Vamos Unicaja a por el 2-0.Podemos !!!!!!!!!

El Unicaja a semifinales !!!!!! Ganamos 85 -76 Tiembla Barca

que tiemble mejor el unicaja jajaja

A mamarla todos los valencianos!! ala! a chupar horchatas.

jajajaj y naranjas xD pa ellos q ay muchas

Ficha técnica (EFE):

85 - Unicaja (23+14+25+23): Cook (8), Rodríguez (7), Jiménez (11), Neal (15), Freeland (16)- cinco inicial- Dowdell (4), Rubio (9), Welsch (10) y Printezis (5).

76 - Powers Electronics Valencia (17+ 30+14+15): Claver (3), De Colo (2), Martínez (7), Perovic (9), Nielsen (8)- cinco inicial- Simeón (0), Lishchuck (6), Marinovic (12), Pietrus (4) y Kelati (25).

Árbitros: Arteaga, Redondo y Martínez Díez.

Incidencias: Segundo partido de los cuartos de final de la fase por el título disputado en el Palacio de los Deportes José María Martín Carpena ante 8.000 espectadores.

No veas Kelati se ha vengado bien , pero para nada le ha servido

Málaga tenía la palabra y dijo que adelante, que sí, que es un orgullo vestir de verde y sentirse del Unicaja. El equipo malagueño no ha defraudado. La eliminatoria se le puso de cara el viernes y ayer la remató con la victoria definitiva frente al Power Electronics (87-76). Una alegría en toda regla con la que dos meses atrás no se contaba. Entonces se pensaba en saldar la temporada como fuese, más pendientes de no incurrir en un ridículo histórico que en agradar en el último frente abierto. Pero este proyecto, con evidentes carencias estructurales, ha sabido saldar la distancia entre la realidad y el deseo con una dosis de orgullo, afán de mejora, fortaleza mental y madurez sorprendentes. Sin ellas, y sin un pabellón entregado a la causa y contagiado de la confianza que desprende su equipo, nada habría sido posible.

Alcanza las semifinales ante el temible Barcelona quien más lo ha deseado. Eso incluye también a la afición, porque Málaga marcó la diferencia respecto a Valencia. Uno y otro escenario no admiten comparación alguna. Plausible el cambio registrado en la grada desde la crispación inicial al apoyo incondicional exhibido ayer. Los avances del equipo han marcado la actitud de sus seguidores, en un recorrido desde el descrédito y el enfado hasta la satisfacción y la alegría. Un lleno como aquellos que eran habituales, fraguado sobre todo con la invitación abierta a la esperanza que supuso la victoria del viernes, engalanó el Palacio de los Deportes y ejerció de factor determinante llegados los momentos de necesidad.

Porque los hubo en el partido de ayer. No todo iba a ser coser y cantar. La cita, de nuevo con la incomparecencia de Archibald y Blanco por lesión, obligó a un sobresfuerzo colectivo que el Valencia a punto estuvo de aprovechar. Apretó las tuercas de lo lindo durante un segundo cuarto descorazonador en el que las rodillas temblaron de puro miedo. La defensa valenciana nubló el sentido ofensivo al equipo de Aíto, al tiempo que Kelati asumió un rol de jugador determinante absolutamente desconocido en su etapa con la camiseta verde.

Faltas personales

No hubo respuesta para el estadounidense. Ni para Marinovic. A pesar de que las faltas personales -tres de Rafa Martínez y de De Colo antes del descanso- habían obligado a Spahija a defender sus opciones con sus hombres de segunda línea, la respuesta de estos resultó óptima. Como el viernes, un parcial rotundo de 1-16 (del 29-25 del minuto 13 se pasó a un 30-41 en el minuto 18) puso a prueba la capacidad del Unicaja.

Uno de los principales argumentos para el cuadro cajista, el de minar la moral de su enemigo a fuerza de mantener el control con el paso de los minutos, perdió de repente toda la fuerza. Sólo la línea de personal -y a medias, porque los errores en el primer tiempo fueron constantes- nutrió de puntos el casillero malagueño, que al descanso ofrecía guarismos descorazonadores (37-47).

Por primera vez en toda la serie, la defensa malagueña recibía un varapalo ciertamente mayúsculo, con 30 puntos en contra en el segundo parcial. No había respuesta para el perímetro rival. Y eso que las referencias valencianas esperaban su oportunidad en el banquillo. Momentos de flaqueza máxima y ánimos inciertos durante el intermedio. El Unicaja necesitaba un hombro en el que apoyarse. Encontró diez mil. El aplauso con el que fueron recibidos los jugadores a su regreso a la cancha lo dijo todo.

