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Los fichajes reactivan al Málaga
La competitividad actual obliga a los veteranos a no dormirse en los laureles. El elevado nivel de Camacho, Maresca y Demichelis en el día a día y su personalidad comienzan a dejarse notar en el vestuario
10 de enero de 2011
SERGIO CORTÉS | MÁLAGA.-
Más allá de los resultados, de la eliminación en la Copa del Rey y de ese empate ante el Athletic que casi supo a derrota, las cinco incorporaciones han reactivado al Málaga. Por primera vez en mucho tiempo se puede emplear con todos ellos el término ‘refuerzo’ en el más amplio sentido de la palabra. Han llegado para ser titulares y en apenas unos días han disparado la competitividad en el seno del grupo.
Como ya apuntó este periódico con suficiente antelación, el Málaga buscaba en el mercado de invierno futbolistas con personalidad, con galones, para tirar del carro. Líderes. Tanto el entrenador, Manuel Pellegrini, como el director deportivo, Antonio Fernández, detectaron que se necesitaban jugadores que se echaran el equipo a la espalda, que no les quemara el balón y que supieran conducir al grupo en las situaciones comprometidas.
El capítulo de incorporaciones del Málaga es un fiel reflejo de todas las virtudes expuestas anteriormente. Hasta los más jóvenes (Asenjo y Camacho)están muy curtidos, baqueteados en competiciones de primer nivel y acostumbrados a soportar la tremenda presión en torno al Atlético de Madrid.
Aunque primero Jesualdo Ferreira y después Manuel Pellegrini no se quejaron de cómo entrena el equipo –igual que Juan Ramón Muñiz–, el chileno sí se percató rápidamente de que nada tenía que ver el rendimiento en las sesiones preparatorias con el exhibido a la hora de la verdad, en los partidos. Por eso reclamó no ya refuerzos, sino la necesidad de que llegaran con urgencia, sin demora, antes de que se reanudara el campeonato después del parón navideño.
Impronta
La impronta que le han dado al equipo los nuevos jugadores es ya una realidad. El elevado nivel de Camacho, Maresca y Demichelis en el día a día y su personalidad (especialmente los dos últimos) comienzan a dejarse notar en el vestuario. La competitividad se ha disparado y los veteranos ya no pueden dormirse en los laureles. Futbolistas indiscutibles como Weligton y Apoño ven peligrar ese rol. La llegada de otro central amenazaría la titularidad del brasileño mientras que el malagueño se vio desplazado a un costado ante la entrada en escena de Camacho y Maresca. Incluso, Pellegrini prefirió antes para la medular a Recio cuando el italiano se quedó sin gasolina. Precisamente el ex jugador del Sevilla ha sido el que ha puesto muy alto el listón: pese a llegar sin ritmo, aguantó al máximo en dos partidos en un periodo de cuatro días. La conclusión es más que evidente: la profesionalidad de los cinco incorporados ha venido a colmar la petición del entrenador.