inferiores.
Pero ese es el contexto ideal. Nadie quiere imaginarse que llegue alguna lesión importante. Sobre todo en Demichelis y Weligton, ya que el de central es el puesto más cogido con alfileres. Se mira de reojo el mercado de invierno, siempre con las reservas que indica la maltrecha economía blanquiazul. Cerca de diciembre habrá una cumbre técnica para valorar qué hay que hacer para el futuro.
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