ejandro Delmás | 29/05/2011

De regreso a su pista-talismán, la Philippe Chatrier, una páramo de arena barrido por el viento, Rafael Nadal sólo necesitó 101 minutos para plantarse en octavos. Nadal cedió cuatro juegos al croata Antonio Veic: 6-1, 6-3, 6-0. Curioso: dos de esos cuatro juegos de Veic fueron con Nadal al servicio, segundo set. "He dirigido mejor la bola y disfruto del reto de jugar mejor cada día, pero al principio del segundo set me he liado un pelín", analizó Rafa.

Para detectar la mejora de Nadal bastaba con escuchar el sonido, seco y limpio de sus impactos rítmicos, un craack rotundo como el golpe de un bate de béísbol sobre los tiros cadenciosos de Veic, 227 del mundo, 23 años, ideal como bálsamo de agobios.

En octavos, mañana, Nadal choca con otro croata, el veterano Ivan Ljubicic (32 años), que ayer despachó a Verdasco (con problemas estomacales) en dos horas y 14 minutos: 6-3, 7-6, 6-4. En duelos directos, Nadal aventaja a Ljubicic por un 6-2. Le ha ganado en Mónaco, hace unas semanas, y le apeó de Roland Garros en las semifinales de 2006.

"Rafa ha jugado un gran tenis. Ya es un Nadal distinto del que hubo ante Andújar e Isner. Novak Djokovic ha llegado aquí un poco bajo la piel de Nadal, pero si Rafa sigue así, ya se verá. El tenis y la vida cambian cada día", opina Brad Gilbert, exentrenador de los estadounidenses Agassi y Roddick. Que lo veamos, Mr. Gilbert.

Todo va apuntando a otra final Nadal-Djokovic

Emilio Sánchez Vicario es una voz más que autorizada para hablar de tenis. El día de su 46º cumpleaños, el madrileño atendió la llamada de 'Tie-Break', el programa de tenis de radioMARCA, donde hizo un repaso de Roland Garros, las opciones al título de Nadal y lo que puede deparar el duelo ante Estados Unidos en la Copa Davis...

Usted ha ganado tres títulos en Roland Garros (dos dobles masculinos y un dobles mixto). Un torneo especial para todo español que se precie...
Para los españoles Roland Garros es como nuestra Meca. Jugar bien en este torneo es lo que ansia todo español porque es el Grand Slam por excelencia para todos nosotros. Durante los últimos años hemos tenido un dominio muy grande en este torneo y números 1 como mi hermana (Arantxa Sánchez Vicario), Juan Carlos Ferrero, Carlos Moyá y Rafa Nadal, cuyos números son fuera de lo normal.

Tanto éxito español, ¿cree que molesta al público francés?
El público francés es muy experto y saben mucho de tenis porque son uno de los países en el mundo con mayor número de practicantes. Aparte de que en algún momento se dejen llevar por las emociones y estén cansados de sus vecinos españoles, es un público bastante agradecido. Francia tiene el debe, como le pasa a Reino Unido con Andy Murray y Wimbledon, de encontrar un tenista que consiga ganar en París. Y luego ven que España, que es el mayor productor de jugadores del mundo, ven que triunfan allí y eso les pesa un poco.

Hablando de Nadal, ¿le ve preparado para ganar su sexto Roland Garros?
Un Roland Garros es muy largo. Ha tenido dos derrotas inesperadas ante Djokovic en las finales de Madrid y Roma y quizá por ello tenga alguna duda contra él, pero llega perfectamente preparado a París. Sufrir en los primeros partidos (ante John Isner y Pablo Andújar) no es malo si ganas. Sufrió los dos primeros partidos y el tercero lo ganó con comodidad demostrando que es un serio candidato al título. Creo que a cinco sets y con las condiciones de este torneo, sigue siendo superior al resto de jugadores. Tiene que olvidarse de los enfrentamientos que ha tenido ante Djokovic, hacer su juego y si consigue jugar su tenis durante todo el partido puede ganar a cualquiera.

