El cuerpo técnico considera que, independientemente de la calidad de los tres últimos rivales, el equipo ha cometido demasiados errores. El objetivo es encajar el mínimo número de goles frente a conjuntos cuyo objetivo será adelantarse para luego encerrarse en su parcela
En defensa hemos bajado un poquito». Así, como el que no quiere la cosa. Cualquiera diría que la frase había sido pronunciada por Antonio Tapia, siempre con el sambenito de 'entrenador defensivo'. Nadie recuerda que bajo su batuta llegaron el 1-6 en Pamplona o el 5-0 al Betis. O este año el 0-4 en Huelva. Podría pensarse que el técnico del Málaga lo dijo con la boca pequeña y que la preocupación va por dentro. Pero tiene coartada: desveló sus intenciones allá por el mes de julio. «Mi objetivo es que la afición se divierta», adelantó. Aun así, en el término medio está la virtud. Ni jugar al 1-0 ni al 4-3. Por eso, para hoy ha dispuesto una sesión de trabajo táctico a puerta cerrada con el objetivo de recordar las lecciones básicas del temario relacionado con la contención.
«No hemos fichado a Duda para tenerlo lejos de la portería defendiendo». Ese fue uno de los argumentos esgrimidos en privado por Tapia cuando se gestó el retorno del extremo portugués. Tampoco es un secreto que la presencia a su lado de Julio César Dely Valdés ha supuesto un paso al frente en las acciones de ataque, pero uno y otro asumen que el éxito pasa obligatoriamente por la eficacia defensiva. Por esa razón, hoy se abordarán diversas cuestiones para recuperar la imagen de bloque compacto y homogéneo ofrecida hace menos de tres semanas, en el Pizjuán frente al Sevilla.
OTRA MENTALIDAD Evitar el correcalles
Tapia no ha criticado abiertamente los errores defensivos de los tres últimos partidos porque está convencido de que la única forma de buscar el éxito frente a Barcelona, Real Madrid y Villarreal es tratar de jugarle de tú a tú, porque la calidad del rival es tan elevada que esperar pertrechado en el área no conduce al éxito. Salvo que el partido sea inmaculado, siempre te marca un gol. Y si la actitud es permanecer lejos de la portería contraria, apenas se dispone de oportunidades. Ahora llegan los rivales de la Liga del Málaga y conviene evitar el correcalles. Porque como se adelanten será difícil hincarles el diente.
PRESIÓN El rival, lejos del área
Tapia no está descontento respecto a la presión, pero considera que en algunas fases de los últimos encuentros decreció. Trata de inculcarles a los jugadores la idea de que esa presión debe ser constante y de que de poco vale vaciarse en un momento determinado del partido. Sólo así se consigue mantener al rival lejos del área.
JUNTAR LAS LÍNEAS Dejar pocos huecos
El cuerpo técnico del Málaga considera que uno de los grandes problemas del equipo en los últimos partidos ha sido la pérdida de la cohesión, básicamente porque la defensa y la medular no han estado lo suficientemente juntas para evitar huecos. Y eso ha facilitado los movimientos del rival en la media punta y algunas triangulaciones que le han hecho mucho daño al equipo. Además, como otra consecuencia, la cobertura debió adelantar su posición y lo pagó con goles como la dejada de Henry para Xavi, el centro que acabó en el penalti provocado por Higuaín en el Bernabéu o la presencia de Llorente (aunque en posición ilegal) en el 1-2 del Villarreal.
FRONTAL DEL ÁREA Tiros muy peligrosos
El Málaga no cerró bien en la frontal del área y esos desajustes provocaron la falta que acabó en el primer gol del Barcelona o el fácil control de Rossi para acomodar el balón a su pierna buena, la izquierda. Fue más evidente en el Bernabéu, donde Sneijder, Van der Vaart y hasta Higuaín (este último, en el 4-3) tuvieron la opción de buscar tiros que suelen ser muy peligrosos. En acciones de este tipo se cuestionó a Arnau por su actuación en el Bernabéu y su tendencia a rechazar el balón, pero Tapia es consciente de que hoy por hoy estos disparos desde la corona del área suelen ir muy bien dirigidos.
