Juan Ramón Muñiz, entrenador del Málaga: «Sí, el objetivo lo cumplimos, pero sé que debemos trabajar para recuperar la confianza del aficionado»
«La gente no sabe lo difícil que ha sido la permanencia; hemos debido tomar decisiones inesperadas»
«Juan, ¡vaya peso te has quitando de encima! Ahora tienes que hacer una 'limpia'». El entrenador del Málaga sonríe a uno de los taxistas en la puerta del Hotel Tryp-Guadalmar y le espeta: «Hoy estás lanzado, ¿eh?». Tres días después de la permanencia, a Juan Ramón Muñiz le vuelve poco a poco la sonrisa. Reforzado por Fernando Sanz en privado -y públicamente a través de SUR-, es consciente del rechazo de una parte de la afición (a la que vuelve a elogiar en su conjunto) y reflexiona sobre la temporada recién concluida, las carencias, el futuro e incluso los argumentos que utilizan los más críticos.
-Las declaraciones de Fernando Sanz ayer a este periódico eran tajantes sobre su continuidad. ¿Se siente reforzado?
-Por supuesto, aunque tengo que aclarar que yo siempre me he sentido reforzado. Ya me lo había expuesto varios días antes y no tenía por qué sentir preocupación. Cuando surgió el debate ya se había resuelto la duda.
-Habla de debate. ¿Lo entiende?
-Los protagonistas no tienen que entender si hay debate o no, sino comprender cuál es la situación en el mundo del fútbol. El entrenador que no ha sido destituido ha sido cuestionado. Soy un profesional de esto y comprendo todo lo que sucede en el entorno. Sé que debo convivir con ello.
-¿Cuánto le ha afectado escuchar el «Muñiz, vete ya»?
-He procurado que no me afecte, pero lógicamente siempre prefieres que no ocurra. Procuro estar al margen y mantener la cabeza fría. No gusta, pero lo comprendo. De todos modos, sinceramente, me ha pesado mucho más ver el ambiente de La Rosaleda y tantas camisetas blanquiazules que los gritos. Ojo, no muchos clubes pueden presumir de una afición como esta.
-Que es exigente.
-Sí, exigente, pero fiel y constante.
-Muchos dicen que con usted están al borde del infarto.
-Mire, los presupuestos están para algo. Y en el Málaga vivimos momentos difíciles porque el club vive un momento difícil. Hace dos años estábamos en proceso concursal; después comenzamos con trece o catorce fichajes, sin un objetivo concreto y pudimos vivir el ascenso, y en esta última temporada sabíamos desde junio que la temporada pasada no se iba a poder repetir. El objetivo lo cumplimos, sí, pero sé que debemos trabajar para recuperar la confianza del aficionado.
-Pero eso no es lo que creía el aficionado cuando empezó la Liga.
-Pero esa es la realidad. El Málaga está formando una base a todos los niveles con el objetivo claro de asentarnos en Primera. Creo que el modelo es el Sevilla, que estaba en bancarrota y recurrió a la cantera hasta que, cuando pudo, dio el estirón. Esa sería la idea. Caparrós estuvo cinco años con una misma idea, con una filosofía acorde a la del club. Debemos tenerlo claro: esto es un proyecto, no un parche.
-Habla de parches. Esta temporada ha habido numerosos en el equipo.
-La gente no sabe lo difícil que ha sido la permanencia desde dentro. Hemos debido tomar decisiones que no se esperaban, porque las circunstancias nos han obligado a ello. Afortunadamente, la aportación de varios jóvenes ha sido positiva. Ha sido una temporada muy complicada en todos los sentidos, más de lo que el aficionado pueda imaginar.
-Y entre esas circunstancias, ¿se refiere a la falta de profesionalidad de algunos jugadores?
-El grupo ha demostrado que ha salido de situaciones difíciles. Y lo ha hecho unido. Eso es muy de agradecer. Evidentemente, habrá cosas que corregir para que los errores no se repitan y todo vaya progresando.
-Luque, por ejemplo, nunca ha parecido estar en el tono físico deseado.
