El conjunto blanquiazul no cuenta en sus filas con un killer del área en la elite desde que en la campaña 2003/04 Salva Ballesta consiguiera 18 goles. Las esperanzas están depositadas este curso en Salomón Rondón. También se añora a la pareja Darío-Dely que hace una década sumó 30 goles
El gol sigue envolviendo cada triunfo y cada alegría malaguista. Cada tanto es recordado como la mayor gesta jamás lograda. Un éxito sólo al alcance de paladares exquisitos. Así de caro se vende el gol en los equipos modestos y el Málaga aún no escapa a esa etiqueta de humildad. De un tiempo a esta parte, ser el killer blanquiazul se ha vendido demasiado fácil. La cifra de los cañoneros por temporadas en las filas del Málaga en la elite no ha sobrepasado los 10 goles. Un número alejado de las pretensiones de un club que aspira a codearse con los grandes.
En Málaga, desde que Salva Ballesta se despojó de su traje de goleador, nadie ha irrumpido con fuerza. Fue en la campaña 2003/04 cuando el maño consiguió 18 goles con la elástica blanquiazul. Aquel curso, el Málaga acabó décimo. Incluso años anteriores, Darío Silva y Dely Valdés ya hacían de las suyas conformando una pareja letal en ataque, a los que también se les unía Musampa. En la 2002/03, Darío (10), Dely (10) y Musampa (8) rozaron los 30 goles. Dos años antes, la ´doble D´ llegó a esa cifra inmejorable –Dely 17 y Darío 13–.
Desde entonces, sobre todo desde el verano de 2004, el ´9´ siempre ha encontrado dueño, pero nunca ha respondido en mayúsculas a la denominación de ´goleador´.
Y es que la primera piedra para intentar subir al décimo peldaño de la clasificación es contar con un atacante de garantías, de los que marcan diferencias. Esta temporada, con la llegada de Al Thani a los despachos y con Jesualdo Ferreira en los banquillos, el Málaga intentará encontrar de nuevo a su gran referente arriba, cerca del portero rival.
Las primeras miradas se tornan hacia el delantero venezolano Salomón Rondón. Se espera que sea el atacante referencia, pese a su juventud. Con apenas 20 años ha llegado de cuajar una magnífica campaña en la UD Las Palmas con 10 tantos en Segunda y una suma total de 16 goles contando Copa del Rey y selecciones. De él se aguarda que recoja el testigo que un día incluso tuvo Catanha.
El segundo en discordia podría ser el fichaje más caro de la historia del Málaga, Sebastián Fernández. El uruguayo tiene el mérito de ser el único que ha perforado la portería rival por el momento, pero al estar tan alejado del área será todo un hándicap para él.
Por lo tanto, el tercero en la lista de posibles herederos del gol puede ser Edinho. El luso se enfrenta a su segunda gran oportunidad en Málaga. Parece que con Ferreira ha encontrado la estabilidad que nunca encontró con Muñiz y su aportación en el área rival puede ser decisiva.
Con menos opciones parece que parte Nabil Baha, y eso que en apenas tres temporadas ha sumado un total de 24 goles como malaguista. Baha fue, junto a Antonio Hidalgo, el máximo goleador del año del ascenso. También en su estreno en la elite siguió en racha (9 goles), pero nunca ha superado la cifra de los 10 tantos.
Por último, el canterano Juanmi parece la apuesta de futuro para perforar la portería rival. Sólo queda esperar que no haya que encomendarse de nuevo a los goles salvadores de Duda como el curso pasado (8 tantos).
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