Integración en tiempo récord
El jeque y su hombre de confianza se vuelcan con la cantera, trasladan la residencia a la capital y celebran constantes reuniones en las oficinas Los nuevos propietarios del Málaga se introducen al máximo en el club y la ciudad
Muchos pensaban que los nuevos propietarios del Málaga se implicarían poco en el club y la ciudad. Parecía que su integración iba a ser lenta y hasta complicada por las diferentes costumbres y sus numerosas ocupaciones. La opción más creíble se centraba en que se presentarían como los dueños de la entidad, estarían algunos días en Marbella, y poco después se marcharían, dejando las riendas de la gestión a los ejecutivos de confianza que nombrarían. ¿Quién podría pensar que el jeque Abdullah Al-Thani y su hombre de confianza, Abdullah Ghubn, estarían al frente del trabajo diario casi en primera persona?
Nadie podía imaginar que los responsables del grupo árabe estuvieran tan interesados en la intrahistoria del Málaga, de la ciudad y hasta del país. También daba la impresión, de entrada, que a los propietarios no les importaba gastar más de lo necesario por determinados servicios, jugadores. Pero, después de superar la cifra clave de los cien días de relación, todo está siendo diferente a las previsiones. Nada es como parecía. Las primeras sorpresas llegaron por la constancia en la dedicación de los dueños a su nueva empresa. El vicepresidente y consejero delegado casi vive en las instalaciones de La Rosaleda. Come en numerosas ocasiones en las oficinas y las reuniones se suceden una tras otra.
La primera decisión destacada en la búsqueda de una rápida integración se centró en el traslado de su residencia. En las primeras semanas se desplazaban desde Marbella, pero pronto se trasladarían al centro de la ciudad malagueña. Tanto el jeque como su hombre de confianza viven por ahora en un hotel. Han acudido a casi todos los encuentros tanto de pretemporada como del campeonato, exceptuando un pequeño periodo de tiempo en el que se marcharon a Qatar coincidiendo con el Ramadán (Ghubn menos tiempo que el presidente malaguista).
El único contratiempo en la línea de desarrollo del proyecto se centró en el incidente con la directora general Yamin Al-Sahoud, que ya abandonó el club. A continuación ha proseguido la entidad su curso normal, lo que ha acelerado la integración, sobre todo, del consejero delegado y hombre de confianza del jeque. Su asistencia a distintos actos celebrados en la ciudad y su presencia en acontecimientos de la cantera han marcado un arranque completamente imprevisto. La sorpresa fue mayúscula hace dos semanas en El Viso, en un partido del Atlético Malagueño, al aparecer Abdullah Ghubn. Quiso conocer las vetustas instalaciones de la Ciudad Deportiva (desaparecerá en poco tiempo) y observar en directo al segundo equipo para disponer de un juicio personal del nivel de los aspirantes a la plantilla del Primera División.
Otro gran paso llegó con la aparición del consejo consultivo del Málaga, formado por José Carlos Pérez y Francisco Martín Aguilar. Los propietarios quisieron de esta forma introducirse en el pasado del club y mezclarse de un modo directo con la sociedad malagueña. Este órgano, además, quedó abierto a otros personajes que en cada momento pudieran representar o colaborar con la entidad. En última instancia, los propietarios también pretenden encomendar cometidos más destacados a estos consejeros. Pérez, concretamente, se ha convertido ya en el hombre de confianza del vicepresidente y primer ejecutivo de la entidad.
Clara apuesta
La apuesta más importante en este aspecto, sin embargo, parece que se centrará en la cantera, un capítulo que los nuevos propietarios pretenden cuidar al máximo. Ghubn quiere mantener un contacto directo con los niños y los padres de los canteranos. De hecho, como se puede apreciar en la imagen de arriba, el vicepresidente ha mantenido diversos encuentros con los componentes de las categorías inferiores. También se ha citado con los entrenadores, a los que les ha transmitido sus planes. Incluso, hace poco más de una semana, Ghubn volvió a sorprender al desplazarse al Anexo para presenciar un 'partidillo' de entrenamiento entre el Atlético Málaga femenino y un equipo infantil del club. Una nueva sorpresa de los dueños. Y han llegado muchas más.