CENTROS Sin opciones de remate
Es una obsesión de todos los entrenadores, aunque habitualmente aluden más a otros aspectos defensivos. Tapar los centros desde las bandas se antoja fundamental, porque cualquier equipo que se precie -y más en Primera División- tiene un rematador de ciertas garantías, bien por alto, bien con movimientos inteligentes dentro del área. Si los laterales cierran bien las alas, los centrales sufren menos y pasan pocos apuros en el cuerpo a cuerpo.
CONCENTRACIÓN Errores letales
Hasta el momento Tapia está satisfecho en líneas generales del trabajo realizado por el equipo a la hora de defender las acciones a balón parado (las faltas laterales y los saques de esquina). Otra cuestión es la falta de concentración en otras fases del juego. Por ejemplo, a los miembros del cuerpo técnico todavía les dura el cabreo por la forma en que se produjo el 3-3 del Madrid en el Bernabéu, en un saque de centro, con los diez jugadores por detrás del balón y con el rival con un hombre menos. Esos errores tan inconcebibles como letales. En sentido contrario, que le pregunten al Recreativo por el 0-1 encajado frente al Málaga.
LA CALIDAD DEL RIVAL Menos, pero suficiente
Tapia y su equipo de trabajo son conscientes de que en los tres últimos partidos también tuvo un gran peso la calidad del rival. Es indudable que cometer cualquier error frente a los Higuaín, Messi, Eto'o, Joseba Llorente o Rossi implica un elevado porcentaje de posibilidades de encajar un gol. No ocurre así con otros rivales. Todos los equipos de Primera cuentan con futbolistas desequilibrantes. En menor medida, pero suficiente. Aun así, los técnicos consideran que eso no debe suponer una excusa y argumentan que era factible impedir la mayoría de esos errores.
diariosur.com
En defensa hemos bajado un poquito». Así, como el que no quiere la cosa. Cualquiera diría que la frase había sido pronunciada por Antonio Tapia, siempre con el sambenito de 'entrenador defensivo'. Nadie recuerda que bajo su batuta llegaron el 1-6 en Pamplona o el 5-0 al Betis. O este año el 0-4 en Huelva. Podría pensarse que el técnico del Málaga lo dijo con la boca pequeña y que la preocupación va por dentro. Pero tiene coartada: desveló sus intenciones allá por el mes de julio. «Mi objetivo es que la afición se divierta», adelantó. Aun así, en el término medio está la virtud. Ni jugar al 1-0 ni al 4-3. Por eso, para hoy ha dispuesto una sesión de trabajo táctico a puerta cerrada con el objetivo de recordar las lecciones básicas del temario relacionado con la contención.
«No hemos fichado a Duda para tenerlo lejos de la portería defendiendo». Ese fue uno de los argumentos esgrimidos en privado por Tapia cuando se gestó el retorno del extremo portugués. Tampoco es un secreto que la presencia a su lado de Julio César Dely Valdés ha supuesto un paso al frente en las acciones de ataque, pero uno y otro asumen que el éxito pasa obligatoriamente por la eficacia defensiva. Por esa razón, hoy se abordarán diversas cuestiones para recuperar la imagen de bloque compacto y homogéneo ofrecida hace menos de tres semanas, en el Pizjuán frente al Sevilla.
