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Asenjo, Demichelis, Camacho, Maresca y Baptista llevan un mes de competición con su nuevo equipo.
La mejoría del Málaga desde que se incorporaron los nuevos fichajes es evidente. Es cierto que el juego no ha tenido un reflejo claro en los resultados, que han llevado al equipo al farolillo rojo de la clasificación, pero esto suele ocurrir en el sorprendente deporte del balompié: no siempre el que mejor juega recoge el fruto merecido. El Málaga tiene otra cara, está en una nueva dimensión. Ya se vio en el partido contra el Athletic.
Solo un error aislado tras una falta inexistente provocó el empate del equipo bilbaíno. Ese cambio que todos los aficionados pudieron ver quedó ratificado en Valencia, donde el equipo blanquiazul ofreció una exhibición de juego solidario, presión, apoyos y contragolpe. Todos sabemos ya por qué se perdió ese partido. Y el que mejor lo sabe es el árbitro Rubinos Pérez. Incluso entre ambos duelos el Málaga ofreció una imagen aceptable ante el Barcelona, donde cayó muy dignamente.
El balance general es positivo. Tanto Demichelis como Baptista han marcado incluso un gol cada uno. Es cierto que Maresca no está en la forma deseada, pero es cuestión de tiempo que alcance el tono ideal. Camacho también está buscando su sitio, pero es incansable y roba muchos balones. Debe mejorar Asenjo, que ha alternado grandes paradas con errores de bulto. Es preciso hacer una salvedad: los fichajes no tienen por qué ser titulares por decreto y si bajan en su rendimiento deben ser sustituidos, porque para eso están las plantillas. Uno que está pidiendo paso incluso en el equipo titular es Recio.
NO
Pedro Luis Alonso
El equipo sigue siendo el colista de la categoría
De momento, y a las pruebas me remito, no. El Málaga sigue colista y su juego tampoco ha elevado el vuelo más allá de esa buena imagen en Valencia, ante un rival desatado en el ataque. Aunque es pronto para una valoración certera, las cinco nuevas incorporaciones llevan casi todas un mes con sus nuevos compañeros y el balance ofrece demasiados claroscuros.
En una valoración individual de cada uno de ellos, todos muestran luces y sombras. Asenjo, un guardameta con unas excelentes condiciones, parece que acusa tanto tiempo sin competir en la portería. Ha sido determinante en el uno para salvar oportunidades muy claras, pero se ha mostrado inseguro en las salidas y en algunos de los goles encajados en este tiempo tuvo clara responsabilidad. Aparentemente, Demichelis eleva el nivel de la zaga con su jerarquía y seguridad en el trato del balón, pero dos errores puntuales (el marcaje a Javi Martínez en el 1-2 del Athletic y el penalti con expulsión a Mata) no permiten una alta nota. Habrá que ver con el tiempo si estos fallos no se repiten con frecuencia.
En cuanto a Camacho, de momento mejora el nivel de Sandro Silva por su intensidad y compromiso, pero es poco preciso en las entregas, detalle peligroso y que ya ha costado algún contragolpe temido. Maresca no ha mostrado aún ritmo para estar a la altura, y se le espera por criterio y liderazgo, aunque queda por determinar si se le acabó el crédito o no ante Pellegrini y, finalmente, da la impresión de que a Baptista habrá que valorarlo por sus cifras realizadoras, porque no es un jugador muy creativo en la zona de ataque. Lleva una diana, que no sumó. ¿Cuántas marcará?
La mejoría del Málaga desde que se incorporaron los nuevos fichajes es evidente. Es cierto que el juego no ha tenido un reflejo claro en los resultados, que han llevado al equipo al farolillo rojo de la clasificación, pero esto suele ocurrir en el sorprendente deporte del balompié: no siempre el que mejor juega recoge el fruto merecido. El Málaga tiene otra cara, está en una nueva dimensión. Ya se vio en el partido contra el Athletic.
Solo un error aislado tras una falta inexistente provocó el empate del equipo bilbaíno. Ese cambio que todos los aficionados pudieron ver quedó ratificado en Valencia, donde el equipo blanquiazul ofreció una exhibición de juego solidario, presión, apoyos y contragolpe. Todos sabemos ya por qué se perdió ese partido. Y el que mejor lo sabe es el árbitro Rubinos Pérez. Incluso entre ambos duelos el Málaga ofreció una imagen aceptable ante el Barcelona, donde cayó muy dignamente.
El balance general es positivo. Tanto Demichelis como Baptista han marcado incluso un gol cada uno. Es cierto que Maresca no está en la forma deseada, pero es cuestión de tiempo que alcance el tono ideal. Camacho también está buscando su sitio, pero es incansable y roba muchos balones. Debe mejorar Asenjo, que ha alternado grandes paradas con errores de bulto. Es preciso hacer una salvedad: los fichajes no tienen por qué ser titulares por decreto y si bajan en su rendimiento deben ser sustituidos, porque para eso están las plantillas. Uno que está pidiendo paso incluso en el equipo titular es Recio.
NO
Pedro Luis Alonso
El equipo sigue siendo el colista de la categoría
De momento, y a las pruebas me remito, no. El Málaga sigue colista y su juego tampoco ha elevado el vuelo más allá de esa buena imagen en Valencia, ante un rival desatado en el ataque. Aunque es pronto para una valoración certera, las cinco nuevas incorporaciones llevan casi todas un mes con sus nuevos compañeros y el balance ofrece demasiados claroscuros.
En una valoración individual de cada uno de ellos, todos muestran luces y sombras. Asenjo, un guardameta con unas excelentes condiciones, parece que acusa tanto tiempo sin competir en la portería. Ha sido determinante en el uno para salvar oportunidades muy claras, pero se ha mostrado inseguro en las salidas y en algunos de los goles encajados en este tiempo tuvo clara responsabilidad. Aparentemente, Demichelis eleva el nivel de la zaga con su jerarquía y seguridad en el trato del balón, pero dos errores puntuales (el marcaje a Javi Martínez en el 1-2 del Athletic y el penalti con expulsión a Mata) no permiten una alta nota. Habrá que ver con el tiempo si estos fallos no se repiten con frecuencia.
En cuanto a Camacho, de momento mejora el nivel de Sandro Silva por su intensidad y compromiso, pero es poco preciso en las entregas, detalle peligroso y que ya ha costado algún contragolpe temido. Maresca no ha mostrado aún ritmo para estar a la altura, y se le espera por criterio y liderazgo, aunque queda por determinar si se le acabó el crédito o no ante Pellegrini y, finalmente, da la impresión de que a Baptista habrá que valorarlo por sus cifras realizadoras, porque no es un jugador muy creativo en la zona de ataque. Lleva una diana, que no sumó. ¿Cuántas marcará?
Jesper
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