Recuerdo a Rubinos, pitos a Pérez Lasa, apoyo al equipo y decepción final
La afición del Málaga protestó con fuerza antes del partido y después se dedicó sólo a animar a los suyos
Faltaba media hora para el inicio del partido y sólo unas 5.000 personas se habían ya asentado en las gradas de La Rosaleda. Entonces, aparecieron Pérez Lasa y sus árbitros asistentes para calentar. Corrieron hacia la grada de Preferencia y el campo fue un clamor. Pitada espectacular al trencilla y a sus auxiliares. Fue la antesala de lo que estaba por venir.
Los globos negros se dejaron ver por primera vez. Rubinos los provocó siete días antes en Valencia con sus lamentables decisiones y ayer el colegiado vasco fue el que recogió ese ambiente especialmente hostil. Él de Andoain no tenía ninguna culpa, pero...
Desde la megafonía se pidió corrección a la grada y se advirtió del perjuicio de arrojar objetos o saltar al campo. Una obviedad que ayer no estaba de más recordarla por culpa del ínclito responsable de la sangría de Mestalla del sábado anterior.
Los decibelios llegaron a su máxima expresión justo cuando aparecieron los 22 protagonistas del inicio del choque, encabezados por el trío arbitral. Entonces, la grada, ya repleta, enfureció. Gritos en contra de Rubinos Pérez, lemas como ´manos arriba, esto es un atraco´ o ´corrupción en la Federación´. En la curva de los Malakas, apareció una pancarta alusiva al colectivo arbitral en la que se podía leer ´Roja a los árbitros´. Ni el himno del Málaga pudo acallar la demostración popular de una afición muy quemada por lo de la última jornada y con ganas de expresar su descontento con el estamento arbitral.
Eso sí, fue comenzar el partido y la afición se olvidó de lo extradeportivo para centrarse en animar a los suyos. Justo lo que se había pedido desde el club toda la semana. Toda una lección de madurez de una grada que ayer fue contundente contra Rubinos, pero fiel al máximo en el apoyo a los suyos y que no estuvo especialmente exigente o dura con Pérez Lasa, que por otro lado hizo un arbitraje bastante correcto.
Lunar negro
La única nota negativa, además del resultado final, llegó una hora y media antes del inicio del choque. Coincidiendo con la llegada del autobús malaguista a las instalaciones de Martiricos, un grupo de aficionados encendió bengalas y provocó que las fuerzas del orden tuvieran que actuar. La sangre no llegó al río, pero fue un lunar provocado, eso sí, sólo por un pequeño grupito aislado que no puede empañar la demostración de civismo del resto de la marea blanquiazul.
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