La implantación de los sistemas de medición AmiscoPro y Mediacoach suele tener como principal función disponer de un control exhaustivo del nivel físico de cada jugador. El Málaga, lógicamente, no es una excepción. Estos dos programas, que constituyen un valioso pilar para el trabajo de un cuerpo técnico, es el complemento idóneo a los pulsómetros y otro tipo de herramientos utilizadas en el día a día para calibrar la intensidad de cada jugador en las diferentes sesiones preparatorias.

En el caso concreto del Málaga, Manuel Pellegrini y su grupo de trabajo (Rubén Cousillas y José Cabello) pudieron tener desde su llegada a La Rosaleda una clara percepción del estado físico de cada jugador gracias a los dos sistemas de medición adquiridos por el club a comienzos de la temporada. Se desconoce hasta qué punto tuvieron influencia en la relación de descartados durante el pasado mercado invernal, aunque presumiblemente los pulsómetros sí mostraron a las claras qué futbolistas no estaban al mínimo nivel exigible.

La sucesión de resultados adversos en los últimos minutos provocó en ciertos sectores del entorno las dudas sobre el estado físico del equipo en líneas generales. Como ha quedado patente primero en Sevilla y, sobre todo, ante el Getafe y el Villarreal -cuando el Málaga rescató sendos puntos en la recta final-, el nivel de los jugadores es el adecuado para este tramo del campeonato. De ahí que al menos en este aspecto reine la tranquilidad en el seno del cuerpo técnico encabezado por el chileno.