Es previsible, pese a todo, que los propietarios del club bajen con el paso del tiempo la intensidad en su trabajo diario. Ahora necesitan hacerse con las riendas y el control de la entidad, lo que precisa más tiempo. La preocupación general de los propietarios parece que se mantendrá, si bien lo más probable será que llegue una cierta tranquilidad para ellos cuando el proyecto eche a andar de una forma más clara.
Nadie podía imaginar que los responsables del grupo árabe estuvieran tan interesados en la intrahistoria del Málaga, de la ciudad y hasta del país. También daba la impresión, de entrada, que a los propietarios no les importaba gastar más de lo necesario por determinados servicios, jugadores. Pero, después de superar la cifra clave de los cien días de relación, todo está siendo diferente a las previsiones. Nada es como parecía. Las primeras sorpresas llegaron por la constancia en la dedicación de los dueños a su nueva empresa. El vicepresidente y consejero delegado casi vive en las instalaciones de La Rosaleda. Come en numerosas ocasiones en las oficinas y las reuniones se suceden una tras otra.
La primera decisión destacada en la búsqueda de una rápida integración se centró en el traslado de su residencia. En las primeras semanas se desplazaban desde Marbella, pero pronto se trasladarían al centro de la ciudad malagueña. Tanto el jeque como su hombre de confianza viven por ahora en un hotel. Han acudido a casi todos los encuentros tanto de pretemporada como del campeonato, exceptuando un pequeño periodo de tiempo en el que se marcharon a Qatar coincidiendo con el Ramadán (Ghubn menos tiempo que el presidente malaguista).
El único contratiempo en la línea de desarrollo del proyecto se centró en el incidente con la directora general Yamin Al-Sahoud, que ya abandonó el club. A continuación ha proseguido la entidad su curso normal, lo que ha acelerado la integración, sobre todo, del consejero delegado y hombre de confianza del jeque. Su asistencia a distintos actos celebrados en la ciudad y su presencia en acontecimientos de la cantera han marcado un arranque completamente imprevisto. La sorpresa fue mayúscula hace dos semanas en El Viso, en un partido del Atlético Malagueño, al aparecer Abdullah Ghubn. Quiso conocer las vetustas instalaciones de la Ciudad Deportiva (desaparecerá en poco tiempo) y observar en directo al segundo equipo para disponer de un juicio personal del nivel de los aspirantes a la plantilla del Primera División.
Otro gran paso llegó con la aparición del consejo consultivo del Málaga, formado por José Carlos Pérez y Francisco Martín Aguilar. Los propietarios quisieron de esta forma introducirse en el pasado del club y mezclarse de un modo directo con la sociedad malagueña. Este órgano, además, quedó abierto a otros personajes que en cada momento pudieran representar o colaborar con la entidad. En última instancia, los propietarios también pretenden encomendar cometidos más destacados a estos consejeros. Pérez, concretamente, se ha convertido ya en el hombre de confianza del vicepresidente y primer ejecutivo de la entidad.
Clara apuesta
La apuesta más importante en este aspecto, sin embargo, parece que se centrará en la cantera, un capítulo que los nuevos propietarios pretenden cuidar al máximo. Ghubn quiere mantener un contacto directo con los niños y los padres de los canteranos. De hecho, como se puede apreciar en la imagen de arriba, el vicepresidente ha mantenido diversos encuentros con los componentes de las categorías inferiores. También se ha citado con los entrenadores, a los que les ha transmitido sus planes. Incluso, hace poco más de una semana, Ghubn volvió a sorprender al desplazarse al Anexo para presenciar un 'partidillo' de entrenamiento entre el Atlético Málaga femenino y un equipo infantil del club. Una nueva sorpresa de los dueños. Y han llegado muchas más.
Es previsible, pese a todo, que los propietarios del club bajen con el paso del tiempo la intensidad en su trabajo diario. Ahora necesitan hacerse con las riendas y el control de la entidad, lo que precisa más tiempo. La preocupación general de los propietarios parece que se mantendrá, si bien lo más probable será que llegue una cierta tranquilidad para ellos cuando el proyecto eche a andar de una forma más clara.