Sanz habla de las «mentiras» que rodean el fútbol y anuncia que dejará el cargo cuando el Málaga «esté bien»
Fernando Sanz (Madrid, 1974) añora sus tiempos de futbolista. «Todo lo que no son los 90 minutos en el terreno de juego es mentira». Los despachos le huelen a falsedad. Aclara que se ha hecho con la presidencia del Málaga por «responsabilidad» y por evitar la «muerte de un club». Lleva desde 2006 al frente de una entidad que estuvo al borde de la quiebra. «Todavía debemos 15 millones de euros, pero lo podemos pagar en cinco años. Es asumible». Hoy estará en el palco de San Mamés para presenciar el choque entre dos equipos en racha.
-¿Qué le pasa al Málaga?
-Ja, ja, ja, no le pasa nada, ojalá todos los años estuviéramos como ahora.
-Van como un tiro.
-Estamos con los pies en el suelo. Hemos pasado por una situación muy delicada -el club se acogió a la ley concursal- y hasta que no tengamos la permanencia matemática no hablaremos de otra cosa.
-¿Permanencia? ¿Séptimos y con 32 puntos?
-Ya, pero quiero que sea matemática. En el fútbol se han vivido situaciones tan inverosímiles... ¿Recuerda lo que le pasó al Bayern?
-Como para olvidarlo...
-Perdió la Copa de Europa en el último minuto. El Málaga ha pasado por una situación tan difícil que ahora no nos creemos cómo estamos. Queremos estar tranquilos y disfrutar del momento.
-Cuando empezó la Liga, más de uno vio en el Málaga a un claro candidato al descenso.
-Llevo mucho tiempo en el fútbol y ya avisé de que no se vería el verdadero Málaga hasta la jornada seis o siete. Hacía falta adaptarse a la categoría, coger forma física... Reconozco que empezamos mal, pero supimos mantener la calma.
-Cuando fichó a Tapia lo justificó con esta frase: «Estoy harto de entrenadores con nombre y currículo; sé que Antonio me va a dar trabajo». ¿Insinúa que las grandes figuras del banquillo son una farsa?
-Totalmente. Hay entrenadores con mucho nombre que no me garantizan lo que me da Tapia: trabajo y dedicación. Capello es un gran técnico, pero llega a un club con muchísimo dinero (Real Madrid) y con los mejores jugadores del mundo. Así cualquiera sabría ser entrenador.
-El Málaga tiene ahora los mismos puntos que el Atlético y está a dos del Villarreal y el Valencia. ¿Se les ha abierto el apetito?
-¿Europeo? Para nada. Sabemos el presupuesto que tenemos y contra quién nos enfrentamos. Esto es muy largo, quedan 18 jornadas y puede pasar de todo. Una vez que pasemos la primera estación, por la que pasan todos los equipos, incluso el Barça, ya miraremos dónde estamos. Veremos si hay posibilidades y, si las hay, iremos por ese bocado europeo.
-¿Y cuáles son las aspiraciones del presidente? Ha llegado hace dos años y medio y ha pasado por todo.
-Exactamente por todo. He estado a punto de descender a Segunda B, al borde de la quiebra total porque no había ningún tipo de ingresos... Lo que más me enorgullece es que en dos años y medio hemos sido capaces de ascender al Málaga y de salvarlo de la quiebra. Todavía tenemos una deuda de 15 millones de euros, pero a pagar en cinco años. Es asumible, una 'pecata minuta' en comparación con lo que había antes.
-«Soy un presidente accidental y con fecha de caducidad». Lo ha dicho usted. ¿Quiere marcharse?
-He hecho en el Málaga tantas cosas buenas que no me gustaría irme entre abucheos ni reproches. Quiero quedarme con una buena imagen. Es verdad que accedí a la presidencia de forma accidental ya que me metí en el fútbol para ser futbolista y no presidente. Es más, detesto ser presidente.
-¿Lo dice en serio?
-Sí, no me gusta nada. Me gusta el césped y el fútbol porque todo lo que no son los 90 minutos es mentira.
-¿Cosas que rodean el fútbol?
-Todo es mentira. Me hice presidente por responsabilidad, por no dejar morir un club. Arriesgué mi patrimonio para sacarlo adelante y tuve suerte. Hay que saber irse, y eso es muy difícil. Y yo me iré cuando el Málaga esté bien deportiva y económicamente.
«Pisar San Mamés»
-Pese a todo, ha tenido que escuchar cómo se acusaba al Málaga de haber «comprado el ascenso».
