JOSÉ VICENTE RODRÍGUEZ. MÁLAGA La empresa japonesa Fujitsu Ten España, con sede en el polígono del Guadalhorce en Málaga, ha elaborado un Expediente de Regulación Temporal de Empleo (ERTE) para toda su plantilla –unos 300 trabajadores– debido a los problemas de suministro que sufre la también japonesa Totoya, uno de sus principales clientes en Europa, por los efectos del terremoto y el posterior tsunami en el país nipón.
Una medida preventiva
El expediente tiene un periodo de aplicación de seis meses y se considera «preventivo» ante la posibilidad de que los problemas de Toyota, a quien Fujitsu surte de componentes electrónicos para su flota de vehículos, persistan en el tiempo, según explicaron fuentes sindicales. Esto significa que la intención de la empresa es aplicarlo únicamente en caso de necesidad y en la medida que lo demande la situación. Del mismo modo, la intención al meter a toda la plantilla en el ERTE es no tener que recurrir posteriormente a ampliaciones del mismo. Lo más probable, según añadieron las mismas fuentes, es que los trabajadores se vean afectados por líneas de producción y en porcentajes que podrían englobar entre el 10% y el 15% de la plantilla de forma simultánea.
El ERTE ha contado con el respaldo prácticamente unánime de la asamblea de trabajadores de Fujitsu, que fueron consultados por turnos de mañana y noche en los días previos. De esta forma, y con el acuerdo entre empresa y representación sindical alcanzado, el expediente ha sido remitido a la delegación de Empleo de la Junta de Andalucía, que en el plazo de 10 días deber dar su visto bueno. Las razones más que justificadas alegadas por Fujitsu y el hecho de que haya acuerdo con la plantilla debe ser garantía de que el ERTE es aceptado por la Junta. El expediente podría comenzar a ser aplicado después de Semana Santa a discreción de las necesidades de la empresas si los plazos administrativos no sufren ningún retraso.
Tras el terremoto de Japón, la factoría malagueña de Fujitsu, vio afectados a un tercio del total de sus 350 proveedores japoneses de la zona más afectada. Fujitsu, que desde Málaga sirve componentes a las fábricas europeas de Toyota, Saab, Renault o Peugeot, ha acudido a stocks o material de fábricas alternativas de fuera de Japón –caso de México– para atener sus pedidos. No obstante, Fujitsu ya advirtió de que la situación podía verse también alterada por los cambios en el flujo de la demanda que pudiera sufrir el propio sector de la automoción. En este caso, han sido los problemas de Toyota los que han abocado al ERTE.
Una medida preventiva
El expediente tiene un periodo de aplicación de seis meses y se considera «preventivo» ante la posibilidad de que los problemas de Toyota, a quien Fujitsu surte de componentes electrónicos para su flota de vehículos, persistan en el tiempo, según explicaron fuentes sindicales. Esto significa que la intención de la empresa es aplicarlo únicamente en caso de necesidad y en la medida que lo demande la situación. Del mismo modo, la intención al meter a toda la plantilla en el ERTE es no tener que recurrir posteriormente a ampliaciones del mismo. Lo más probable, según añadieron las mismas fuentes, es que los trabajadores se vean afectados por líneas de producción y en porcentajes que podrían englobar entre el 10% y el 15% de la plantilla de forma simultánea.
El ERTE ha contado con el respaldo prácticamente unánime de la asamblea de trabajadores de Fujitsu, que fueron consultados por turnos de mañana y noche en los días previos. De esta forma, y con el acuerdo entre empresa y representación sindical alcanzado, el expediente ha sido remitido a la delegación de Empleo de la Junta de Andalucía, que en el plazo de 10 días deber dar su visto bueno. Las razones más que justificadas alegadas por Fujitsu y el hecho de que haya acuerdo con la plantilla debe ser garantía de que el ERTE es aceptado por la Junta. El expediente podría comenzar a ser aplicado después de Semana Santa a discreción de las necesidades de la empresas si los plazos administrativos no sufren ningún retraso.
Tras el terremoto de Japón, la factoría malagueña de Fujitsu, vio afectados a un tercio del total de sus 350 proveedores japoneses de la zona más afectada. Fujitsu, que desde Málaga sirve componentes a las fábricas europeas de Toyota, Saab, Renault o Peugeot, ha acudido a stocks o material de fábricas alternativas de fuera de Japón –caso de México– para atener sus pedidos. No obstante, Fujitsu ya advirtió de que la situación podía verse también alterada por los cambios en el flujo de la demanda que pudiera sufrir el propio sector de la automoción. En este caso, han sido los problemas de Toyota los que han abocado al ERTE.