El serbio está intratable. 41 victorias en 2011 y 43 consecutivas...
Djokovic ha encontrado el estado perfecto para competir. Lleva muchas victorias seguidas y eso le ha ido potenciando y dando esa gasolina de creer en sí mismo. Pero estamos en Roland Garros y cada Grand Slam es una historia diferente. En París ha ganado cuatro partidos, pero aún le quedan tres para llevarse el título. Además, podría medirse a Federer en semifinales. Creo que el suizo es el gran 'tapado' de este torneo porque su juego se adapta perfectamente a las condiciones que se están dando este año.

El otro español que aún está en liza es Ferrer. ¿Le ve con posibilidades de hacer algo grande?
Ferrer es un candidato siempre. Para llegar a una final tiene que ganar seis partidos y hasta la fecha se ha quedado en cuartos de final o semifinales en este tipo de torneos. Le toca ganar las batallas grandes. Tiene que quitarse las barreras psicológicas que ha tenido hasta ahora porque por calidad y juego puede estar ahí.

Le pregunto sobre Verdasco y su colaboración con él. ¿Existe tal relación laboral?
Durante el torneo de Madrid hablamos de la posibilidad de trabajar juntos, pero al final las circunstancias de ambos lo ha hecho imposible y no sé si en un futuro será posible. Para mi Fernando es un jugadorazo que tiene todavía unos cuantos buenos años por delante si consigue hacer del tenis su prioridad, trabajar de verdad en su juego y recuperar el nivel que ha perdido con todas las derrotas que ha sufrido este año:

La última va relacionada con la Copa Davis. España jugará los cuartos de final en Estados Unidos. ¿No le recuerda la eliminatoria a aquella final en Mar del Plata en 2008 donde usted el capitán de la 'Armada'?
Es una eliminatoria diferente porque en aquella ocasión, al ser al final de año, tuvimos más tiempo de preparación que lo que puedan tener ahora. Cuenta que después de Roland Garros, los jugadores tienen que ir a Queen's y luego a Wimbledon y apenas unos días después de la final en Londres tendrían que estar en Texas. Van a ir a ver qué pasa y sin apenas preparación a no ser que caigan muy pronto en Wimbledon. Va a ser complicado rendir bien y jugar a un buen nivel, pero en estas ocasiones la pasión de la competición y el jugar por un país suplen el resto de carencias. En los últimos años España siempre ha tenido un equipo competitivo y yo estoy seguro de que se puede sacar esta eliminatoria hacia delante. ¡Y a España hay que ganarla! Creo que tiene superioridad anímica respecto a Estados Unidos y deben aprovechar esa situación.

ahora mismo está jugando Rafa Nadal

vaya suerte ha tenido djockovic pasara a semifinales sin jugar.

La suerte de los campeones

Tras la derrota de David Ferrer ante Monfils, caliente aún el delirio francés en la Lenglen, Rafael Nadal abordó el asunto, cuando ya era el único español resistente en Roland Garros: "Le he dado un abrazo a Ferrer, porque lo de él sí que es duro, no lo que me pasa mí. Hay que ser realista: no tengo confianza y no estoy jugando a un nivel como para ganar el torneo. Probablemente, por ansiedad. Pero aun así, estoy en cuartos de final. Si gano la próxima ronda, será una victoria crucial, porque estaré en semifinales. Y si lo hago, será porque habré jugado bien. Voy a luchar por ello".

Cuando Nadal decía esto, hacía casi dos horas que había abatido a Ivan Ljubicic, en caso práctico de lo que Brad Gilbert llamaría 'Win Ugly': ganar feo. 7-5, 6-3, 6-3, en 146 minutos de un día como de otoño en París. ¿El otoño de Nadal? La primavera de la ansiedad. Con 3-1 en el primer set y dos bolas para 4-1, Rafa se esfumó mentalmente. Ljubicic casi le arrebata el set: 4-5, 30-30. Nadal rescató la manga, picando piedras sobre el revés del tieso Ljubicic. Y Rafa se elevó al final del segundo set, que tomó en 46 minutos: 6-3. En el tercero, Rafa quebró el saque-papirotazo de Ljubicic (nueve 'aces') y se puso 3-1 para ceder de vuelta su propio servicio. Volvió a romper a Ljubicic y cerró con 6-3: inquietud e incertidumbre.
Cara o cruz.

