La labor de Fernando Sanz, Sandro, Ferreira, y los asesores del jeque puede ser suficiente para planificar la plantilla con garantías El club estudia alternativas, pero no descarta que este cargo continúe vacante

Los cambios están llegando a todos los rincones del Málaga. La venta del club al jeque Abdullah ben Nasser Al-Thani ha dado un vuelco a la entidad, que está pasando sólo en unas horas de su habitual modestia a un estado de grandeza, ilusión y esperanza. Fernando Sanz logró dar el paso prometido hacia el salto de calidad, que ya se está observando en una primera fase todavía sin completar. Pero los nuevos dueños y el propio Sanz no van a romper por completo con el pasado en muchos aspectos. Disponen ya de un entrenador cara a la próxima temporada, pero siguen sin secretario técnico o director deportivo del club, un cargo que todavía está en el aire.

Fuentes consultadas por este periódico aseguran que todavía no se ha decido el nombre del secretario técnico, ni siquiera si va a existir este cargo como tal. Manejan distintas alternativas que podrían concretarse con el nombramiento de alguno de ellos como director deportivo en las próximas horas, pero la decisión no está tomada debido a que también se contempla que esta plaza continúe vacante, algo que ocurre desde hace algunos meses, desde que se marchó de este puesto Ricardo Rodríguez.

El Málaga dispone ahora del control y asesoramiento directo del propio Fernando Sanz, la colaboración de Sandro, que sigue en la secretaría técnica, y las aportaciones de los asesores de Ben Nasser, que también están interviniendo de una forma directa. Aunque lo más probable será que el peso más importante del trabajo de planificación recaiga sobre el nuevo entrenador, Jesualdo Ferreira, que indicará el camino que considera más adecuado para confeccionar un equipo fuerte. No hará los fichajes, pero sí podría recomendarlos.

Aportaciones

Estas múltiples aportaciones de los distintos estamentos del club pueden considerarse suficientes para realizar una planificación con garantías. Sería algo parecido a lo que Sanz quería instaurar antes de que el jeque comprara el club. Consistiría en un equipo de trabajo en el que tomaría parte el todavía presidente, el entrenador nuevo, Sandro y los demás asesores con los que cuentan los compradores.

De hecho, casi todos estos protagonistas trabajan ya con intensidad para completar las primeras incorporaciones. Mientras tanto, será imprescindible decidir cuáles son las demarcaciones más necesitadas de refuerzos. Ferreira no conoce a los malaguistas, por lo que ahora los está analizado al detalle para acertar con los descartes. Una vez concretadas las bajas será más fácil sondear el mercado de los fichajes. Paralelamente deberán comenzar los trabajos para darle salida a los futbolistas con los que no cuenta el club. La semana que arranca mañana será fundamental en este capítulo.

Puesto prescindible

La llegada de un director deportivo, de esta forma, no sería tan imprescindible. Es cierto que la mayor parte de los que intervendrán en la planificación tienen otros cometidos importantes en la entidad, aunque se mantiene Sandro, que está volcado de una forma casi exclusiva en este asunto. Incluso, ya había realizado aproximaciones con algunos futbolistas que podrían seguir interesando a los nuevos dueños y al propio Ferreira.

Pero no será hasta mañana o algo más tarde cuando el club tome la decisión definitiva sobre este asunto. Será el momento de conocer si ficha a un secretario técnico o si definitivamente desaparece esta figura para que sea un grupo de trabajo el que realice este trabajo. Fernando Sanz, incluso, podría asumir de una forma directa esta dirección.