El nuevo Málaga, que en cuanto a inversión en fichajes recuerda al de los tiempos de Fernando Puche, trabaja contra el tiempo para cerrar su proyecto · El nuevo portero se anuncia el lunes, dijo Ghubn
Expectación. Es justo lo que ha generado este nuevo Málaga inmerso en un cambio radical en todas sus estructuras desde que Abdullah-Al Thani se hiciera con la mayoría accionarial de la entidad. Como si de una contrarreloj se tratara, los nuevos inquilinos de La Rosaleda tienen que poner las bases de su proyecto en un escaso margen de dos meses, que es el que transcurrirá desde que se hicieron con las riendas del club y hasta que empiece la competición. Su primera decisión fue contratar a un técnico experimentado como Jesualdo Ferreira, pero ajeno a la liga española y a sus costumbres. Al portugués se le dio todo el poder en la faceta deportiva y, bajo su absoluta supervisión, se van dando los pasos para convertir el equipo en el que esperan.
La primera decisión fue la de adecuar las instalaciones de trabajo, deficitarias como bien sabía todo el mundo, a las condiciones impuestas por Ferreira. Se agilizaron los procesos negociadores con las tres instituciones propietarias de La Rosaleda para cambiar el terreno de juego, embellecer sus estructuras y mejorar sus instalaciones, evidentemente a cuenta del club. Y se llegó a un acuerdo con el Ayuntamiento para que el equipo utilice el estadio Ciudad de Málaga para algunos de sus entrenamientos. En el estadio de atletismo, la entidad también está renovando el tapete y adecuando las instalaciones internas, como los vestuarios y demás salas que van a utilizar, para que sean del gusto del nuevo entrenador.
Unas facilidades que se ha encontrado Jesualdo Ferreira, por parte del club, de las instituciones y de todo el entorno del Málaga, que no habían disfrutado ninguno de los técnicos que han pasado en los últimos años por La Rosaleda. No sólo en cuanto a la disposición de estructuras, que el propio técnico portugués anunció esta semana que también se procederá a adecuar las condiciones del campo anexo al estadio de Martiricos para que los jugadores "reconozcan cada palmo del lugar donde van a vivir muchas horas, de su casa". También en el apartado de contrataciones se le está facilitando el cumplimiento de sus deseos. Eliseu, por el que se van a pagar dos millones de euros, Rondón, que costó tres millones y medio, Sandro Silva, fichado por 2.200.000, y Malagueño, que viene por 945.000 euros, más incentivos, no dejan de ser unos jugadores de un perfil similar a los que se contrataba en la anterior etapa, en cuanto al conocimiento del público general de ellos. Sin embargo, el desembolso económico que se ha realizado para que vistan de blanquiazul es notablemente superior. Baste como dato que en los cuatro se va a pagar algo más de 8.645.000 euros en traspasos.
Un abismo comparable con los 12 millones de presupuesto total con el que se confeccionó la plantilla del año pasado. Sólo en la época en la que Fernando Puche era el presidente del Málaga, y Joaquín Peiró su entrenador, se recuerdan inversiones similares en la actual denominación del club. Pero la actual plantilla va a registrar aún sensibles novedades. Las próximas llegadas serán las de un portero y un delantero. El guardameta se anunciará el lunes, según dijo Ghubn a este medio al acabar el partido de ayer. También habrá añadir la llegada de otro meta y las de los futbolistas necesarios para cubrir las bajas que Ferreira va a dar.
Por todo esto, a un mes y cinco días para que ruede el balón en el primer partido oficial del equipo, la conclusión que se extrae de este proyecto es que los nuevos mandatarios están poniendo todo de su parte para que el equipo crezca y que el tiempo dirá si Ferreira es capaz de extrapolar su método a España. Hasta el momento, la expectación y las dudas son sus acompañantes.
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