-Me lo tomé con tranquilidad porque no había hecho nada. El asunto ha llegado donde tenía que llegar, a la Fiscalía, para que se depuren las posibles responsabilidades. Una persona nos ha denunciado una, dos veces...
-¿Se refiere al ex presidente de la Real Iñaki Badiola?
-Sí. Ha denunciado tramas, ha sacado cintas manipuladas y ha hecho cosas lamentables para justificar su responsabilidad con la Real. Había prometido infinidad de cosas y no ha cumplido ninguna; ha engañado a su afición y todo eso lo tenía que esconder en algún sitio. Debe de tener alguna obsesión conmigo y con el Málaga. A este tipo de personajes no hay que hacerles mucho caso.
-Hablemos del partido de hoy. ¿Qué le parece la temporada del Athletic?
-Parecida a la nuestra. El Athletic arrancó mal e incluso se habló de la destitución de Caparrós, pero ha empezado a escalar posiciones sin hacer ruido. Han sumado 26 puntos y acaban de meterse en las semifinales de la Copa. Tienen mucho mérito.
-Como jugador ha visitado San Mamés. ¿Qué recuerdos le vienen a la memoria?
-He estado con el Madrid y el Málaga. Si no pisas San Mamés al menos una vez, al igual que el Bernabéu y Camp Nou, no puedes decir que has jugado en la Liga.
-El Málaga se va a enfrentar a un Athletic eufórico tras lograr el pase a las semifinales de Copa. ¿Cree que eso les puede beneficiar?
-No, la euforia le beneficia al Athletic. En cuanto al tema físico, le pongo un ejemplo: el año en que el Málaga jugó la UEFA, Copa y Liga fue la temporada en la que mejor rendimos. ¡Y siempre jugábamos los mismos! Quiero decir que un profesional está preparado para afrontar 50 partidos a un buen nivel.
-¿Le gusta especialmente algún jugador rojiblanco?
-Llorente. Ha evolucionado de una forma bestial. Me enfrenté a él cuando debutó y me impresionó su altura y su forma de jugar, que no era nada torpe. Bajaba sin problemas los balones que le llegaban desde el cielo. Ahora ha madurado muchísimo y todas las acciones en las que participa conllevan peligro para la meta contraria.
http://www.elcorreodigital.com/vizcaya/200...e-20090131.html
Fernando Sanz (Madrid, 1974) añora sus tiempos de futbolista. «Todo lo que no son los 90 minutos en el terreno de juego es mentira». Los despachos le huelen a falsedad. Aclara que se ha hecho con la presidencia del Málaga por «responsabilidad» y por evitar la «muerte de un club». Lleva desde 2006 al frente de una entidad que estuvo al borde de la quiebra. «Todavía debemos 15 millones de euros, pero lo podemos pagar en cinco años. Es asumible». Hoy estará en el palco de San Mamés para presenciar el choque entre dos equipos en racha.
-¿Qué le pasa al Málaga?
-Ja, ja, ja, no le pasa nada, ojalá todos los años estuviéramos como ahora.
-Van como un tiro.
-Estamos con los pies en el suelo. Hemos pasado por una situación muy delicada -el club se acogió a la ley concursal- y hasta que no tengamos la permanencia matemática no hablaremos de otra cosa.
-¿Permanencia? ¿Séptimos y con 32 puntos?
-Ya, pero quiero que sea matemática. En el fútbol se han vivido situaciones tan inverosímiles... ¿Recuerda lo que le pasó al Bayern?
-Como para olvidarlo...
-Perdió la Copa de Europa en el último minuto. El Málaga ha pasado por una situación tan difícil que ahora no nos creemos cómo estamos. Queremos estar tranquilos y disfrutar del momento.
-Cuando empezó la Liga, más de uno vio en el Málaga a un claro candidato al descenso.
-Llevo mucho tiempo en el fútbol y ya avisé de que no se vería el verdadero Málaga hasta la jornada seis o siete. Hacía falta adaptarse a la categoría, coger forma física... Reconozco que empezamos mal, pero supimos mantener la calma.
-Cuando fichó a Tapia lo justificó con esta frase: «Estoy harto de entrenadores con nombre y currículo; sé que Antonio me va a dar trabajo». ¿Insinúa que las grandes figuras del banquillo son una farsa?
-Totalmente. Hay entrenadores con mucho nombre que no me garantizan lo que me da Tapia: trabajo y dedicación. Capello es un gran técnico, pero llega a un club con muchísimo dinero (Real Madrid) y con los mejores jugadores del mundo. Así cualquiera sabría ser entrenador.