¿Qué Nadal habrá mañana bajo la artillería de su viejo rival Soderling (con nuevo entrenador, Fredrik Rosengren), algo parecido al quíntuple campeón de Roland Garros, o la sombra cobriza que se difumina entre ansiedad, casi como el protagonista de 'Regreso al Futuro'? Pero el nuevo gran rival de Rafa Nadal no es Soderling, ese ogro. El gran enemigo del campeón de Roland Garros atiende por Rafael Nadal Parera: él mismo

El suizo Roger Federer confesó hoy tras clasificarse para las semifinales de Roland Garros que seguir el partido de mañana entre el español Rafael Nadal y el sueco Robin Soderling es de obligado cumplimiento. "El encuentro entre Nadal y Soderling va a ser muy interesante. Voy a seguirlo con atención, y creo que toda la gente debería hacer lo mismo", dijo el de Basilea.

Respecto a su duelo contra el serbio Novak Djokovic el viernes, Federer señaló que será diferente a los tres que ha disputado contra él este año, marcados con victoria del de Belgrado. "Hace mucho tiempo que no me enfrento contra Djokovic en tierra batida. Me tomará un poco de tiempo adaptarme a su juego, pero será muy diferente a hacerlo en pista rápida. Desde luego, va a ser un día muy interesante", añadió.

"Lo que me motiva no es evitar que Djokovic se convierta en número uno del mundo, si no ganar yo y poder disputar otra final de un Grand Slam", comentó el suizo.

Alejandro Delmás | 01/06/2011

Por resumir: Nadal y Soderling juegan en la Chatrier hacia las 15:30 (tras Na Li-Azarenka) lo que, sin duda, es algo más que un simple turno de cuartos de final: una victoria del implacable pegador sueco sería el final de algunas cosas para Nadal, que, en tal caso, cedería automáticamente el número uno mundial a Djokovic a partir del lunes. Y, por añadidura, Rafa debería despedirse por un tiempo de la idea de igualar el récord de seis títulos que Bjorn Borg amasó en estas mismas pistas de Roland Garros, entre 1974 y 1981; 30 años después, la suerte de la plusmarca del Vikingo de Hielo viaja en las cuerdas de la raqueta de otro sueco, el lapón Soderling.

Además, Rafa y Robin escenifican la revancha de la final de 2010 y, quizá, un nuevo capítulo en el ajuste de esas cuentas que uno y otro miran de reojo desde aquel drama de cuatro días en 2007, en Wimbledon, cuando Soderling se burló abiertamente de Nadal: que acabó ganando. Soderling, con nuevo entrenador, Fidde Rosengren, sigue pegando mecanizada, brutalmente: por eso juega cuartos ante la incógnita ambulante que se encarna en Rafael Nadal. "No quiero quitarle a Soderling que pegue a la bola como le pega, sólo intento que no juegue siempre en la misma velocidad, que sepa cambiar de marcha", observa Rosengren sobre su pupilo Robin, en el Bosque de Bolonia.

Tras el dramático éxito de Murray ante Troicki, que ganaba por 5-3 y 30-0 el quinto set, antes de caer por 5-7 ante el escocés, Nadal se entrenó en la Pista 9, con el joven Oriol Roca. Al margen de Djokovic y Federer, y al margen del duelo Murray-Chela, el destino de Rafa va en manos de Nadal. Más que Nadal contra Soderling, es Nadal contra Nadal. Por cierto, y según Federer, el favorito es Nadal.

Esta tarde Nadal-Soderling por teledeporte

Nadal ya está en semifinales de Roland Garros

grande rafa

Las semis Djokovic-Federer y Nadal contra Murray

"Me voy contento con haber recuperado lo que normalmente es mío", dijo Nadal. "Hoy me he movido bien, tenía la sensación de ocupar bien la pista. En general, contra un rival complicado he conseguido que el juego fuera por donde a mí me conviene, más lento, con más curva, que él sintiera que tiene que tirar más golpes ganadores, y jugar puntos largos para ganarlos, y lo he hecho durante todo el partido", afirmó.

