Un fortín según se mire
El Málaga cierra 2008 en La Rosaleda
con sólo cinco derrotas en 20 partidos, pero con apenas el 50% de los
puntos logrados (33 de 60) · Los recuerdos oscilan entre la victoria
con el Tenerife y el 4-6 del Hércules
Aunque aún falta medio mes para que
2008 se marche, La Rosaleda ya ha echado el telón por este año. Los
números cabalgan entre el objetivo del ascenso y la pelea por la
salvación. El saldo es positivo porque en Martiricos se gestó el
abandono de Segunda y se han puesto muchas piedras para que a estas
alturas el Málaga haya llegado al ecuador de su objetivo (42 puntos).
Pero, según se mire, se pueden considerar más o menos exitosas las
cifras. Porque el equipo blanquiazul sólo perdió cinco encuentros de
20, si bien apenas sumó la mitad de los 60 en juego (33).
Es decir, la afición malaguista ha visto cómo este año su equipo
ganaba prácticamente la mitad de los encuentros presenciados y caía una
vez al mes. En cuanto a la diferencia de goles, la media es de 1,5 a
favor por partido y 1,4 en contra (31 frente a 2.
Los guarismos caen repartidos entre Muñiz y Tapia. Obviamente, por la
distribución del calendario anual y la mayor permanencia en el cargo
del asturiano, éste disfrutó de más encuentros al abrigo de Martiricos.
Concretamente, 12, por ocho del baenense. Las cuentas sonríen más al
actual entrenador, que obtuvo el 58,3% de los puntos (14 de 24),
mientras que el hoy preparador del Racing sumó el 52,8% (19 de 36).
Además, con Tapia hubo más goles a favor (1,63 por partido, por los 1,5
de Muñiz), pero también más tantos en contra (1,5, por los 1,3 de su
antecesor).
Sin duda alguna, la victoria más celebrada de cuantas vistas en
este año tuvo lugar el 15 de junio, cuando dos tantos de Antonio
Hidalgo tumbaron al Tenerife y permitieron ponerle la guinda al ascenso
-no habría hecho falta vencer, puesto que la Real Sociedad fue incapaz
de superar al Córdoba y allanó todavía más el objetivo-.
Por el contrario, la tarde más nefasta tuvo lugar en la visita del
Hércules, en la que se produjo una remontada sui géneris: del 3-1 de
principios de la segunda parte se acabó en un 4-6 que hizo temer el
retorno a la máxima categoría y que ponía el colofón a una nefasta
racha de tres derrotas consecutivas en La Rosaleda (Real Sociedad y
Nàstic lo lograron luego).
Del resto de números destaca que hubo tres empates sin goles, que
ese resultado, junto el 2-1, fue el más repetido y que la tarde diez
tantos ante el Hércules fue récord anotador en un partido de Segunda
División.
Las cifras suponen un retroceso con respecto al curso anterior.
Durante esos 365 días el equipo también jugó 20 partidos, aunque de
ellos ganó 12, empató seis y sólo perdió en tres ocasiones, guarismos
que le convirtieron en el segundo mejor equipo en casa tras el Sevilla
Atlético -sus 33 tantos a favor y 14 en contra denotaron un gran
potencial como equipo casero-.
El Málaga cierra 2008 en La Rosaleda
con sólo cinco derrotas en 20 partidos, pero con apenas el 50% de los
puntos logrados (33 de 60) · Los recuerdos oscilan entre la victoria
con el Tenerife y el 4-6 del Hércules
Aunque aún falta medio mes para que
2008 se marche, La Rosaleda ya ha echado el telón por este año. Los
números cabalgan entre el objetivo del ascenso y la pelea por la
salvación. El saldo es positivo porque en Martiricos se gestó el
abandono de Segunda y se han puesto muchas piedras para que a estas
alturas el Málaga haya llegado al ecuador de su objetivo (42 puntos).
Pero, según se mire, se pueden considerar más o menos exitosas las
cifras. Porque el equipo blanquiazul sólo perdió cinco encuentros de
20, si bien apenas sumó la mitad de los 60 en juego (33).
Es decir, la afición malaguista ha visto cómo este año su equipo
ganaba prácticamente la mitad de los encuentros presenciados y caía una
vez al mes. En cuanto a la diferencia de goles, la media es de 1,5 a
favor por partido y 1,4 en contra (31 frente a 2.
Los guarismos caen repartidos entre Muñiz y Tapia. Obviamente, por la
distribución del calendario anual y la mayor permanencia en el cargo
del asturiano, éste disfrutó de más encuentros al abrigo de Martiricos.
Concretamente, 12, por ocho del baenense. Las cuentas sonríen más al
actual entrenador, que obtuvo el 58,3% de los puntos (14 de 24),
mientras que el hoy preparador del Racing sumó el 52,8% (19 de 36).
Además, con Tapia hubo más goles a favor (1,63 por partido, por los 1,5
de Muñiz), pero también más tantos en contra (1,5, por los 1,3 de su
antecesor).
Sin duda alguna, la victoria más celebrada de cuantas vistas en
este año tuvo lugar el 15 de junio, cuando dos tantos de Antonio
Hidalgo tumbaron al Tenerife y permitieron ponerle la guinda al ascenso
-no habría hecho falta vencer, puesto que la Real Sociedad fue incapaz
de superar al Córdoba y allanó todavía más el objetivo-.
Por el contrario, la tarde más nefasta tuvo lugar en la visita del
Hércules, en la que se produjo una remontada sui géneris: del 3-1 de
principios de la segunda parte se acabó en un 4-6 que hizo temer el
retorno a la máxima categoría y que ponía el colofón a una nefasta
racha de tres derrotas consecutivas en La Rosaleda (Real Sociedad y
Nàstic lo lograron luego).
Del resto de números destaca que hubo tres empates sin goles, que
ese resultado, junto el 2-1, fue el más repetido y que la tarde diez
tantos ante el Hércules fue récord anotador en un partido de Segunda
División.
Las cifras suponen un retroceso con respecto al curso anterior.
Durante esos 365 días el equipo también jugó 20 partidos, aunque de
ellos ganó 12, empató seis y sólo perdió en tres ocasiones, guarismos
que le convirtieron en el segundo mejor equipo en casa tras el Sevilla
Atlético -sus 33 tantos a favor y 14 en contra denotaron un gran
potencial como equipo casero-.