Fomento desmonta un arco construido en la etapa Gil, y símbolo de sus años de gobierno en Marbella
El Ministerio de Fomento está desmontando uno de los dos arcos de entrada a Marbella, construidos hace dieciocho años por el entonces alcalde de la ciudad, Jesús Gil, y considerados símbolos de su etapa, por las obras de soterramiento de la A-7 a su paso por el núcleo de San Pedro Alcántara.
La retirada del arco, que no será repuesto, responde al peligro que su deterioro puede suponer para los conductores, por lo que el equipo de gobierno del municipio, tras recibir la notificación del Ministerio sobre las dificultades técnicas que encontraban para continuar las obras, ha asumido que debe ser retirado.
El portavoz del gobierno municipal, Félix Romero (PP), ha insistido en que es primordial que las obras del soterramiento finalicen cuanto antes y ha apuntado que la finalidad "es facilitar las obras y colaborar en la medida de nuestras posibilidades".
Del mismo modo, ha anunciado que el Consistorio ha pedido a Fomento que se le compense por la retirada del arco, ya que en sus bajos albergaba oficinas municipales.
El portavoz municipal ha manifestado que "es fundamental que se devuelva ese patrimonio porque hay que ubicar esas oficinas en otro lugar".
Los dos arcos de Marbella están situados uno en la entrada occidental y otro en la oriental y supusieron una inversión de algo más de 700.000 euros.
Sobre el otro arco, Romero ha declarado que aún no se ha decidido nada y ha aclarado que en estos momentos se están planteando los correspondientes estudios para ver "cuál podría ser la solución adecuada".
También ha resaltado que desde el equipo de gobierno "no miramos hacia atrás y no entendemos ningún elemento arquitectónico como símbolo de nada", en referencia a los que achacan estas construcciones a la era "gilista", y ha añadido que "el problema no es la simbología, sino buscar el mejor servicio para los ciudadanos".
La decisión de delimitar el término municipal de Marbella con dos gigantescos arcos fue un proyecto anunciado ya por Jesús Gil antes de ser alcalde y respondía a su interés de poner en marcha iniciativas "tipo Hollywood" para recuperar el carisma del municipio, como dijo en su momento.
Con estas dos construcciones, el entonces alcalde quería que los automovilistas se enteraran "de que entran en el reino de Marbella", aseguró.
La construcción de los arcos también fue objeto de polémica por la relación que mantenía el Ayuntamiento con la promotora de las obras y que fue objeto de una denuncia del PSOE contra Gil y el entonces primer teniente de alcalde, Pedro Román, entre otras personas.
El PSOE acusaba a Gil de favorecer a dos inmobiliarias en convenios urbanísticos y citaba como ejemplo la concesión de las obras del arco de entrada a la ciudad, que fueron ejecutadas en febrero de 1992 aunque, hasta dos meses después, no fueron aprobadas por la comisión de gobierno municipal.
Uno de los dos arcos de entrada a la localidad malagueña de Marbella construidos hace dieciocho años por el entonces alcalde de la ciudad, Jesús Gil, y considerados símbolos de su etapa, está siendo desmontado por el ministerio de Fomento debido a unas obras de soterramiento de la A-7.
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