El que fuera central del equipo blanquiazul regresará el sábado como entrenador del Sevilla: «Vuelvo a mi segunda casa»
Muy pocas personas son tan felices como Antonio Álvarez en este momento. El que fuera jugador del Málaga ha hecho realidad su sueño de entrenar al Sevilla, club al que estuvo vinculado casi toda su vida, salvo sus etapas en La Rosaleda y en Granada. El técnico, en una entrevista concedida ayer a este periódico, se mostró satisfecho por esta oportunidad y recordó con gran satisfacción su paso por el equipo de Martiricos. «Los años que estuve en Málaga fueron maravillosos», dice.
«Después de tanto tiempo en el Sevilla, al marcharme al Málaga pensé que no sería capaz de adaptarme, que sería complicado para mí. Pero nunca más lejos de la realidad. Estuve magníficamente. Fue un periodo fantástico. Vuelvo a la que es mi segunda casa», declara el sevillano, que nunca perdió el contacto con la ciudad ni con los numerosos amigos que dejó en la capital costasoleña. «Sigo hablando permanentemente con mucha gente», destaca.
Un sueño hecho realidad
Para un sevillista como Antonio Álvarez, una de sus mayores ilusiones era dirigir al equipo del Sánchez Pizjuán. Y tras la destitución de Manolo Jiménez, el club apostó por él cara a los últimos encuentros del campeonato (estaba en la entidad, pero en la secretaría técnica). «Era el sueño de mi vida. Después de tantos años en el Sevilla, para mí es lo más grande que me podía pasar. Por eso tengo que aprovechar esta oportunidad al máximo. Tenía diez partidos para demostrar mis posibilidades y ahora ya me quedan ocho para hacerlo», comenta el entrenador.
Respecto al choque en sí mismo, con gran respeto y casi pidiendo disculpas por adelantado, Álvarez subraya: «Nosotros tenemos la obligación de ir a Málaga a ganar, porque esos tres puntos son muy importantes para afianzarnos en el cuarto puesto. Siento mucho que sea el Málaga el rival, pero es que a partir de ahora no podemos permitirnos tropezar». Pese a todo, el técnico no tiene nada claro que su equipo las tenga todas consigo en este choque de rivalidad regional. «En un derbi de este tipo, aunque parezca un tópico, nunca hay nada claro, pese a que existan grandes diferencias en la clasificación entre los dos equipos», indica el entrenador sevillano.
Álvarez elogia el trabajo del equipo malaguista y destaca algunas de sus virtudes, pero, sobre todo, hace especial hincapié en que existe cierta igualdad entre los dos equipos en los compromisos anteriores. De hecho, el Málaga empató en la primera vuelta en el Sánchez Pizjuán y suele hacer buenos encuentros en el derbi (mejor en los partidos celebrados en la ciudad hispalense). «Nosotros debemos tener la motivación al máximo, pues el Málaga seguro que estará a tope», insiste el entrenador.
También tiene Álvarez una dedicación especial para los aficionados de ambos equipos, ya que en las últimas temporadas se han producido algunos incidentes en este derbi (en La Rosaleda y en el Pizjuán). José María del Nido y Fernando Sanz intentaron frenar estos comportamientos con una especie de hermanamiento entre presidentes. Algo consiguieron. Ahora es Álvarez el que opina al respecto: «Por encima de los colores, cualesquiera que sean, siempre estarán las personas. Todos tenemos que ir a los campos a seguir a nuestros equipos. Queremos que ganen los nuestros, pero, si no ocurre así, no debe pasar nada. Cuando perdamos también tenemos que disfrutar, aunque menos. Esta es la mejor manera de que el fútbol sea un espectáculo. Lo demás es negativo para todos».
http://malagacf.sur.es/noticias/2010-04-07/alvarez-anos-estuve-malaga-20100407.html