-El Málaga tiene ahora los mismos puntos que el Atlético y está a dos del Villarreal y el Valencia. ¿Se les ha abierto el apetito?
-¿Europeo? Para nada. Sabemos el presupuesto que tenemos y contra quién nos enfrentamos. Esto es muy largo, quedan 18 jornadas y puede pasar de todo. Una vez que pasemos la primera estación, por la que pasan todos los equipos, incluso el Barça, ya miraremos dónde estamos. Veremos si hay posibilidades y, si las hay, iremos por ese bocado europeo.
-¿Y cuáles son las aspiraciones del presidente? Ha llegado hace dos años y medio y ha pasado por todo.
-Exactamente por todo. He estado a punto de descender a Segunda B, al borde de la quiebra total porque no había ningún tipo de ingresos... Lo que más me enorgullece es que en dos años y medio hemos sido capaces de ascender al Málaga y de salvarlo de la quiebra. Todavía tenemos una deuda de 15 millones de euros, pero a pagar en cinco años. Es asumible, una 'pecata minuta' en comparación con lo que había antes.
-«Soy un presidente accidental y con fecha de caducidad». Lo ha dicho usted. ¿Quiere marcharse?
-He hecho en el Málaga tantas cosas buenas que no me gustaría irme entre abucheos ni reproches. Quiero quedarme con una buena imagen. Es verdad que accedí a la presidencia de forma accidental ya que me metí en el fútbol para ser futbolista y no presidente. Es más, detesto ser presidente.
-¿Lo dice en serio?
-Sí, no me gusta nada. Me gusta el césped y el fútbol porque todo lo que no son los 90 minutos es mentira.
-¿Cosas que rodean el fútbol?
-Todo es mentira. Me hice presidente por responsabilidad, por no dejar morir un club. Arriesgué mi patrimonio para sacarlo adelante y tuve suerte. Hay que saber irse, y eso es muy difícil. Y yo me iré cuando el Málaga esté bien deportiva y económicamente.
«Pisar San Mamés»
-Pese a todo, ha tenido que escuchar cómo se acusaba al Málaga de haber «comprado el ascenso».
-Me lo tomé con tranquilidad porque no había hecho nada. El asunto ha llegado donde tenía que llegar, a la Fiscalía, para que se depuren las posibles responsabilidades. Una persona nos ha denunciado una, dos veces...
-¿Se refiere al ex presidente de la Real Iñaki Badiola?
-Sí. Ha denunciado tramas, ha sacado cintas manipuladas y ha hecho cosas lamentables para justificar su responsabilidad con la Real. Había prometido infinidad de cosas y no ha cumplido ninguna; ha engañado a su afición y todo eso lo tenía que esconder en algún sitio. Debe de tener alguna obsesión conmigo y con el Málaga. A este tipo de personajes no hay que hacerles mucho caso.
-Hablemos del partido de hoy. ¿Qué le parece la temporada del Athletic?
-Parecida a la nuestra. El Athletic arrancó mal e incluso se habló de la destitución de Caparrós, pero ha empezado a escalar posiciones sin hacer ruido. Han sumado 26 puntos y acaban de meterse en las semifinales de la Copa. Tienen mucho mérito.
-Como jugador ha visitado San Mamés. ¿Qué recuerdos le vienen a la memoria?
-He estado con el Madrid y el Málaga. Si no pisas San Mamés al menos una vez, al igual que el Bernabéu y Camp Nou, no puedes decir que has jugado en la Liga.
-El Málaga se va a enfrentar a un Athletic eufórico tras lograr el pase a las semifinales de Copa. ¿Cree que eso les puede beneficiar?
-No, la euforia le beneficia al Athletic. En cuanto al tema físico, le pongo un ejemplo: el año en que el Málaga jugó la UEFA, Copa y Liga fue la temporada en la que mejor rendimos. ¡Y siempre jugábamos los mismos! Quiero decir que un profesional está preparado para afrontar 50 partidos a un buen nivel.
-¿Le gusta especialmente algún jugador rojiblanco?
-Llorente. Ha evolucionado de una forma bestial. Me enfrenté a él cuando debutó y me impresionó su altura y su forma de jugar, que no era nada torpe. Bajaba sin problemas los balones que le llegaban desde el cielo. Ahora ha madurado muchísimo y todas las acciones en las que participa conllevan peligro para la meta contraria.
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