Willy Caballero no ha encajado ningún gol en sus tres visitas más recientes a Anoeta. Hace tres temporadas, como portero del Elche, le llegaron a contar hasta 15 paradas en el partido del Martínez Valero
El fútbol está lleno de un sinfín de anécdotas y curiosidades que pasan desapercibidas hasta que uno repara en ellas. La del encuentro ante el Málaga la encarnó el portero rival, Willy Caballero, la particular bestia negra de la Real. Y es que cuando a los realistas tiene enfrente, se viste de Casillas o de Valdés y comienza a encadenar parada tras parada hasta acabar con la paciencia de todo aquel que osa acercarse a sus inmediaciones. Como muestra un botón: la Real ha sido incapaz de hacerle un gol en las tres últimas veces que ha visitado Anoeta. Con eso queda todo dicho.
Su recital frente a los blanquiazules se inició el 23 de febrero de 2008 con motivo de la visita de los entonces entrenados por José Ramón Eizmendi al Martínez Valero. Era el portero del Elche. La Real buscaba engancharse a los puestos de ascenso y tenía todas las opciones en la mano. Sobre el césped sólo hubo un equipo, el realista, que parecía el Brasil de los setenta. Pocas veces habrá jugado un partido tan completo lejos de Anoeta en los últimos años y dispuesto de tantas oportunidades para marcar. Pero allí estaba Willy bajo los palos para lucirse una y otra vez. «Creo que fue el partido que más he parado en mi carrera. Me llegaron a contar hasta quince intervenciones ese día. No fue normal», admitía en sala de prensa cuando le recordamos su particular 'cruzada' ante la Real.
Pero no queda ahí la cosa. El 24 de enero de 2009 visitó Anoeta y, como no podía ser de otra manera, la Real no marcó. 0-0 reflejó el electrónico al final de la contienda. En la misma fecha, pero esta vez el año pasado, volvió a erigirse en el héroe del equipo ilicitano en la única derrota que cosechó la Real en Anoeta (0-1). Fue el día de la expulsión de Bravo en un choque que guarda muchas similitudes con el de ayer por la torrija que tuvieron esa jornada los realistas. Claudio se lo recordó al finalizar el partido cuando ambos se citaron para intercambiarse las camisetas: «Ya me ha dicho, ya, que siempre me salgo ante la Real. La verdad es que es el equipo que mejor se me da, pero le he comentado que eso habla muy bien de ustedes, porque no hay otro que me haga tantas ocasiones. La Real es un gran equipo y genera mucho fútbol en campo contrario».
La relación entre ambos guardameta es muy buena y viene de lejos. «Yo era el portero de la selección argentina en juveniles y él el de Chile. Jugamos varias veces en contra. También nos vimos en el Mundial sub-20 que ganamos nosotros. Desde entonces siempre solemos charlar un buen rato tras los partidos. Es uno de los mejores porteros del campeonato».
Campeón del Mundo sub 20
Y es que nuestro particular verdugo se crió en la cantera de Boca Juniors, con el que debutó en Primera con 21 años. Permaneció allí tres temporadas pero tuvo la mala fortuna de tener por delante a Roberto Abbondanzieri. Al menos ganó un título liguero y dos internacionales. El Elche le fichó en 2004 y ha sido en el club levantino en el que ha hecho carrera en Europa. El anterior técnico del Málaga, Juan Ramón Muñiz, le tenía atado para ficharle en verano pero la entrada en el club del jeque Abdullah Bin Nasser Al-Thani y su relevo en el banquillo dio al traste con la operación. No ha sido hasta febrero, tras la lesión de Sergio Asenjo, cuando ha llegado a la capital de la Costa del Sol para cumplir su sueño de jugar en la Liga de las Estrellas. «Son de esos trenes que sólo pasan una vez en esta vida. Tengo 29 años y era una ocasión única después de siete años en el Elche», reconoce.
Debutó en Villarreal (1-1) y el de Anoeta era su quinto partido. Ayer no tardó mucho en empezar a manchar sus guantes. Seis en concreto, los que tardó Xabi Prieto en recibir un servicio de Aranburu para irse desde la banda solo hacia portería. Aguantó bien al donostiarra y terminó sacándole el balón tras cerrarle el ángulo de tiro. Al cuarto de hora vio cómo Tamudo rompía la cintura a Eliseu y metió el brazo a ras de césped para arrebatarle el balón. El catalán cayó al suelo y Anoeta pidió la pena máxima. Undiano no señaló nada. Antes del descanso encadenó dos intervenciones casi seguidas. En la primera salvó con la palma de la mano un cabezazo de Zurutuza y después fue otro testarazo, en esta ocasión de Ansotegi, el que blocó. No había nada que hacer. Allí estaba Willy.
Con todo, la acción más espectacular y determinante del partido llegó en la reanudación. El marcador refleja aún el 0-1 y la Real buscaba el empate. En esto un balón quedó suelto al borde del área y Rivas llegó solo para rematar. Rompió el esférico pero éste se estrelló en la cara de Willy, cómo no, y salió rechazado a córner. Era la prueba evidente de que el meta argentino se iba a ir de Anoeta imbatido por tercera ocasión consecutiva. Y es que nos tiene comida la moral. No hay nadie más que ofrezca sus prestaciones cuando de medirse a la Real se trata. Lo mejor de todo es que hasta la próxima temporada lo perdemos de vista. En Santander, por lo menos, habrá un portero de carne y hueso.