Además el zurdo español añadió que había cumplido con la exigencia de la que habló días atrás. "Normalmente los rivales te llevan a aumentar el nivel, aunque a veces no es suficiente. No sé si esta cuestión se entrena o no, pero los mejores jugadores lo consiguen la mayoría de las veces, y yo he sido de los mejores y lo he conseguido hoy también", puntualizó.

Nadal dijo que si por algo está satisfecho es, "sin lugar a dudas, por la evolución y por estar en semifinales en un torneo tan importante y difícil como Roland Garros".

"He superado una situación complicada, y hoy sí, me quedo con la actitud, porque he sido capaz de encontrar soluciones. Estoy feliz por la concentración que he demostrado durante todo el partido, y cómo he respondido. He conseguido que no haya ni un despiste en todo el encuentro", añadió.

"Pero ahora hay que seguir con la cabeza bien fría. No se ha ganado aún. He sumado una buena cantidad de puntos, no es lo más importante, pero sí es positivo", recordó.

la china na-li se mete en la final de roland garros.

No hay más cuentas: si Roger Federer no detiene a Novak Djokovic en la segunda semifinal, el serbio, como finalista del torneo, sumará los puntos necesarios para salir el lunes como número uno del mundo.

"Apartar a Djokovic del número uno no es la fuerza que me ha traido hasta aquí; estoy en semifinales porque quiero ganar de nuevo este torneo", matiza Federer. Por primera vez, Roger llega a estas semifinales sin perder un set, inmaculado. Djokovic aparece tras cuatro días sin jugar por retirada del italiano Fognini y peloteó el jueves con John McEnroe: si Novak gana, sumará 42 victorias consecutivas en 2011, igualando el récord de McEnroe en 1984 que frenó Lendl, justo en Roland Garros.

Todo ha cambiado. Y los trallazos liftados de Rafael Nadal Parera aún retumban a estas horas por las esquinas de la Pista 12, donde el pentacampeón de Roland Garros completó ayer un entrenamiento acorazado ante el júnior boliviano Hugo Dillen. No es el Nadal de este Roland Garros, sino el Nadal de siempre quien parece haber emergido del cruce con Robin Soderling, la charla con Tío Toni y el mismo debate interno del señor Nadal Parera: desde hoy mismo, un señor de 25 años. Hasta hoy, el número uno del tenis mundial. ¿Hasta hoy?

Rafa cumple el cuarto de siglo casi cuando debe bajar a la arena de la Philippe Chatrier, que ante él ruge como los sans culottes ante la guillotina de la Plaza de la República. Ante Nadal, en semifinales y desde las 14:00 horas, Andy Murray, número cuatro del mundo. Murray tolera a base de calmantes el dolor de un buen esguince de tobillo (ante Berrer) y pasó siete horas en el alambre ante Troicki y Chela.

Nadal ha bajado un kilo la tensión del cordaje (25,5-24,5 kg). Ya no usa la pieza del antivibrador. Se ha soltado mentalmente. Y ganó al mejor Murray en abril, en Mónaco. Tras ellos, turno para el gran Federer y el intratable Djokovic. Si Djokovic vuelve a ganar, ya será el número uno. En la mano de Federer está el rumbo de la temporada: hoy, el día en que Rafael Nadal, 25 años ya, juega su sexta semifinal de Roland Garros y va a por su sexta final: el campeón defiende su corona.