La mutación fue total. Faltaba defensa y Aíto optó por incluir en su quinteto a las dos hombres encargados de subir el nivel, Berni Rodríguez y Guille Rubio. El capitán se ocupó de Kelati, que sólo pudo resarcirse cuando Welsch se ocupó de su marca. Y Rubio se encargó de anular a Perovic con idéntico éxito al cosechado el viernes. Bien por él, convertido en el nombre propio de la eliminatoria. Merece toda la consideración y honores por haber soportado un año muy complicado y ser capaz de dejarse la piel como lo ha hecho frente al Valencia. Puede que no sea un dechado de virtudes técnicas y talento, pero sí un trabajador nato, un hombre de equipo y con capacidad de desequilibrio sin el que hubiera resultado imposible suplir la ausencia de Archibald.

Llevado en volandas por la afición y recuperando el tono defensivo, el Unicaja se embarcó en una remontada culminada por el oportuno triple de Jiménez sobre la bocina (62-61, minuto 30). Nueva demostración de ambición, ganas y consistencia mental. Muchas más que la del Power Electronics, que ante la respuesta visitante comenzó a desmoronarse diluido en la defensa. Las ventajas fueron creciendo hasta convertir los dos últimos minutos en un ejercicio de catarsis colectiva, una alegría incontenida para la que se ha esperado demasiado tiempo.

Con el Unicaja en semifinales de la Liga ACB, Aíto García Reneses celebró el esfuerzo realizado por su equipo y la seguridad mental mostrada ayer en el segundo choque contra el Valencia, factores que destacó como claves, y puso como ejemplo a Guille Rubio «porque nunca ha perdido la fe». Aíto apuntó que el Barcelona es claro favorito en la siguiente eliminatoria, pero advirtió que el conjunto azulgrana, flamante campeón de la Euroliga, tendrá que demostrarlo.

El entrenador del Unicaja destacó la complejidad del encuentro por la presión que tenía su equipo por ganar para sentenciar y por lo complicado que se puso tras una mala primera parte. «Fue un partido complicado porque después de ganar en Valencia teníamos una oportunidad y no era fácil aprovecharla teniendo en cuenta que sólo tuvimos un día y medio para recuperar y que teníamos las bajas de Archibald y Blanco. Durante el partido hemos estado bien, a excepción del segundo cuarto, en el que nos hemos bloqueado, no hicimos circular el balón, jugando muy lejos de la canasta y tuvimos un problema para meter puntos y también para el balance defensivo, porque cuando perdíamos balones ellos se iban en contraataque y las metían. En la segunda parte mejoramos este aspecto y también en el hecho de que los que tenían que ganar eran ellos, y nosotros hemos jugado más liberados y con mucho más entusiasmo en todo: en hacer bien las cosas desde el punto de vista técnico en ataque y con una buena energía en defensa. Además, mantuvimos la fe, y eso lo podemos ejemplificar en Guille Rubio. Ha tenido una temporada difícil, pero nunca perdió la fe, ha trabajado siempre y esa fe que ha tenido hoy es la misma que tuvo el equipo en Valencia. Por todo esto estamos muy contentos de estar en semifinales», explicó.

El preparador madrileño reconoció que la mejor actitud mental de su equipo en los dos partidos y, especialmente ayer, ha sido el factor determinante de la eliminatoria. «Está claro que sí. En primer lugar, en los últimos tres meses hemos podido entrenar con normalidad y el equipo se ha armado. Esto ha servido para adquirir ese aspecto de ser fuertes mentalmente, llevarte bien con los compañeros, estar jugando en equipo y cuando esto lo adquieres incluso con las bajas hemos podido seguir jugando en la misma línea», apuntó el técnico madrileño.

Sin presión

Solventado el emparejamiento con el Valencia, Aíto se centró en analizar el nuevo duelo contra el Barcelona. El técnico madrileño reconoció la enorme superioridad mostrada por el conjunto azulgrana esta temporada, pero advirtió que ahora tendrá que volver a demostrarlo. «Es indudable que todas las veces cuando antes del final de la fase regular me preguntaban qué rival sería mejor, yo siempre decía que cualquiera, porque el único que está claramente por encima del resto es el Barcelona. Si siempre decimos que jugar sin presión nos sirve para jugar bien, espero que juguemos bien y si tenemos un uno por ciento de posibilidades, tenemos un uno por ciento. No hay ningún problema. Ahora no tenemos nada que perder, porque, hasta ahora, el Barcelona ha demostrado ser el mejor equipo de Europa, pero eso es hasta ahora. Tendrá que demostrarlo otra vez y probablemente lo haga eliminándonos. Ahora no tenemos ningún problema ni esa presión de que nos fuerzan a ganar o nos ponen de favoritos y entonces nos atenazamos; esto no nos va a pasar. Tenemos que jugar lo mejor que podamos, aceptando que podamos perder por mucho, por poco o ganar», analizó el técnico del Unicaja, que también celebró el buen ambiente que se vivió en las gradas del Palacio de los Deportes. «Cuando tenemos una temporada irregular, acabas quinto y eres capaz de ganar 0-2 al que ha quedado cuarto y campeón de la Eurocup es normal que la gente esté contenta. Espero que esto pueda continuar porque uno de los aspectos importantes del Unicaja, aunque últimamente no lo ha sido tanto, es la comunión con su afición. Esto lo jugadores lo sienten de una forma muy favorable», dijo Aíto.

