nació hace 29 años en la capital malagueña y pocos años después ya estaba dándole patadas a un balón. Los partidos del Mundial del 82 que se disputaron en La Rosaleda los vivió con su padre y sus hermanos como un niño más, aunque a sus tres añitos todavía no se enteraba de mucho. Después siguió acudiendo a La Rosaleda y jugando mucho al fútbol. Como miles de niños de Málaga. Pero ‘Fernandito’ –Fernando Miguel Fernández Escribano, conocido por todos como Fernando– tenía algo especial. Algo que le llevaría desde Martiricos, su barrio de siempre, a la élite del fútbol europeo.
ENRIQUE MIRANDA
El caso de Fernando es el típico de un jugador con mucho talento que tiene que salir de su tierra para demostrarlo. Y para averiguar si lo consiguió sólo hay que echar un rápido vistazo a su trayectoria: debut con el Real Madrid con 21 años, autor de 15 goles en una temporada con el Valladolid, campeón de la Copa del Rey con el Betis, internacional con la sub-21…
Ahora Fernando vuelve al Málaga para triunfar en su ciudad y en su equipo de toda la vida. Un equipo que le ha visto crecer desde los ocho años. “En mi casa se vivía mucho el fútbol y mis hermanos y yo éramos muy aficionados desde pequeños. A los ocho años hice una prueba para entrar en los benjamines del Málaga y así empecé a jugar”.
“Iba a todos los partidos de La Rosaleda, como espectador, como recogepelotas y después como jugador, cuando nos daban pases para la cantera”, recuerda.
Desde muy joven, según comenta sus allegados, el malagueño era un jugador que analizaba mucho el juego. Cuando acompañaba a su padre –Juanmi, uno de los entrenadores más apreciados de la cantera del Málaga– a ver los partidos de categorías inferiores siempre se situaba detrás de la portería rival. Después comentaba a su progenitor los defectos de los equipos con una facilidad pasmosa. También dicen que siempre ha sido muy disciplinado, y que de pequeño aprendió a golpear con las dos piernas dando balonazos contra una pared.
En principio, su familia sólo veía en esta afición una manera de que el chaval hiciera deporte. Y además, cerca de casa, ya que se entrenaban en la Escuela Franco (hoy instituto La Rosaleda). Pero un poco más tarde se darían cuenta de que su caso era el de un alumno aventajado con mucho futuro. Con 12 años, su padre ya estaba convencido: “Creo que voy a tener un futbolista en casa”, le decía a los íntimos.
EN EL MÁLAGA DESDE SIEMPRE
Aunque ya hace muchos años, Fernando recuerda con claridad su paso por las categorías inferiores del Málaga y recita de carrerilla su trayectoria. “Estuve dos años en benjamín, dos en alevines, dos en infantiles, uno en cadete, al segundo año de cadete pasé a juveniles...”, dice. Después llegaron el filial y el primer equipo, que entonces estaba en 2ªB. Su primer contrato profesional llegó con 17 años. “Para mí fue como un punto de inflexión. Entonces me dí cuenta de que tenía posibilidades de dedicarme profesionalmente al fútbol”, comenta el jugador. “Realmente a esa edad eres muy joven, casi un niño. Tus amigos están pensando en cosas más propias de la adolescencia y tú empiezas a ganar dinero, a iniciar una carrera profesional, a competir. Todo pasaba muy rápido y debía tener los pies en la tierra”, reflexiona.
Poco después tocaría a su puerta el Real Madrid y, pese a estar a gusto en Málaga, Fernando hizo las maletas y se fue a la capital madrileña. Jugó en el Real Madrid C y en 1999 pasó al B. En el año 2000 llegó a debutar en el primer equipo en Primera División (ante el Zaragoza). En 2001, el Real Madrid lo cedió al Valladolid donde jugó dos temporadas, deslumbrando por su polivalencia de juego y su gran pegada. En el equipo vallisoletano fue un auténtico líder y en la última temporada fue incluso el máximo goleador del conjunto con 15 dianas.
Esas buenas temporadas no pasaron desapercibidas y el Betis se lanzó a ficharlo. En septiembre de 2002 debutó con el equipo sevillano y marcó su primer gol precisamente contra el Málaga, en la octava jornada. En Sevilla ha estado las últimas seis temporadas con resultados excepcionales: campeón de la Copa del Rey, entrada del equipo en la Liga de Campeones, clasificación para la UEFA…
VIAJE DE IDA Y VUELTA
Pero el ciclo en la capital andaluza terminó y este año, tras rechazar ofertas de otros clubes, Fernando quiso volver a su Málaga. “He estado 11 años fuera de Málaga, pero he intentado siempre mantener el contacto con mi ciudad, con mi entorno”, confiesa Fernando. “Me encuentro muy feliz de reencontrarme con mucha gente. Me he perdido muchas vivencias de amistades, cuestiones de pareja, nacimiento de hijos. Aunque en los últimos seis años he estado en Sevilla, lo que me permitía estar más cerca, no es lo mismo. Además, mi familia está muy contenta de tenerme otra vez cerca”, dice.
Pero además de con la ciudad, Fernando está realmente ilusionado con el proyecto del Málaga. “Yo no vengo aquí a pensar en retirarme. No pienso en los próximos años, si no en el presente. Este equipo tiene muy buenos cimientos y estoy convencido de que podemos hacer cosas buenas esta temporada” argumenta.
