Málaga y Sevilla quieren que el duelo de esta tarde lo gane la cordialidad. El partido ha sido declarado de alto riesgo, pero desde un lado y el otro se ha intentado rebajar la tensión extradeportiva

Nunca el duelo entre malaguistas y sevillistas había tenido tanta altura y tampoco nunca iban a dirimir sus diferencias en un ambiente tan cordial y amigable. A diferencia de otros años, dirigentes, entrenadores, jugadores y afición han hecho un llamamiento al civismo y han querido demostrar sobre el terreno las magníficas relaciones de las que hacen gala ambos equipos.
Y es que una cosa no quita la otra. La rivalidad deportiva entre el Málaga y el Sevilla traspasa fronteras, pero ahí debe de quedar, sobre el campo de juego y con los jugadores de uno y otro equipo ofreciendo sus mejores galas.
Así lo entendieron desde muy pronto los presidentes de ambas entidades, que a comienzos de semana ya rompieron una lanza en busca de la tranquilidad. José María del Nido ya tendió la mano: "Málaga es una ciudad hermana con la que tenemos más lazos de unión que desunión. Desgraciadamente, el fútbol nos hace enfrentarnos, pero exclusivamente en el acontecimiento deportivo". Sin embargo, Fernando Sanz no tardó en recoger el guante. "Ante la oportunidad que brinda el fútbol de proyectar la imagen de Málaga al resto de España y el extranjero, debemos hacer gala de la reconocida cordialidad y civismo de los malagueños para que el trato dispensado por la ciudad sea un ejemplo para todos".
Seguridad. Sin embargo, el partido ha sido declarado de alto riesgo. Los antecedentes entre ambas aficiones hace que las fuerzas de seguridad del Estado estén precavidos ante cualquier altercado y la seguridad será máxima.
Desde Sevilla se esperan a unos 1.000 aficionados desplazados. Numerosos autobuses viajarán a la Costa del Sol para presenciar en vivo y en directo el encuentro.
Para prevenir acontecimientos desagradables, Eugenio Lorente, director de seguridad del Málaga, repasó la actualidad blanquiazul. " En estos partidos la seguridad casi se duplica, con 80 ó 90 hombres como mínimo. Contaremos con la presencia del comisario de seguridad ciudadano, además de nuestra guardia privada. Espero que las declaraciones previas al partido del presidente nuestro y del Sevilla sirvan para dar tranquilidad. Espero que sea un derbi con, si los hay, mínimos incidentes. Es un partido de alto riesgo y por ello nuestro dispositivo de seguridad casi se duplica", afirmó. Por lo tanto, disfruten y nada más.





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Háganles disfrutar

Simbiosis Las gradas de La Rosaleda, que estarán repletas para el derbi, esperan vivir otra fiesta Chip Con la permanencia amarrada, los jugadores de Tapia quieren seguir elevando su listón de juego

El mensaje es bidireccional. La Rosaleda ha pasado toda la temporada transformando sus vítores y cánticos en la vitalidad que ha dado al equipo sobre el campo una marcha más. El plantel de Tapia ha trenzado un fútbol ilusionante, efectivo y hasta estético que ha mantenido a las gradas enchufadas a las sonrisas durante todo el año. Con la permanencia en el bolsillo, la simbiosis malaguista está más liberada que nunca. Los aficionados se han pasado la semana reclutando entradas y esas camisetas rebajadas que tanto éxito han surtido. La ciudad amanece hoy más blanquiazul que nunca porque oficialmente se ha abierto el turno del disfrute, una constante vital oficiosa durante todo el campeonato.

Y además, ilusiona subir con fuerzas el Tourmalet, máxime cuando el primero de los picos se llama Sevilla. No podía existir una diana mejor en la que el aficionado y el futbolista apunten toda su motivación. Los últimos tiempos han rebajado la tensión política y agresiva de este derbi. Del Nido tiende lazos de comunión desde la otra acera y Fernando Sanz, que aprovecha en préstamo a Duda y Lolo, olvidados en Nervión e insustituibles en Málaga, se aproxima sabedor de que es un aliado potente para seguir creciendo. Pero las ganas de vencer a los de Jiménez siguen más que activas.

Aunque el comportamiento de los aficionados este año está siendo intachable, Martiricos se asemejará hoy más que nunca a esa Bombonera que reclama su himno. Tifos en los principales sectores de animación (Malaka Hinchas, Frente Bokerón, Peña Universitaria) serán el complemento perfecto a un lleno que sólo el escrupuloso respeto a las butacas residuales que siempre quedan evitará que se cuelgue el cartel de no hay billetes. La sensación, una vez más, será de que no caben más almas.

Una marea blanquiazul que se ha desplegado toda la semana como una insaciable sed de fútbol, de ganas de alzar el telón a doce jornadas donde el apriorístico miedo al descenso es ahora un solar en el que sembrar ilusión europea. Tanta ha sido que ni siquiera las importantes bajas la han mermado. Ibán Cuadrado, que había solidificado su relación con Weligton, abre un boquete atrás que, con las reservas de sus últimas ausencias y su sobrepeso, viene a cubrir Helder. Cuentan los que lo han acompañado en los últimos tiempos que le ha servido para subir un escalón en su madurez futbolística. No muchos meses atrás conformaba un muro infranqueable con Weligton. Es justo el remedio ideal para frenar a Kanouté, el goleador espiritual, que maneja una pegada que recuerda a la del joven Anelka (y a la del renacido Anelka) y le ha resuelto más de un atolladero a Jiménez esta temporada.

Lolo ya no estuvo en Getafe y a fe que se notó. Pablo Barros sigue ubicándose en su fútbol y Miguel Ángel acabó pitado en La Rosaleda la última vez que gozó de la titularidad. Es el principal remiendo en el que ha trabajado Tapia, que prioriza la opción de continuar con el brasileño pero no descarta una revolución: Adrián iría a la banda derecha, Eliseu a la izquierda y Nacho echaría un cable a Apoño en el eje.

Sin Duda se pierde la escala de matices, esa que ha levantado partidos moribundos -sin ir más lejos, la semana pasada- y al aficionado no le ha dejado sentarse en su asiento. Su pérdida es compensada con el regreso de Albert Luque, que se lesionó en plena cresta de la ola pero que sigue entrenándose como antes de su esguince de tobillo.

Son los valores a exponer frente a un Sevilla al que sólo le queda el pétalo de la Liga. Parece tan impensable que alcance al Real Madrid como que se despeñe de zona Champions. Las exigencias ya quedan pretéritas; los retos escasean. Un caldo de cultivo propio de los equipos impredecibles.

http://www.malagahoy.es/article/deportes/375058/haganles/disfrutar.html

a por ellos!!!!!!!!