-No hago valoraciones individuales sobre los jugadores ni para bien ni para mal.
-Se le acusa de ser excesivamente serio, de permanecer hierático en el banquillo. Por ejemplo, cuando se logra un gol.
-Lo que no quiero es menospreciar al contrario. En este trabajo considero que no se debe hacer eso. Claro que me alegro, pero esa alegría debe ir por dentro. Debo mostrar una imagen, porque no es sólo mi imagen, sino la imagen del Málaga.
-También muchos lo acusan de defensivo...
-Es claramente un sambenito. A mí lo que sí me gusta es el orden. Cada uno tiene que saber lo que hace, porque desde ese conocimiento es más fácil conseguir los objetivos. Por ejemplo, del Tenerife se dice que es un equipo vistoso y que hace un fútbol ofensivo y resulta que ha marcado dos goles menos y ha encajado veintiséis más. Del Almería hablan de que muy ofensivo y que tiene mucha velocidad con Crusat, Piatti y compañía, y sólo ha logrado un gol más que nosotros. Y otros a los que se elogia, como el Deportivo, Osasuna o el Espanyol, han marcado menos goles.
-...Y de jugar muchas veces con un solo punta.
-Hemos hecho mejor juego, más vistoso, con un delantero. Así fue como remontamos posiciones. El estilo y el sistema dependen del perfil que tengas en la plantilla, de las características de los jugadores. El Barcelona utiliza también ese sistema, con más control del juego, y juega básicamente con un delantero. Lógicamente, las características de los hombres de las bandas son distintas a las de los nuestros. Pero ese sistema es tan válido y tan ofensivo como jugar con dos puntas. La clave es llevar el balón al área contraria. Si no se consigue, da igual el número de delanteros que alinees.
-Usted no quiere hacer valoraciones, pero es evidente que la plantilla tenía carencias en demasiadas facetas del juego: organización, velocidad, pegada...
-Teníamos las limitaciones normales de un presupuesto ajustado. Ni más ni menos. Cuando vinimos, ya sabíamos la política del club: no gastar más de lo que se ingresa. No se puede variar luego el discurso.
-Intuyo que se refiere a que no se le habló con claridad a la afición.
-Simplemente quiero decir que hay que trabajar para que no se repita lo ocurrido este año.
-El entorno le exige a Fernando Sanz más inversión.
-Hace dos años vi al presidente pasar momentos muy duros por las dudas sobre la viabilidad del club. Lo que él no va a hacer, y lo entiendo porque viví esos momentos tan complicados, es desandar el camino y volver a poner en riesgo al Málaga. Aquellos meses vivimos situaciones muy, muy, muy difíciles. La gente no se lo puede imaginar.
-Es decir, si el Málaga fue esta temporada el tercero más modesto...
-Sí, está claro que volveremos a ser de los más modestos, pero habrá que compensarlo con trabajo e imaginación.
-Muchos creen que es mejor director deportivo que entrenador.
-El entrenador debe adaptarse a la situación del club y conseguir los objetivos. Y yo, sin querer ser pretencioso, he cumplido los objetivos desde que di el salto al fútbol profesional. En Santander tuvimos seis millones menos de inversión, obtuvimos varios puntos más y quedamos más o menos en la mitad de la tabla.
-Se comenta que su relación con Sandro no es la mejor.
-Yo sólo puedo decir que él y yo trabajamos por el beneficio del club, porque los dos sentimos mucho a este club. El éxito del Málaga es estar unidos.
-¿Cuántas veces se ha equivocado esta temporada?
-Lo importante no es hacer públicos tus errores, sino aprender de ellos y corregirlos. El que diga que no se equivoca es porque es un fenómeno.
-Se le ve muy relajado.
-Sí, porque el año ha sido muy duro. No sé si más o menos que otras veces, pero la prueba está en que lo notamos igual todos los miembros del cuerpo técnico y también todo el vestuario. Ahora debemos intentar que no se repita.
http://malagacf.sur.es/noticias/2010-05-20/juan-ramon-muniz-entrenador-20100520.html