CUANDO al final del partido los responsables de la megafonía hacían que el himno del Málaga sonara más alto que nunca para ahogar el clamor de las gradas que cantaba '¡Muñiz, vete ya!', la sensación generalizada es que nos vamos a Segunda con el visto bueno de todos los dirigentes del Málaga, que han permitido que Muñiz siga a estas alturas sentado en el banquillo. Nunca se pudieron imaginar Javier Clemente y el Valladolid que el rival les iba a regalar la alineación y el dominio. Durante los primeros 45 minutos, el Málaga no salió apenas de su campo, pese a la ilusionada afición que, enorme, ¡y miren lo que estaba viendo!, animaba a su equipo sin cesar. Daba igual. Muñiz dio por bueno el 0-0 desde los entrenamientos, y punto. No se entiende la alineación, ni el sistema, ni los miedos... Tras el descanso, los cambios más lógico, que los hubiera hecho hasta un recogepelotas, entrando Apoño y Luque, pero ya le habíamos regalado 45 minutos al rival y también que subiera su autoestima. El Valladolid es malo, pero el Málaga de Muñiz se empeñó en hacerle una declaración de cariño: «Nosotros somos peores, tranquilos». Y eso es lo que hay. Sólo con los cambios, el equipo pucelano retrocedió y se asustó, pero ya no hubo más. Unos y otros se conformaban con el empate, pero el Málaga huele a Segunda. Puede que no tengamos un buen equipo, pero de lo que no hay duda es de que tenemos un mal entrenador. El Málaga ayer sufrió un enorme traspié en su objetivo de seguir en Primera. El señor Muñiz se volvió a equivocar. Y van...
http://malagacf.sur.es/noticias/2010-04-19...z-20100419.html