OTRA MENTALIDAD Evitar el correcalles
Tapia no ha criticado abiertamente los errores defensivos de los tres últimos partidos porque está convencido de que la única forma de buscar el éxito frente a Barcelona, Real Madrid y Villarreal es tratar de jugarle de tú a tú, porque la calidad del rival es tan elevada que esperar pertrechado en el área no conduce al éxito. Salvo que el partido sea inmaculado, siempre te marca un gol. Y si la actitud es permanecer lejos de la portería contraria, apenas se dispone de oportunidades. Ahora llegan los rivales de la Liga del Málaga y conviene evitar el correcalles. Porque como se adelanten será difícil hincarles el diente.
PRESIÓN El rival, lejos del área
Tapia no está descontento respecto a la presión, pero considera que en algunas fases de los últimos encuentros decreció. Trata de inculcarles a los jugadores la idea de que esa presión debe ser constante y de que de poco vale vaciarse en un momento determinado del partido. Sólo así se consigue mantener al rival lejos del área.
JUNTAR LAS LÍNEAS Dejar pocos huecos
El cuerpo técnico del Málaga considera que uno de los grandes problemas del equipo en los últimos partidos ha sido la pérdida de la cohesión, básicamente porque la defensa y la medular no han estado lo suficientemente juntas para evitar huecos. Y eso ha facilitado los movimientos del rival en la media punta y algunas triangulaciones que le han hecho mucho daño al equipo. Además, como otra consecuencia, la cobertura debió adelantar su posición y lo pagó con goles como la dejada de Henry para Xavi, el centro que acabó en el penalti provocado por Higuaín en el Bernabéu o la presencia de Llorente (aunque en posición ilegal) en el 1-2 del Villarreal.
FRONTAL DEL ÁREA Tiros muy peligrosos
El Málaga no cerró bien en la frontal del área y esos desajustes provocaron la falta que acabó en el primer gol del Barcelona o el fácil control de Rossi para acomodar el balón a su pierna buena, la izquierda. Fue más evidente en el Bernabéu, donde Sneijder, Van der Vaart y hasta Higuaín (este último, en el 4-3) tuvieron la opción de buscar tiros que suelen ser muy peligrosos. En acciones de este tipo se cuestionó a Arnau por su actuación en el Bernabéu y su tendencia a rechazar el balón, pero Tapia es consciente de que hoy por hoy estos disparos desde la corona del área suelen ir muy bien dirigidos.
CENTROS Sin opciones de remate
Es una obsesión de todos los entrenadores, aunque habitualmente aluden más a otros aspectos defensivos. Tapar los centros desde las bandas se antoja fundamental, porque cualquier equipo que se precie -y más en Primera División- tiene un rematador de ciertas garantías, bien por alto, bien con movimientos inteligentes dentro del área. Si los laterales cierran bien las alas, los centrales sufren menos y pasan pocos apuros en el cuerpo a cuerpo.
CONCENTRACIÓN Errores letales
Hasta el momento Tapia está satisfecho en líneas generales del trabajo realizado por el equipo a la hora de defender las acciones a balón parado (las faltas laterales y los saques de esquina). Otra cuestión es la falta de concentración en otras fases del juego. Por ejemplo, a los miembros del cuerpo técnico todavía les dura el cabreo por la forma en que se produjo el 3-3 del Madrid en el Bernabéu, en un saque de centro, con los diez jugadores por detrás del balón y con el rival con un hombre menos. Esos errores tan inconcebibles como letales. En sentido contrario, que le pregunten al Recreativo por el 0-1 encajado frente al Málaga.
LA CALIDAD DEL RIVAL Menos, pero suficiente
Tapia y su equipo de trabajo son conscientes de que en los tres últimos partidos también tuvo un gran peso la calidad del rival. Es indudable que cometer cualquier error frente a los Higuaín, Messi, Eto'o, Joseba Llorente o Rossi implica un elevado porcentaje de posibilidades de encajar un gol. No ocurre así con otros rivales. Todos los equipos de Primera cuentan con futbolistas desequilibrantes. En menor medida, pero suficiente. Aun así, los técnicos consideran que eso no debe suponer una excusa y argumentan que era factible impedir la mayoría de esos errores.
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