entrevista al Mánager general del Málaga
Fernando Hierro:«Estaría muy contento si somos capaces de consolidar al Málaga en la parte alta de la tabla»Tras una primera toma de contacto, el malagueño admite: «Veo a todos muy ilusionados y eso no es fácil en los tiempos actuales»
15 de agosto de 2011
Fernando Hierro, junto a un muro de La Rosaleda muy próximo a las oficinas del estadio. :: SALVADOR SALAS
PEDRO LUIS ALONSO , | MÁLAGA.-
De dormir en la esquina entre Tribuna y Gol, donde había una residencia de canteranos, a pasar las horas casi en el extremo opuesto de La Rosaleda, en el lado junto al río, donde se encuentran unas modernas oficinas. Fernando Ruiz Hierro (Vélez-Málaga, 23-3-1968) ya no es un adolescente que sueña con ser profesional, sino un ejecutivo perfectamente acicalado y uno de los mejores futbolistas españoles de todos los tiempos. Un refuerzo de lujo para la cúpula de la entidad en la estrenada función de mánager general, que acaba de asumir. Muy poco después de su aterrizaje ha querido tener una charla con este periódico para analizar el nuevo proyecto del Málaga y su cometido.
-Si las páginas de la Wikipedia no se equivocan, usted fichó por el Real Madrid por 1,2 millones de euros, 200 millones de pesetas de la época.
-Sí, fue más o menos eso, aunque había alguna cláusula.
-Cómo cambian los tiempos, ¿verdad? Lo digo porque cualquiera de los fichajes del Málaga este curso, si se exceptúa Van Nistelrooy, que vino libre, supera este montante.
-Sí, hay que recordar que aquello fue en 1989. Tenía 21 años y sí que es verdad que el fútbol y la situación de los clubes han cambiado una barbaridad. No solo las fichas de los jugadores y los traspasos, sino también los ingresos de las televisiones por derechos de imagen. Ojalá que esto siga evolucionando, porque es verdad que aquella cantidad hoy en día sería imposible.
-El Málaga permanece segundo en la inversión de los equipos europeos este verano, solo detrás del París Saint-Germain, que no ha ganado en la dos primeras jornadas. ¿Hay que pellizcarse?
-Bueno, esto sirve para darse cuenta de la realidad del proyecto. Evidentemente, si se hace este esfuerzo es por una herencia del pasado. La situación tan difícil y sufrida que se dio es lo que ha hecho que vengan nueve jugadores. A partir de ahí sabemos y entendemos que somos un proyecto joven, incipiente, con presente y futuro, pero con mucha tranquilidad y humildad. No podemos desde el primer día ponernos metas. Y esto no significa que no seamos ambiciosos o que no queramos hacer las cosas bien.
-Esta inversión de casi sesenta millones en un Barcelona o un Real Madrid sería significativa, casi indicativa de un cambio de ciclo, pero en el Málaga denota la necesidad de fortalecer una plantilla que no era tan fuerte.
-Claro. El hecho de traer a estos jugadores es para darle estabilidad a este proyecto. Creo que tenemos una plantilla muy bien pensada con una combinación de jugadores perfecta por edades. A su vez, hay futbolistas canteranos, otros de fuera con una gran trayectoria... A ver con esta confianza qué son capaces de hacer. Lo que está claro es que el Málaga ha comprado a todos estos jugadores por unas cantidades económicas acordes a lo que mueve el fútbol hoy. Todo el dinero se desembolsó de una forma razonable.
-Porque ser grande no se consigue de un año para otro, ¿verdad?
-Lleva su tiempo, pero también es evidente que se ha hecho una plantilla completa. Nosotros no dejamos de ser aún un proyecto joven y hay otros que llevan muchos años allí en esos puestos de arriba. Somos ambiciosos y creo que hay un equipo humano pensado para darle la estabilidad suficiente. No nos ponemos techo y la obligación es luchar por estar lo más arriba posible. Hay una mezcla de mucha ilusión, pasión, esfuerzo y humildad.
-¿Cree que pasa todo por el hecho de que el Málaga desarrolle una idea de juego reconocible?
-Pasa por eso y por la estabilidad de los resultados también. Esto es difícil de conseguir cuando llega un entrenador a mitad de temporada. Necesita su tiempo. Pellegrini en el Villarreal dejó su impronta y personalidad en todas las temporadas. No es cuestión de seis meses o un año. Por eso tiene cuatro años de contrato por delante para dejar su sello. Además, pienso que el hecho de que el equipo estuviera hasta las tres últimas jornadas de la pasada campaña luchando por no descender lo ha hecho mentalmente mucho más fuerte. La unión afición-club-entrenador-jugadores el año pasado fue muy importante.
-Usted jugó en Catar, en el Al-Rayyan. ¿Qué imagen tiene del emirato?
-Me vine con una imagen fantástica de allí. Fue hace quince años y hoy en día sigo teniendo contactos con gente de allí, hablo habitualmente por teléfono. El jeque era el presidente de honor de nuestro club (se refiere al Al Rayyan). La impresión personal y familiar fue muy buena.
-¿Cómo viven el fútbol?
-Con mucha pasión. Es verdad que no es un país grande (con 500.000 nativos allí) y están ganando tiempo al fútbol. Organizar un Mundial va a ser una inyección de moral para ellos y sus infraestructuras.
-¿Es una locura la celebración futura de la fase final del Mundial en Catar?