Porque su regreso a La Rosaleda no es un punto final. Es el inicio de un nuevo ciclo de su trayectoria en el fútbol. Un deporte que le acompaña desde siempre y que ahora ha tenido el capricho de devolver a Fernando a su ciudad, a su equipo, a su barrio. A sus orígenes.
http://malagacf.sur.es/noticias/2008-10-21/9956-fernando-martiricos-elite-futbol.html
ENRIQUE MIRANDA
El caso de Fernando es el típico de un jugador con mucho talento que tiene que salir de su tierra para demostrarlo. Y para averiguar si lo consiguió sólo hay que echar un rápido vistazo a su trayectoria: debut con el Real Madrid con 21 años, autor de 15 goles en una temporada con el Valladolid, campeón de la Copa del Rey con el Betis, internacional con la sub-21…
Ahora Fernando vuelve al Málaga para triunfar en su ciudad y en su equipo de toda la vida. Un equipo que le ha visto crecer desde los ocho años. “En mi casa se vivía mucho el fútbol y mis hermanos y yo éramos muy aficionados desde pequeños. A los ocho años hice una prueba para entrar en los benjamines del Málaga y así empecé a jugar”.
“Iba a todos los partidos de La Rosaleda, como espectador, como recogepelotas y después como jugador, cuando nos daban pases para la cantera”, recuerda.
Desde muy joven, según comenta sus allegados, el malagueño era un jugador que analizaba mucho el juego. Cuando acompañaba a su padre –Juanmi, uno de los entrenadores más apreciados de la cantera del Málaga– a ver los partidos de categorías inferiores siempre se situaba detrás de la portería rival. Después comentaba a su progenitor los defectos de los equipos con una facilidad pasmosa. También dicen que siempre ha sido muy disciplinado, y que de pequeño aprendió a golpear con las dos piernas dando balonazos contra una pared.
En principio, su familia sólo veía en esta afición una manera de que el chaval hiciera deporte. Y además, cerca de casa, ya que se entrenaban en la Escuela Franco (hoy instituto La Rosaleda). Pero un poco más tarde se darían cuenta de que su caso era el de un alumno aventajado con mucho futuro. Con 12 años, su padre ya estaba convencido: “Creo que voy a tener un futbolista en casa”, le decía a los íntimos.
EN EL MÁLAGA DESDE SIEMPRE
Aunque ya hace muchos años, Fernando recuerda con claridad su paso por las categorías inferiores del Málaga y recita de carrerilla su trayectoria. “Estuve dos años en benjamín, dos en alevines, dos en infantiles, uno en cadete, al segundo año de cadete pasé a juveniles...”, dice. Después llegaron el filial y el primer equipo, que entonces estaba en 2ªB. Su primer contrato profesional llegó con 17 años. “Para mí fue como un punto de inflexión. Entonces me dí cuenta de que tenía posibilidades de dedicarme profesionalmente al fútbol”, comenta el jugador. “Realmente a esa edad eres muy joven, casi un niño. Tus amigos están pensando en cosas más propias de la adolescencia y tú empiezas a ganar dinero, a iniciar una carrera profesional, a competir. Todo pasaba muy rápido y debía tener los pies en la tierra”, reflexiona.
Poco después tocaría a su puerta el Real Madrid y, pese a estar a gusto en Málaga, Fernando hizo las maletas y se fue a la capital madrileña. Jugó en el Real Madrid C y en 1999 pasó al B. En el año 2000 llegó a debutar en el primer equipo en Primera División (ante el Zaragoza). En 2001, el Real Madrid lo cedió al Valladolid donde jugó dos temporadas, deslumbrando por su polivalencia de juego y su gran pegada. En el equipo vallisoletano fue un auténtico líder y en la última temporada fue incluso el máximo goleador del conjunto con 15 dianas.
Esas buenas temporadas no pasaron desapercibidas y el Betis se lanzó a ficharlo. En septiembre de 2002 debutó con el equipo sevillano y marcó su primer gol precisamente contra el Málaga, en la octava jornada. En Sevilla ha estado las últimas seis temporadas con resultados excepcionales: campeón de la Copa del Rey, entrada del equipo en la Liga de Campeones, clasificación para la UEFA…
VIAJE DE IDA Y VUELTA
Pero el ciclo en la capital andaluza terminó y este año, tras rechazar ofertas de otros clubes, Fernando quiso volver a su Málaga. “He estado 11 años fuera de Málaga, pero he intentado siempre mantener el contacto con mi ciudad, con mi entorno”, confiesa Fernando. “Me encuentro muy feliz de reencontrarme con mucha gente. Me he perdido muchas vivencias de amistades, cuestiones de pareja, nacimiento de hijos. Aunque en los últimos seis años he estado en Sevilla, lo que me permitía estar más cerca, no es lo mismo. Además, mi familia está muy contenta de tenerme otra vez cerca”, dice.
Pero además de con la ciudad, Fernando está realmente ilusionado con el proyecto del Málaga. “Yo no vengo aquí a pensar en retirarme. No pienso en los próximos años, si no en el presente. Este equipo tiene muy buenos cimientos y estoy convencido de que podemos hacer cosas buenas esta temporada” argumenta.
Porque su regreso a La Rosaleda no es un punto final. Es el inicio de un nuevo ciclo de su trayectoria en el fútbol. Un deporte que le acompaña desde siempre y que ahora ha tenido el capricho de devolver a Fernando a su ciudad, a su equipo, a su barrio. A sus orígenes.
http://malagacf.sur.es/noticias/2008-10-21/9956-fernando-martiricos-elite-futbol.html