El presunto agresor, que llegó de madrugada al ambulatorio con síntomas de embriaguez, se incorporó de la camilla y atacó al empleado
Seis y cuarto de la mañana. Un grupo de personas llega al centro de salud Estepona Oeste con un hombre con aparentes síntomas de embriaguez y que además muestra un comportamiento agresivo. De guardia está, entre otros, Juan Manuel Rodríguez, un celador de 32 años que viendo el panorama decide llamar a la Policía. Un gesto de prudencia que no logró evitarle una agresión del paciente. Éste se incorporó de la camilla en un visto y no visto y acabo rompiéndole el cartílago de la nariz de un cabezazo.
Es el relato que hace la víctima, que reside en Málaga y trabaja desde hace cuatro años en el centro de salud de Estepona, y que está inmerso desde la madrugada del sábado en un inesperado trasiego de juzgados y pruebas médicas. «Agresiones verbales sufro todos los días, pero físicas no había tenido ninguna, porque me guardo mucho. Pero fue a por mí», afirma. «Esa persona estaba muy agresiva, histérica. Se peleó con el médico, con el que entraba, con el que salía», continúa. Para prevenir males mayores, el celador optó por llamar a la Policía, que se personó en el ambulatorio y tomó los datos al paciente. «Dijeron que como no había hecho nada se tenían que ir a otros servicios», añade.
«Me pegó de frente»
En el centro de salud intentaron doblegarle. Pese a su resistencia, le pusieron en una camilla para colocarle suero y subirle los niveles de azúcar. El celador y el médico se acercaron cada uno por un lado de la camilla para tranquilizarle. «No me dio tiempo a decirle nada. Me metió un cabezazo, de frente», narra Juan Manuel, que fue trasladado al hospital Costa del Sol donde le diagnosticaron una rotura del cartílago de la nariz, que le sangró «un poco», y una desviación del tabique.
Hoy le toca pasar el examen forense tras declarar ayer en el juzgado de Estepona, donde denunció la agresión y donde se celebrará el juicio rápido. Dice que no tiene miedo pero que, de ahora en adelante, si no tiene suficientes compañeros alrededor no se acercará a los enfermos que se muestren agresivos. Por su parte, Juan Quero, director del centro de salud Estepona Oeste, el único que tiene servicio de urgencias en la localidad, aseguró que se trata de un episodio puntual. «No suele haber agresiones», anotó, al tiempo que recordó que los profesionales cuentan con un botón antipánico para alertar de situaciones de riesgo.
En este caso, alabó la profesionalidad del celador, que llamó a la Policía en cuanto se percató del riesgo de la situación, aunque finalmente el presunto agresor «le pillara por sorpresa». Mientras, el Distrito Sanitario activó el protocolo para este tipo de sucesos. «Al afectado se le ofrece todo el apoyo legal y jurídico que necesite», explicó el director del distrito, Manuel Bayona.