Archibald, sí; Saúl, no

Al margen del potencial del Barcelona, lo que más preocupa al técnico del Unicaja es recuperar a Archibald y Saúl Blanco. El pívot acudió ayer dos horas antes del partido para probarse y, aunque dijo sentirse bien, el cuerpo técnico optó por reservarlo. Así, no tendrá problemas para jugar contra el Barcelona. El que todavía tardará en regresar al equipo es Saúl Blanco. El asturiano ya no usa la férula que lució el viernes en su gemelo derecho, pero la rotura de fibras que sufre no está cicatrizada y puede que esté disponible para el segundo encuentro frente al Barça. El jugador se mostró muy optimista tras la mejoría experimentada en las últimas horas.

RAFAEL M. GUERRA MÁLAGA Y ahora, el Regal FC Barcelona. No es, qué duda cabe, el mejor rival posible. Pero es lo que hay. No hay otra. La historia, esta vez, le da la espalda al Unicaja. Todo lo contrario que ante el Power Electronics. Los números dicen que ganarle al Barcelona en un play off por el título es imposible. Los seis enfrentamientos previos entre malagueños y barceloneses se han saldado con victorias para los catalanes. En todos los niveles posibles: cuartos, semifinales y hasta en la gran finalísima. El único éxito de los de Los Guindos en una eliminatoria ante los blaugranas fue en el play off al mejor de tres partidos previo a la inolvidable Final Four de Atenas. Ahí, un 2-1 convirtió a los verdes en uno de los cuatro mejores equipos de Europa. Quizá va ya siendo hora de que, por una vez, cambie la película. Aunque este año, viendo el potencial del rival...
El Unicaja ha vuelto a confirmar que su sitio está entre los cuatro mejores clubes de España. Y lo refrenda con su décima presencia en una semifinales por el título. Las compartirá, además, por quinta vez, con Caja Laboral y Barcelona, el trío de equipos que más veces han coincidido en unas ´semis´. Ésta será la quinta ocasión. Y será, además, la tercera consecutiva.
Enfrentarte al Barcelona es sinónimo de muerte. Sin paliativos. Sin paños calientes. Siempre ha sido así desde que el Unicaja y el Barça comenzaron a verse las caras en unas eliminatorias por el título hace ya más de 15 años. Su primera cita data de la final de la ACB de la campaña 1994/95. En aquella histórica ocasión, a cinco partidos, el Unicaja tuvo al alcance el primer título de su palmarés. Pero cayó por 3-2 en un agónico quinto duelo en el Palau.
Tardaron muy poco en volver a encontrarse en unos play off. Y cuando sucedió, dos años después, fue en un escenario diferente, en unos cuartos de final. El Unicaja no hizo ese año sus deberes y acabó séptimo en la Fase Regular. No obstante vendió muy cara su piel y se puso 1-2 en la serie. Los culés remontaron, vencieron el cuarto partido en Ciudad Jardín y el quinto y definitivo en casa. Y es que hay otro denominador común en los emparejamientos entre ambos conjuntos, además del éxito catalán: el ´factor cancha´ siempre ha estado del lado barcelonista.
Ya con Bozidar Maljkovic sentado en el banquillo cajista, en el curso 1999/2000, otra vez el Unicaja cayó en cuartos. Fue una serie repleta de polémica, con arbitrajes de claro color blaugrana, en la que Aíto García Reneses volvió a ganarle la partida al cuadro verde: 3-2.

En ´semis´ tras ganar al Pamesa
Tras esos duelos igualados y bonitos, tanto en aquella inolvidable final como en otros dos cuartos de final, las tres últimas comparecencias han llegado en las semifinales ligueras. En las dos primeras se rompió esa competitividad y esa igualdad. El Barça no permitió sorpresas en ninguna ocasión.
En la campaña 2000/01, el 3-0 fue rotundo para los barcelonistas. El Unicaja llegaba tras superar al Pamesa en cuartos (3-1), y luego no fue capaz de meterle mano a un Barça, que se proclamó después campeón de Liga tras batir, también por 3-0, al Real Madrid. En 2003/04 se repitió la historia. Play off en blanco para los culés. Curiosamente, también había derrotado en cuartos al Pamesa: 2-3. El último antecedente data del pasado año. Ha sido la única serie a tres partidos. El Unicaja forzó el tercero. Ndong erró aquel tirito... y el Unicaja se vino ´pa´ Málaga.