La final Nadal Federer

Vaya putada en el momento en que se ha cortado el partido de tenis por culpa de la lluvia

El público francés son unos hijos de perra

2-0 para Nadal en el partido. Y el público francés a tomar por culo

Otro Roland Garros para Nadal. Ha ganado por 3-1. Y los franceses a joderse otro año mas jejejejeje

¡Todos ante la tele, que vuelve Nadal! El domingo sin fútbol lo cubrió más que largamente el genio menorquín, al que habíamos visto un poco alicaído en los últimos tiempos. Reconozcamos que Djokovic nos tenía acoquinados. El propio Rafa lo reconoció ayer después de la victoria. Pero el viernes, el mismo día que nuestro Rafa cumplía 25 años, Federer le hizo un regalo colosal: paró en seco la racha de Djokovic, que se queda en un arranque de año, espectacular en todo caso, de 41 victorias consecutivas. Así que no pudo estar en la final de Roland Garros, en la que le temíamos como a un nublado.

Fue Federer, el querido y respetado suizo de la perfección técnica, rival y amigo de Nadal, que ante él empezó con dudas pero fue a más. Magnífico partido, como lo han sido todos hasta ahora entre estos dos grandes. Y victoria final del nuestro, al que tantos millones de españoles seguimos por la tele. En pleno partido, José Luis Sáez tuiteó algo así como que debía de ser aburrido este domingo en los países que no tienen a Nadal. A los españoles, desde luego, nos llenó la tarde. Por días así le estaremos siempre agradecidos y él lo sabe. Sabe que todos sufrimos a una y todos saltamos a una, con él.

Esta victoria le da su sexto Roland Garros, igualando a Borg. Hace treinta años de aquello. No me cuesta hacer memoria: por aquel entonces pensábamos que un nuevo tenis, vendaval de fuerza, barrería del mapa a nuestros campeones habidos y por haber. Pues no. Al cabo de los años Nadal está ahí, mantiene el número uno ya cerca de las cien semanas y se prepara para defenderlo todo el tiempo que haga falta. Volverá Djokovic, seguro. Los grandes no caen así como así. Pero ya no lo veremos tan grave, porque el que ha vuelto de verdad es Nadal, que ayer mordió plata de nuevo en París.

En la Philippe Chatrier de París, a las siete y seis minutos de la tarde de un arisco domingo de junio, hay pasión. Pero la pasión se esfuma, como un vuelo de palomas, cuando un camión o máquina de combate, Rafael Nadal Parera, va a atropellar por quinta vez en París a ese exquisito violinista: Roger Federer.

Roger tiene una rara cualidad sólo vista en ciertos fenómenos como Muhammad Ali: los amantes de la estética le convierten en su ídolo y ante Roger se transfiguran en máscaras pasionales. Es de ver cómo Anne Wintour, la estupenda directora de Vogue, Jean-Paul Belmondo o ilustres financieros de París pierden el control con el hermoso tenis de Federer, plusmarquista de títulos de Grand Slam.

Pero la pasión de los partidarios de Federer, que hace de la Chatrier una jaula partisana ("Rogey, Rogey") no se traslada a la raqueta bruja de Roger: que puede hipnotizar los tiros clásicos de Novak Djokovic, pero no esas bolas adoquinadas que le lanza la máquina de guerra.

La tarde se abrió con sorpresa: Federer se escapó hasta 5-2 en el primer set (3-0, 4-1), mientras Nadal sufría con los vendajes del pie y los tiros planos de Roger. Tanto, que, con 5-2, Rafa pidió ayuda al trainer para ajustar esos apósitos. Algunos resortes de Federer desa­parecieron entre las vendas del pie de Nadal, que empezó a estabilizarse. En ese 5-2 llegó la jugada que marcó la final: con punto de set para Federer, que fusilaba los segundos saques de Nadal, Roger tiró una dejadita de revés para romper un peloteo agónico (como casi todos). La bola se fue al pasillo por centímetros. Federer pidió la marca, bajó el árbitro, Pascal Maria, pero no había solución: Nadal ganó el juego, despertó y el gemido de su golpe de derecha empezó a sonarle a Federer como el aullido de un lobo.

Nadal recuperó servicio (5-4), con Federer estresado y tomando malas decisiones con el revés. De estampida, Rafa cerró el set en 7-5 y llegó hasta 2-0 en la segunda manga: parcial de 7-0.

