Los jóvenes que pretendan asistir al macrobotellón convocado para este viernes en el campus universitario de Teatinos de la capital se encontrarán con un férreo dispositivo policial que tratará de evitar a toda costa que se celebre. La Policía Local, la Policía Nacional y la seguridad privada de la Universidad de Málaga (UMA) formarán parte de un amplio operativo que tendrá como objetivo principal restringir los accesos al recinto y a los aparcamientos donde se pretende celebrar el encuentro.
Fue el acuerdo al que se llegó ayer en la reunión mantenida entre el Ayuntamiento de Málaga, la Subdelegación del Gobierno y la UMA para evitar que se repita el episodio de hace poco más de dos semanas en el que más de 4.500 jóvenes se concentraron en el campus para celebrar otro botellón que derivó en cuantiosos destrozos en los centros aledaños a la Facultad de Ciencias de la Comunicación.
La Policía Local será la que sirva de filtro para evitar la entrada en el campus. El vicerrector de Alumnos de la UMA, Juan Antonio Perles, aseguró que se harán controles aleatorios en las zonas aledañas para restringir los accesos, mientras que en los aparcamientos de los centros se colocarán vallas que estarán vigiladas por los guardias de seguridad del campus con el apoyo de los agentes de la Policía Local para que no se produzca ningún altercado.
Únicamente se permitirá el acceso al personal docente y administrativo de la UMA, y a los alumnos que acudan el viernes a clase en cualquiera de los centros.
La presencia de la Policía Nacional tratará de disuadir, según explicó Perles, que se vuelvan a producir los incidentes de hace dos semanas cuando hubo jóvenes que "increparon a los alumnos que salían de clase e incluso llegaron a zarandear a algunos vehículos".
Pero como la vigilancia policial en el campus de Teatinos podría animar a los jóvenes a trasladarse al recinto ferial de Cortijo de Torres, el Ayuntamiento de Málaga ha previsto también un amplio dispositivo en el entorno. En este sentido, el coordinador del área de Seguridad, Florentino Villabona, confirmó que habrá "bastante policía" en los alrededores y advirtió de que "al tratarse de una fiesta no autorizada no se va a permitir que se haga".
La Policía Local tiene intención, además, de multar a todo aquel que sea sorprendido en la vía pública por tratarse de una actividad prohibida por la llamada ley del botellón, que contempla multas de hasta 300 euros por este motivo.
Fue el acuerdo al que se llegó ayer en la reunión mantenida entre el Ayuntamiento de Málaga, la Subdelegación del Gobierno y la UMA para evitar que se repita el episodio de hace poco más de dos semanas en el que más de 4.500 jóvenes se concentraron en el campus para celebrar otro botellón que derivó en cuantiosos destrozos en los centros aledaños a la Facultad de Ciencias de la Comunicación.
La Policía Local será la que sirva de filtro para evitar la entrada en el campus. El vicerrector de Alumnos de la UMA, Juan Antonio Perles, aseguró que se harán controles aleatorios en las zonas aledañas para restringir los accesos, mientras que en los aparcamientos de los centros se colocarán vallas que estarán vigiladas por los guardias de seguridad del campus con el apoyo de los agentes de la Policía Local para que no se produzca ningún altercado.
Únicamente se permitirá el acceso al personal docente y administrativo de la UMA, y a los alumnos que acudan el viernes a clase en cualquiera de los centros.
La presencia de la Policía Nacional tratará de disuadir, según explicó Perles, que se vuelvan a producir los incidentes de hace dos semanas cuando hubo jóvenes que "increparon a los alumnos que salían de clase e incluso llegaron a zarandear a algunos vehículos".
Pero como la vigilancia policial en el campus de Teatinos podría animar a los jóvenes a trasladarse al recinto ferial de Cortijo de Torres, el Ayuntamiento de Málaga ha previsto también un amplio dispositivo en el entorno. En este sentido, el coordinador del área de Seguridad, Florentino Villabona, confirmó que habrá "bastante policía" en los alrededores y advirtió de que "al tratarse de una fiesta no autorizada no se va a permitir que se haga".
La Policía Local tiene intención, además, de multar a todo aquel que sea sorprendido en la vía pública por tratarse de una actividad prohibida por la llamada ley del botellón, que contempla multas de hasta 300 euros por este motivo.