-Será un buen Mundial. Está claro que habrá que darle una vuelta a todo, porque no se puede jugar al fútbol a 46 grados, pero ellos plantean estadios con aire acondicionado. La FIFA lo está estudiando con el Comité organizador. También se pensaba hace unos años que los estadios no iban a estar listos en Sudáfrica.
-En el fútbol español se han tenido pocos propietarios extranjeros, pero la mayoría de los ejemplos han sido ruinosos. No parece que sea el caso del actual dueño del Málaga, el jeque Abdullah Al-Thani. Su gestión de momento está siendo muy seria.
-Por mi parte avalo que los propietarios han cambiado la mentalidad y la filosofía del club. Han venido con seriedad. Han cumplido con lo prometido desde el primer día. Estamos todos ilusionados con un propietario que está haciendo las cosas muy bien. Han llegado con estabilidad y le han dado al club mucha fuerza.
-Si no hubiera sido el Málaga, no se hubiera ido a ningún club. Quería tomarse un año sabático, ¿verdad?
-Seguro, eso se lo puedo asegurar al cien por cien. Si no hubiese sido por la propuesta del Málaga estaría con la familia. Lo tenía desde hace cuatro meses pensado. Pero también cuenta el corazón. Es tu casa, tu gente, tu familia.
-Porque va a estar viviendo por fin en Vélez-Málaga...
-Voy a estar viviendo entre Vélez y Madrid. Hay que tener en cuenta las relaciones con la Federación y la Liga de Fútbol Profesional. Estaré tratando de ayudar a crecer al club en todos los ámbitos.
-¿Es el momento histórico del Málaga? Un club que como mucho estuvo siete años seguidos en Primera, que nunca ganó nada y como techo tiene unas semifinales de la Copa del Rey en los setenta y una participación europea la pasada década...
-Bueno, es el equipo de una gran ciudad. Yo creo que Málaga es la quinta capital de España. A partir de ahí, lo que preveo es una buena sintonía con la afición. Percibo entre toda la gente un gran optimismo, fruto de que internamente hay tranquilidad. Están entendiendo que es un proyecto serio y que hay una buena oportunidad. Por mis conversaciones con el entrenador del filial, el del primer equipo, el director deportivo, el propio José Carlos (Pérez, consejero consultivo) veo a todos ilusionados, y eso no es fácil en los tiempos actuales. Da alegría ver a todas las partes así, y se lo decía a ellos.
-Una pata fundamental del proyecto es la cantera, La Academia, cuyos frutos pueden tardar en hacerse realidad.
-Creo que es el gran salto. El hecho de tener a todos los equipos trabajando bajo una misma estructura, en las mismas instalaciones te da muchas posibilidades. Es un salto de calidad muy importante para el futuro próximo. Yo no tengo ninguna duda al respecto.
-Comentó el viernes en su presentación que no guarda rencor alguno a quien decidió que no siguiese en el Málaga. Explíquese.
-Por supuesto. Lo dije en mi presentación y lo repito siempre.
-Es la pregunta recurrente.
-Tenía 18 años y era uno de los veinte mil jugadores con los que no se pudo contar, y me dieron luego otra oportunidad en el Valladolid, porque hubo un entrenador (se refiere al chileno Vicente Cantatore) que lo quiso. Ahora, como director deportivo de la Federación Española, he podido descartar a jugadores para las categorías inferiores que luego puede que sean internacionales absolutos. En el fútbol nadie tiene la varita mágica para acertar al cien por cien. Yo lo entiendo así, y nunca busqué ningún culpable de esa situación.
-Son decisiones que se toman.
-En efecto. Yo venía de un pueblo pequeño. Físicamente me costaba adaptarme, como me pasó en el Valladolid. Lo que sí creo es que tuve luego la suerte de encontrarme en el camino con un entrenador que me dio la oportunidad. Lo que sí recuerdo es que desde Tribuna Lateral, casi en el córner derecho, pude ver a mis hermanos (se refiere a Manolo y Antonio) jugar con el Málaga muchos partidos.
-Jugador y dirigente. ¿Nunca pensó sentarse en los banquillos?
-Me saqué la titulación de director deportivo y también la de entrenador, porque sabía que en mi cometido en la Federación mi principal función era proponer entrenadores, y me daba miedo no hablar de lo mismo con ellos. Estuve entrenando cuatro años con sub-16 y sub-17, pero...
-...Pero no se propone entrenar a medio plazo.
-Bueno, por eso me había tomado un tiempo, para pensar qué es lo que quería. Sin embargo, salió lo del Málaga y ojalá que pueda ayudar a que el club siga creciendo con mi experiencia.
-¿Qué matices distintos cree que va a tener su función actual y la que desarrolló en la Federación?
-Posiblemente la Federación me haya servido para tener un mayor contacto con los dirigentes españoles. Estaba más dedicado a lo deportivo. Me pasó como ahora en el Málaga. Cuando llegué a la Federación no había un director deportivo. Y ahora en este club la gente se preocupa de qué es eso de 'manager general', qué contenido va a tener.
-Consolidar al Málaga en la parte alta de la tabla. Estaría muy contento si somos capaces entre todos de dejar a un club que sea capaz de pelear por objetivos. También estaría bien tener un estadio más grande, porque si hoy en día tenemos este número de abonos... Pero eso lo va a marcar el tiempo. Que gente de Málaga y de Andalucía sigan creyendo en estos propietarios y en este club. Por eso insisto que también sería importante también tener La Academia, que nos asegure el salto de calidad.