El alza del combustible, el tabaco y los alimentos castigan el bolsillo local
El fantasma de la deflación no solo ha desaparecido de la economía malagueña sino que, en estos momentos, los precios están en su nivel más alto de los dos últimos años debido, entre otros apartados, al fuerte incremento de la gasolina o del tabaco. El Instituto Nacional de Estadística (INE) publicó ayer el Índice de Precios de Consumo (IPC) y la variación anual en Málaga en noviembre está en el 2,6%. No se conocía un volumen así desde octubre de 2008. De hecho, el año pasado hubo varios meses en negativo. En el conjunto nacional el IPC estaba el mes pasado en el 2,3%, un baremo importante ya que es el que se toma como referencia a la hora de aumentar los salarios para el próximo año.
Por productos, los más inflacionistas en la provincia están claros. El precio del tabaco ha subido un 12% en lo que va de año, mientras que la electricidad, el gas y los combustibles lo ha hecho en un 10,6%; los bienes y servicios relativos a vehículos un 13,1%; y los artículos de uso personal un 10,4%. En el polo opuesto, también ha habido segmentos en los que ha habido un descenso de precios. Las mayores caídas en los 11 primeros meses del año se han producido en los viajes organizados, los equipos fotográficos e informáticos, los medicamentos y los utensilios de cocina.
Un IPC alto, y éste no lo es, tiene ventajas e inconvenientes. Entre las primeras, las empresas pueden vender sus productos a un precio algo mayor, ser más competitivos y generar empleo. Entre las segundas, todo está más caro y eso dificulta el poder adquisitivo de las familias, reduciendo el consumo, un aspecto desfavorable precisamente en plena crisis.
En cualquier caso, Málaga se lleva la palma, por ejemplo, en el combustible. Según los datos del Ministerio de Industria, esta provincia tiene la gasolina y el diésel más caros de España, muy por encima de la media nacional, y este coste se ha disparado en las últimas semanas hasta el punto que el litro de gasolina 95 en la estación de servicio más barata de Málaga, ubicada en Periana, ya tiene un coste de 1,2 euros.
En el caso de la alimentación básica Málaga tampoco sale bien parada. El último Observatorio de Precios del Ministerio de Industria, correspondiente al último trimestre de este año, señala que el coste medio de los alimentos es un 7% superior en Málaga a la media nacional después de experimentar un crecimiento del 4,2% en los tres últimos meses. Esta Navidad tendrá los precios más caros de los dos últimos años en plena crisis, un hecho a tener en cuenta ala hora de vaciar los bolsillos.
http://www.malagahoy.es/article/malaga/861091/malaga/encara/la/navidad/con/los/precios/mas/altos/dos/anos.html
El fantasma de la deflación no solo ha desaparecido de la economía malagueña sino que, en estos momentos, los precios están en su nivel más alto de los dos últimos años debido, entre otros apartados, al fuerte incremento de la gasolina o del tabaco. El Instituto Nacional de Estadística (INE) publicó ayer el Índice de Precios de Consumo (IPC) y la variación anual en Málaga en noviembre está en el 2,6%. No se conocía un volumen así desde octubre de 2008. De hecho, el año pasado hubo varios meses en negativo. En el conjunto nacional el IPC estaba el mes pasado en el 2,3%, un baremo importante ya que es el que se toma como referencia a la hora de aumentar los salarios para el próximo año.
Por productos, los más inflacionistas en la provincia están claros. El precio del tabaco ha subido un 12% en lo que va de año, mientras que la electricidad, el gas y los combustibles lo ha hecho en un 10,6%; los bienes y servicios relativos a vehículos un 13,1%; y los artículos de uso personal un 10,4%. En el polo opuesto, también ha habido segmentos en los que ha habido un descenso de precios. Las mayores caídas en los 11 primeros meses del año se han producido en los viajes organizados, los equipos fotográficos e informáticos, los medicamentos y los utensilios de cocina.
Un IPC alto, y éste no lo es, tiene ventajas e inconvenientes. Entre las primeras, las empresas pueden vender sus productos a un precio algo mayor, ser más competitivos y generar empleo. Entre las segundas, todo está más caro y eso dificulta el poder adquisitivo de las familias, reduciendo el consumo, un aspecto desfavorable precisamente en plena crisis.
En cualquier caso, Málaga se lleva la palma, por ejemplo, en el combustible. Según los datos del Ministerio de Industria, esta provincia tiene la gasolina y el diésel más caros de España, muy por encima de la media nacional, y este coste se ha disparado en las últimas semanas hasta el punto que el litro de gasolina 95 en la estación de servicio más barata de Málaga, ubicada en Periana, ya tiene un coste de 1,2 euros.
En el caso de la alimentación básica Málaga tampoco sale bien parada. El último Observatorio de Precios del Ministerio de Industria, correspondiente al último trimestre de este año, señala que el coste medio de los alimentos es un 7% superior en Málaga a la media nacional después de experimentar un crecimiento del 4,2% en los tres últimos meses. Esta Navidad tendrá los precios más caros de los dos últimos años en plena crisis, un hecho a tener en cuenta ala hora de vaciar los bolsillos.
http://www.malagahoy.es/article/malaga/861091/malaga/encara/la/navidad/con/los/precios/mas/altos/dos/anos.html