El equipo sueña con devolver a la afición el apoyo prestado en 2008 con una victoria ante el Numancia La plantilla teme que el público dé por ganado el partido de antemano
La Rosaleda cierra mañana el telón por este año. El Málaga busca el mejor broche a un 2008 inolvidable por el retorno a Primera y el convincente primer tercio del campeonato en la máxima categoría. Precisamente algunos tropiezos sufridos en casa provocan que los más veteranos del equipo transmitan un mensaje de especial cautela ante la visita del Numancia (17.00 horas, PPV).
El 'efecto Rosaleda' le ha sacado al Málaga las castañas del fuego en varias fases de los últimos años. El equipo estuvo arropado para salir del atolladero hace dos temporadas, fue llevado en volandas en momentos culminantes de la anterior, y también permitió acabar con la resistencia de varios rivales en la actual.
«El Numancia es uno de los peores equipos fuera, pero hay que estar muy atentos». Calleja expresó el jueves, en su comparecencia semanal -ya es un fijo en las peticiones de la prensa-, el sentir del vestuario. Su condición de futbolista veterano sirvió para dar un toque de atención al entorno (la afición y los medios de comunicación) para evitar el más mínimo indicio de confianza o relajo.
La experiencia vivida (y sufrida) la pasada temporada se deja notar. El Málaga tenía encarrilado el ascenso básicamente gracias a su trayectoria en casa, pero la emborronó cuando le bastaba con asegurar los puntos. De una tacada se quedó a cero frente a la Real Sociedad, el Gimnastic y el Hércules en menos de un mes.
En lo que va de temporada el Málaga ha vivido más luces que sombras en La Rosaleda. Arrancó de forma titubeante, pero luego se recompuso y en los últimos cinco encuentros sólo cedió un empate y una derrota, frente a dos 'grandes', el Villarreal y el Barcelona, respectivamente. En el seno de la plantilla quieren devolver el apoyo prestado en 2008 con una victoria ante el Numancia.
Ahora bien, en la plantilla temen que el público dé por ganado el partido de antemano por tratarse de un rival con un escaso presupuesto como el Numancia. El lateral derecho Jesús Gámez predijo ayer un encuentro parecido al año pasado, cuando el cuadro soriano llegó una vez a puerta y marcó el gol del triunfo.
Decepción
Esa ilusión contrasta con la decepción en el seno del vestuario tras conocerse que Rossato, uno de los futbolistas más apreciados de la plantilla, sufre una nueva rotura fibrilar en la misma zona que la anterior, aunque ligeramente más abajo. A la espera de la confirmación este mediodía, estará de baja un mes y medio.
Aun así, este varapalo no empaña el optimismo con el que afronta la plantilla este envite con el Numancia para tratar de ponerle la guinda a 2008 en La Rosaleda.
diariosur.com
La Rosaleda cierra mañana el telón por este año. El Málaga busca el mejor broche a un 2008 inolvidable por el retorno a Primera y el convincente primer tercio del campeonato en la máxima categoría. Precisamente algunos tropiezos sufridos en casa provocan que los más veteranos del equipo transmitan un mensaje de especial cautela ante la visita del Numancia (17.00 horas, PPV).
El 'efecto Rosaleda' le ha sacado al Málaga las castañas del fuego en varias fases de los últimos años. El equipo estuvo arropado para salir del atolladero hace dos temporadas, fue llevado en volandas en momentos culminantes de la anterior, y también permitió acabar con la resistencia de varios rivales en la actual.
«El Numancia es uno de los peores equipos fuera, pero hay que estar muy atentos». Calleja expresó el jueves, en su comparecencia semanal -ya es un fijo en las peticiones de la prensa-, el sentir del vestuario. Su condición de futbolista veterano sirvió para dar un toque de atención al entorno (la afición y los medios de comunicación) para evitar el más mínimo indicio de confianza o relajo.
La experiencia vivida (y sufrida) la pasada temporada se deja notar. El Málaga tenía encarrilado el ascenso básicamente gracias a su trayectoria en casa, pero la emborronó cuando le bastaba con asegurar los puntos. De una tacada se quedó a cero frente a la Real Sociedad, el Gimnastic y el Hércules en menos de un mes.
En lo que va de temporada el Málaga ha vivido más luces que sombras en La Rosaleda. Arrancó de forma titubeante, pero luego se recompuso y en los últimos cinco encuentros sólo cedió un empate y una derrota, frente a dos 'grandes', el Villarreal y el Barcelona, respectivamente. En el seno de la plantilla quieren devolver el apoyo prestado en 2008 con una victoria ante el Numancia.
Ahora bien, en la plantilla temen que el público dé por ganado el partido de antemano por tratarse de un rival con un escaso presupuesto como el Numancia. El lateral derecho Jesús Gámez predijo ayer un encuentro parecido al año pasado, cuando el cuadro soriano llegó una vez a puerta y marcó el gol del triunfo.
Decepción
Esa ilusión contrasta con la decepción en el seno del vestuario tras conocerse que Rossato, uno de los futbolistas más apreciados de la plantilla, sufre una nueva rotura fibrilar en la misma zona que la anterior, aunque ligeramente más abajo. A la espera de la confirmación este mediodía, estará de baja un mes y medio.
Aun así, este varapalo no empaña el optimismo con el que afronta la plantilla este envite con el Numancia para tratar de ponerle la guinda a 2008 en La Rosaleda.
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