En la última década sumar cuatro años seguidos como blanquiazul es todo un lujo. Le pasa a Weligton, quien no obstante afronta la temporada que más le ilusiona desde que llegó. Ya huele el cambio y agradece el salto de calidad que tanto pidió. La nueva mentalidad y su nueva forma de desplazarse a los entrenamientos, una bicicleta, serán sus grandes novedades en esta cuarta temporada de contrato con el Málaga.
-¿Cómo está su tobillo tras las dudas que tuvo en verano?
-Está al cien por cien. Ahora poco a poco estoy cogiendo ritmo de partidos para acoplarme con los nuevos jugadores.
-Ya es su cuarto año, ¡cómo pasa el tiempo!
-Sí, parece que fue ayer. Pero cada año voy con nuevas ilusiones y ganas, y este más por los cambios que ha habido.
-¿Se siente mayor?
-No, para nada. Cada temporada me siento con ganas e ilusión de demostrar cosas. Cuando se habla de la edad cada vez tengo más ganas de demostrar que por dentro soy joven.
-El Málaga ha mejorado. ¿Cala esa sensación en el vestuario?
-Sí. Las cosas fuera del campo están cambiando, se está haciendo algo sólido. Los grandes equipos tienen plantilla para tres o cuatro años, no están cada año cambiando a siete u ocho jugadores. Estamos en el buen camino. Tendremos dificultades en la temporada, pero ahora sabemos que estamos haciendo un club grande. Los dueños están haciendo lo que tienen que hacer, con los pies en el suelo, sin locuras. Nada de tonterías ni invertir en nombres con grandes sueldos. Están intentando crear instalaciones e ir formando un equipo.
-¿Esto era lo que le faltaba en el Málaga, ver la opción de crecer y mirar otras cotas?
-Sí, ésa es la verdad. Ojalá que cuanto antes podamos formar un equipo compacto que pelee en todos los campos por la victoria. Sé que el Málaga va a ser un equipo grande si seguimos con la mentalidad que tenemos, con el cuerpo técnico, que tiene el pensamiento de un grande. Estoy seguro de que en dos o tres años el Málaga va a estar entre los cinco primeros.
-Pero a la afición hay que pedirle paciencia porque este año será de transición.
-Sí, será como los otros años. Ha habido unos cuantos cambios, con jugadores nuevos de otras ligas. Es normal que la afición esté ilusionada con las cosas que está viendo y lo que se lee en los periódicos, pero sabemos que los resultados se juegan dentro del campo. Hay que tener paciencia porque hay jugadores nuevos que tienen que conocer la Liga.
-Tiene mérito ser un equipo humilde y querer jugar un 1-4-3-3.
-Los sistemas no cuentan mucho, sí cómo encaramos cada partido, la forma de jugar sin miedo, saber jugar con presión. Dentro del campo hay jugadas que no tienen esquema claro; la mentalidad sí tiene que ser clara.
-Después de sufrir tanto hasta la última jornada del año pasado, ¿será difícil conseguir esa mentalidad ganadora?
-No creo, es mejor. Siempre viene bien que haya una ambición a explorar. Nos olvidamos de lo que pasó, de lo que sufrimos y hay que aprender a vencer. El sabor de las victorias es mejor que el de las derrotas y hay que aprender cuanto antes a saborearlas.
-¿El Málaga va a ser ambicioso?
-Sí, sabemos que tenemos nuestros límites y que tendremos problemas, pero la mentalidad se está cambiando y ojalá que con los resultados podamos hacer un Málaga grande esta misma temporada.
-Cuando se acoplen al nuevo sistema, ¿qué Málaga cree que verá la afición?
-Creo que lo importante es que tengamos un equipo competitivo tanto en casa como fuera y ante cualquier adversario. Tenemos que jugar igual. Sabemos que podemos puntuar en el campo que sea. Luego las victorias y las derrotas son consecuencias de los partidos. Cuanto menos nos equivoquemos, más posibilidades de puntuar.
-¿En defensa este año van a sufrir con ese esquema?
-Yo creo que no. Contra el Valencia estuvimos los primeros 15 minutos fuera del juego, pero tras encajar el gol nos metimos. Hubo un momento en que jugamos mejor ante un Valencia que ya lleva tres o cuatro temporadas jugando conjuntado y que es un equipo grande siempre peleando por Europa. Nosotros dimos la cara. Nos metieron dos goles en cinco minutos que echaron abajo un gran trabajo. Y jugamos muy bien contra el Parma. Cada partido es distinto, pero tenemos jugadores y equipo para hacer una gran temporada.
-¿La clave de este nuevo sistema será tener la posesión del balón?
-No, será jugar inteligentemente, saber cuánto hay que atacar, defender bien y aprovechar las oportunidades.
-Este año hay gente muy rápida para hacer daño al contragolpe.
-Ojalá. Es una de las diferencias con el año pasado, que no teníamos gente para suplir a otros que salían. Este año sí, cada puesto tiene dos o tres jugadores con cualidades para estar en el once inicial.
-Ya ha jugado contra los mejores y en los mejores estadios de la Liga. ¿Qué retos personales le quedan?
-Hacerlo lo mejor posible. Poner al Málaga lo más alto posible en la tabla y, como la mentalidad del nuevo míster y los nuevos dueños, yo quiero participar en este proyecto.
-Repite mucho la palabra mentalidad. ¿Es lo que más ha cambiado este año?
-Sí, no sólo la mentalidad. Cuando se cambia la mentalidad de los dueños, se nota que cambia todo. El estadio, la afición está ilusionada, viene el míster con unas ideas nuevas y claras, jugadores jóvenes que sienten que pueden cambiar muchas cosas, así que los que tenemos más experiencia también vamos a estar ilusionados.
-¿Qué le parecen individualmente los nuevos?
-Tienen calidad, por eso hay que tener paciencia con ellos. Habrá partidos que saldrán bien y otros no, pero necesitamos más encuentros juntos para que llegue un momento y decir: este equipo aspirará a estar arriba o mirará hacia abajo, no sé. Creo que a partir de la sexta jornada podremos ver eso.
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