Parece que Willy les tiene la moraL comida.
http://real-sociedad.diariovasco.com/noticias/2011-03-14/mejor-meta-mundo-ante-20110314.html
El fútbol está lleno de un sinfín de anécdotas y curiosidades que pasan desapercibidas hasta que uno repara en ellas. La del encuentro ante el Málaga la encarnó el portero rival, Willy Caballero, la particular bestia negra de la Real. Y es que cuando a los realistas tiene enfrente, se viste de Casillas o de Valdés y comienza a encadenar parada tras parada hasta acabar con la paciencia de todo aquel que osa acercarse a sus inmediaciones. Como muestra un botón: la Real ha sido incapaz de hacerle un gol en las tres últimas veces que ha visitado Anoeta. Con eso queda todo dicho.
Su recital frente a los blanquiazules se inició el 23 de febrero de 2008 con motivo de la visita de los entonces entrenados por José Ramón Eizmendi al Martínez Valero. Era el portero del Elche. La Real buscaba engancharse a los puestos de ascenso y tenía todas las opciones en la mano. Sobre el césped sólo hubo un equipo, el realista, que parecía el Brasil de los setenta. Pocas veces habrá jugado un partido tan completo lejos de Anoeta en los últimos años y dispuesto de tantas oportunidades para marcar. Pero allí estaba Willy bajo los palos para lucirse una y otra vez. «Creo que fue el partido que más he parado en mi carrera. Me llegaron a contar hasta quince intervenciones ese día. No fue normal», admitía en sala de prensa cuando le recordamos su particular 'cruzada' ante la Real.
Pero no queda ahí la cosa. El 24 de enero de 2009 visitó Anoeta y, como no podía ser de otra manera, la Real no marcó. 0-0 reflejó el electrónico al final de la contienda. En la misma fecha, pero esta vez el año pasado, volvió a erigirse en el héroe del equipo ilicitano en la única derrota que cosechó la Real en Anoeta (0-1). Fue el día de la expulsión de Bravo en un choque que guarda muchas similitudes con el de ayer por la torrija que tuvieron esa jornada los realistas. Claudio se lo recordó al finalizar el partido cuando ambos se citaron para intercambiarse las camisetas: «Ya me ha dicho, ya, que siempre me salgo ante la Real. La verdad es que es el equipo que mejor se me da, pero le he comentado que eso habla muy bien de ustedes, porque no hay otro que me haga tantas ocasiones. La Real es un gran equipo y genera mucho fútbol en campo contrario».
La relación entre ambos guardameta es muy buena y viene de lejos. «Yo era el portero de la selección argentina en juveniles y él el de Chile. Jugamos varias veces en contra. También nos vimos en el Mundial sub-20 que ganamos nosotros. Desde entonces siempre solemos charlar un buen rato tras los partidos. Es uno de los mejores porteros del campeonato».
Campeón del Mundo sub 20
Y es que nuestro particular verdugo se crió en la cantera de Boca Juniors, con el que debutó en Primera con 21 años. Permaneció allí tres temporadas pero tuvo la mala fortuna de tener por delante a Roberto Abbondanzieri. Al menos ganó un título liguero y dos internacionales. El Elche le fichó en 2004 y ha sido en el club levantino en el que ha hecho carrera en Europa. El anterior técnico del Málaga, Juan Ramón Muñiz, le tenía atado para ficharle en verano pero la entrada en el club del jeque Abdullah Bin Nasser Al-Thani y su relevo en el banquillo dio al traste con la operación. No ha sido hasta febrero, tras la lesión de Sergio Asenjo, cuando ha llegado a la capital de la Costa del Sol para cumplir su sueño de jugar en la Liga de las Estrellas. «Son de esos trenes que sólo pasan una vez en esta vida. Tengo 29 años y era una ocasión única después de siete años en el Elche», reconoce.
Debutó en Villarreal (1-1) y el de Anoeta era su quinto partido. Ayer no tardó mucho en empezar a manchar sus guantes. Seis en concreto, los que tardó Xabi Prieto en recibir un servicio de Aranburu para irse desde la banda solo hacia portería. Aguantó bien al donostiarra y terminó sacándole el balón tras cerrarle el ángulo de tiro. Al cuarto de hora vio cómo Tamudo rompía la cintura a Eliseu y metió el brazo a ras de césped para arrebatarle el balón. El catalán cayó al suelo y Anoeta pidió la pena máxima. Undiano no señaló nada. Antes del descanso encadenó dos intervenciones casi seguidas. En la primera salvó con la palma de la mano un cabezazo de Zurutuza y después fue otro testarazo, en esta ocasión de Ansotegi, el que blocó. No había nada que hacer. Allí estaba Willy.
Con todo, la acción más espectacular y determinante del partido llegó en la reanudación. El marcador refleja aún el 0-1 y la Real buscaba el empate. En esto un balón quedó suelto al borde del área y Rivas llegó solo para rematar. Rompió el esférico pero éste se estrelló en la cara de Willy, cómo no, y salió rechazado a córner. Era la prueba evidente de que el meta argentino se iba a ir de Anoeta imbatido por tercera ocasión consecutiva. Y es que nos tiene comida la moral. No hay nadie más que ofrezca sus prestaciones cuando de medirse a la Real se trata. Lo mejor de todo es que hasta la próxima temporada lo perdemos de vista. En Santander, por lo menos, habrá un portero de carne y hueso.
Parece que Willy les tiene la moraL comida.
http://real-sociedad.diariovasco.com/noticias/2011-03-14/mejor-meta-mundo-ante-20110314.html