Duda huye de su registro como mejor lanzador de faltas en activo de la Liga y desmitifica su don: "En esto no hay nada que enseñar, depende de ti y de tu trabajo; te acostumbras al golpeo, la distancia, el efecto..."
Su zurda es un imán para el protagonismo. Fuera del campo, detesta que los focos le apunten. Así es Duda, decisivo vestido de corto y anónimo cuando el fútbol echa la persiana. El domingo volvió para sacar mucha de la agua que hundía el barco del Málaga. De paso, su tanto le coronó como el jugador de la Liga en activo que más goles de falta logra, once. Rey del free kick, que dirían en Sudamérica. Ayer ni siquiera lo sabía, no suele hacerlo. No se deja engatusar por las estadísticas, por más que éstas destaquen con luces de neón. "No lo he mirado, no me gusta mirar esas cosas. Cuando acabe mi carrera deportiva me pondré a mirar todos esos récords", respondió ayer a la llamada de este periódico.

Obviamente, para el luso "claro que es especial estar entre los mejores tiradores". Pero lo que más le importa es que esos goles "sirvan para que el equipo sume puntos". No le gustan mucho las entrevistas, por eso la desidia se mezcla con ese acento tan particular que le forjaron sus dos años de cesión en Cádiz. Allí aprendió a hablar español; la herencia es una especie de portugués lento y con acento carnavalero. Valga la cuestión para conocer que Duda es un jugador hecho a sí mismo, tal y como se aprecia también en su relato de cómo ha llegado a convertirse en uno de los lanzadores de falta más plausibles del continente: "Poco a poco como profesional fui perfeccionando la técnica. Todas las semanas se trabaja la estrategia y yo lo hago especialmente todos los sábados. En esto no hay nada que enseñar, depende de ti y tu trabajo. Te vas acostumbrado al golpeo, la distancia, el efecto...". Habla como quien ha aprendido a conducir o a cocinar pero en realidad está acumulando goles de bella factura en la élite.

No quiere destacar ninguno de su ramillete de once. "Me quedo con todos los goles que he metido", aclara. Tampoco quién puede suponer un referente para él en esa suerte de golpeos. "No sabría... Cristiano, es mi compañero, y claro que le pega muy bien, pero no sé, no sé. Y, era de esperar, no se compara con él, a pesar de que en sus múltiples entrenamientos juntos con la selección portuguesa el madridista ha destacado su gran golpeo. "Bueno, bueno", espeta de manera jocosa para evitar cualquier debate.

Uno de los que le persigue con más tantos a favor de falta directa es Dani Alves, uno de sus mejores amigos futbolísticos. El contacto con él, al igual que con el madridista Pepe, es fluido. A su modo, el lateral es un malaguista en la distancia. "Él se alegra por cada gol que meto y por las victorias del Málaga. Todas las semanas intercambiamos mensajes y siempre me da ánimos para que salgamos de ahí abajo, porque no lo merecemos".

Para algunos, el tanto que le ha puesto a la estela de nuestros mejores pateadores históricos, Ronaldinho, Roberto Carlos y Marcos Assunçao, fue una jugada afortunada. Él aclara que es fruto de laboratorio: "Me da igual si fue un churro o no, valió para obtener los tres puntos. La jugada está ensayada. Buscamos el tiro al primer palo para que pase algo, ya sea un remate nuestro o en propia puerta".

Que el Málaga necesitaba tanto a Duda quedó evidenciado en su gran aportación a los tres puntos. Cuánto le hacía falta a él volver a un terreno de juego lo cuenta explicando la difícil rehabilitación de su contusión costal, la cual le limitaba más de lo que hubiese querido: "Jugar así es muy jodido, las molestias no te dejan en paz. Hay lesiones que te puedes tratar o cuyos dolores se pueden calmar, pero para lo que yo tenía no había ninguna medicina. Y justo cuando había empezado a coger el ritmo y olvidar la operación de pubis".

Para Duda, "queda atrás una semana muy complicada". De los días que vendrán no quiere ni hablar, aunque en su debe quede jugar con el Málaga competiciones europeas. "Ojalá que el futuro sea bonito y pueda seguir disfrutando, pero quedan diez jornadas y ahora mismo estamos en descenso. Hay que sacar esto adelante", recuerda el portugués, para quien no es sorprendente que el equipo ganara en Anoeta pese a que sólo había un fichaje de invierno rodeando a la vieja guardia: "Ya se sabe que se puede contar con nosotros.