El asunto parecía zanjado porque, pese a breaks de ida y vuelta, Nadal tomó el segundo set en 7-6, tras un parón de 13 minutos por lluvia, cuando Rafa servía con 5-4. En la muerte súbita y con la pista húmeda, Federer apenas pudo alzar la bola. Sólo ganó tres puntos en el tie-break. En la tercera manga, Nadal se marchó hasta 4-2, pero no tenía modo de ganar un servicio con comodidad. Federer le quebró dos de los tres últimos saques del set y el 7-5 para Roger dio paso a la cuarta manga. Los dos jugadores manejaron 15 bolas de rotura sobre el servicio rival.
Un volcán.

En el cuarto set, Nadal dio el golpe al remontar un 0-40 con su saque en el primer juego, gracias a su cuarto ace. Federer no se repuso del mazazo, fue extinguiéndose físicamente y sólo ganó un juego más, como la última voluntad de un condenado. El volcán de Manacor seguía arrojando lava y piedra pómez sobre el machacado revés de Roger. Fueron callando Anne Wintour y los otros sibaritas. Todo acabó a las 19:06 con una derecha de Federer a la valla: 6-1 en ese cuarto set.

La máquina, camión o volcán había vuelto a hacer trizas el delicado pincel suizo. Sexto Roland Garros para Nadal, empate con Borg en la cima de títulos en París. Nadal sigue número uno y ya duerme hoy en Londres: Wimbledon se acerca a toda máquina. Y la máquina se acerca a Wimbledon.

Grande Nadal,no pueden contigo,ni los ultras franceses ni nadie.Eres el numero 1

Sin duda, la victoria más importante de la temporada.

Es el torneo donde siento que tengo más oportunidades de vencer y es una gran satisfacción por el modo en que lo he conseguido. Finalmente, he sido capaz de jugar a mi mejor nivel cuando así lo he necesitado. Si gano este torneo, ya sé que mi año es fantástico y ya soy capaz de jugar con menos presión el resto de la temporada. Se puede jugar con más actitud positiva, con menos presión que antes y con más confianza.
Porque venía con dudas tras perder con Djokovic, ¿verdad?

Llegué con menos confianza que otras veces, porque que me ganen cuatro finales consecutivas es muy duro.
Federer le puso en apuros

Roger ha tenido un altísimo nivel durante todo el torneo y también en este partido. Tuvo un poco de mala fortuna en el primer set y ha recuperado muy bien en el segundo y el tercero. Cuando él juega así de bien, a veces el rival no tiene nada que hacer. Salvar el 0-40 del primer juego del cuarto set fue muy importante, el punto de inflexión. Pero el gran problema para mí fue que me restó muy bien con el revés, mejor que nunca en este torneo. Otras veces, cuando le he sacado al revés ya era capaz de abrir el punto bajo control. No ha sido así. Ahí vino el problema.
¿Cómo se ha ido reponiendo, en general, de todo lo que ha ido pasando durante el torneo, de los problemas del partido? Al final del tercer set, parecía incluso estar algo lesionado

Cuando acabó el tercer set, lo único que sentí es que todo iba a ser muy complicado en este encuentro, porque Roger estaba jugando a un nivel muy alto y había que encontrar un modo de ganar. Ya digo que cuando juega a ese nivel, que es fantástico, la única cosa que se puede hacer es observar y esperar. Seguir jugando y esperar el momento. Yo me planteé mentalmente que, si él quería ganarme, iba a tener que seguir jugando a ese nivel durante todo el partido. No le iba a dejar las cosas fáciles.
¿Qué le supone igualar el récord de Borg?

Estoy muy feliz por ganar Roland Garros. Para mí esto es más importante que el número uno. Batir récords está muy bien, es perfecto. Y es un honor poder decir que he ganado tantos títulos como Borg, aquí, en París. Es emocionante. Pero hay otras muchas cosas que me han emocionado, como todo el trabajo que he tenido que hacer para tener este éxito.
Inmediatamente va a llegar a Londres, aparece en el Queen's y ya se piensa en Wimbledon.

Ahora tengo que adaptarme a la hierba, que es un gran cambio. Debo empezar de inmediato. Mañana (por hoy) ya me estaré entrenando.