La Fiscalía de Málaga ha solicitado una pena de 18 meses de prisión para el jefe del taller de un concesionario de la capital acusado tras cambiar el motor original de un coche que le dejaron para arreglar y poner supuestamente otro más antiguo de un vehículo siniestrado.
Según las conclusiones provisionales del fiscal, a finales de marzo de 2008, el acusado recibió, para reparar de nuevo, un vehículo que acababa de ser arreglado, al reproducirse la avería, habiendo sido ya pagada la primera factura, de 5.700 euros.
La acusación explica que el acusado se comprometió a reparar la avería a su costa, aunque "prevaliéndose" de la confianza depositada por el dueño del coche en el concesionario oficial de la marca, "decidió ahorrarse los gastos" y, además, "enriquecerse con la incorporación a su patrimonio de un bien que no era de su propiedad".
Por eso, "sustituyó el motor original del vehículo", tasado en 12.000 euros, "por el de otro turismo siniestrado de la misma marca y modelo, aunque más antiguo", señala el ministerio público, que añade que el dueño supo de esto un año después y que la Policía encontró el motor cuando estaba preparado para ser instalado en otro turismo.
Para el fiscal, se trata de un delito de apropiación indebida. Además de la pena de prisión, solicita que se imponga al acusado inhabilitación para el ejercicio de su profesión de mecánico durante el tiempo que sea condenado y el pago de una multa de nueve meses, con cuota diaria de 12 euros, es decir, 3.200 euros.
Asimismo, se insta a que restituya al dueño del coche el motor sustraído, en perfectas condiciones de uso, y a que asuma los gastos de la reparación y colocación del mismo en el vehículo, o en su defecto a que pague los 12.000 euros en los que se tasó el motor, más el dinero de la instalación.
Según las conclusiones provisionales del fiscal, a finales de marzo de 2008, el acusado recibió, para reparar de nuevo, un vehículo que acababa de ser arreglado, al reproducirse la avería, habiendo sido ya pagada la primera factura, de 5.700 euros.
La acusación explica que el acusado se comprometió a reparar la avería a su costa, aunque "prevaliéndose" de la confianza depositada por el dueño del coche en el concesionario oficial de la marca, "decidió ahorrarse los gastos" y, además, "enriquecerse con la incorporación a su patrimonio de un bien que no era de su propiedad".
Por eso, "sustituyó el motor original del vehículo", tasado en 12.000 euros, "por el de otro turismo siniestrado de la misma marca y modelo, aunque más antiguo", señala el ministerio público, que añade que el dueño supo de esto un año después y que la Policía encontró el motor cuando estaba preparado para ser instalado en otro turismo.
Para el fiscal, se trata de un delito de apropiación indebida. Además de la pena de prisión, solicita que se imponga al acusado inhabilitación para el ejercicio de su profesión de mecánico durante el tiempo que sea condenado y el pago de una multa de nueve meses, con cuota diaria de 12 euros, es decir, 3.200 euros.
Asimismo, se insta a que restituya al dueño del coche el motor sustraído, en perfectas condiciones de uso, y a que asuma los gastos de la reparación y colocación del mismo en el vehículo, o en su defecto a que pague los 12.000 euros en los que se tasó el motor, más el dinero de la instalación.