La Universidad de Málaga plasma su vocación ciudadana y urbana en su II Plan Estratégico, que se inicia este año y que tendrá su fecha de culminación en 2012. En este periodo, la UMA aspira a convertirse en una auténtica ciudad universitaria al uso de las universidades británicas o americanas. Para ello, y como bien explicó ayer la rectora, Adelaida de la Calle, durante la presentación del plan, el campus ofrecerá los servicios que presta una ciudad. «Tendrá residencias, centros comerciales, hoteles, zonas ajardinadas, deportivas, exposiciones y actividades culturales y de ocio», según manifestó ayer De la Calle indicando que todos estos proyectos ya iban incluidos en la propuesta que hizo la UMA para ser Campus de Excelencia Internacional (la convocatoria que realizaron los ministerios de Educación e Innovación para situar un ramillete de universidades españolas entre las mejores del mundo).
La ampliación del campus, que cuenta con 1, 2 millones de metros cuadrados de superficie, está dividida en cuatro fases, de las cuales dos están perfectamente definidas y acabadas como es el caso de la primera, y muy avanzada si se trata de la segunda. Serían las fases tercera y cuarta, principalmente, las que darían cabida a toda la zona comercial y de ocio, que prevé la rectora, así como a los colegios mayores ya anunciados, las residencias para profesores, guarderías y donde se incluirán las titulaciones que todavía están en el Ejido como Arquitectura y Bellas Artes así como los nuevos grados del Espacio Europeo de Educación Superior (EEES), más conocido como plan Bolonia, algo que se irá haciendo conforme se aprueben los nuevos grados y se tenga la financiación para los mismos.
El vicerrector de Infraestructuras de la UMA, Rafael Morales, abundó más sobre la realización de centros comerciales y hoteles, «que son una necesidad básica para acoger a profesores que vienen a realizar proyectos, personal investigador, que podrían alojarse en hoteles en el propio campus y además tener una serie de servicios cerca a través de centros comerciales», según puntualizó. Así, según añadió a SUR, sería factible la inclusión de comercios tales como agencias de viajes (ya que la Universidad es una gran demandante de este servicio para sus profesores que van a congresos, jornadas, proyectos de investigación, etc), así como ópticas, supermercados, librerías «y otros comercios que necesita toda persona que vaya a vivir en el campus, y que no tendrá que desplazarse fuera», reseñó.
Así el campus universitario pasará a ser una ciudad universitaria, en donde habrá edificios para la docencia y la investigación, pero también un enorme rango de servicios para hacer la vida más fácil a todos aquellos que vivan en este espacio: estudiantes y profesores, que harán uso de colegios mayores, residencias, viviendas de alquiler (en colaboración con el Ministerio de la Vivienda y la Consejería de Vivienda y Ordenación del Territorio).
A la primera y la segunda fase, que ya cuenta con los edificios de Industriales y el complejo Económico y Social ya en funcionamiento, habrá que sumarles el edificio de Ciencias de la Salud, la Facultad de Psicología, el Parque Científico-Empresarial (con el PTA), y los colegios mayores, residencias y viviendas así como el pabellón de gobierno.
La ampliación del campus, que cuenta con 1, 2 millones de metros cuadrados de superficie, está dividida en cuatro fases, de las cuales dos están perfectamente definidas y acabadas como es el caso de la primera, y muy avanzada si se trata de la segunda. Serían las fases tercera y cuarta, principalmente, las que darían cabida a toda la zona comercial y de ocio, que prevé la rectora, así como a los colegios mayores ya anunciados, las residencias para profesores, guarderías y donde se incluirán las titulaciones que todavía están en el Ejido como Arquitectura y Bellas Artes así como los nuevos grados del Espacio Europeo de Educación Superior (EEES), más conocido como plan Bolonia, algo que se irá haciendo conforme se aprueben los nuevos grados y se tenga la financiación para los mismos.
El vicerrector de Infraestructuras de la UMA, Rafael Morales, abundó más sobre la realización de centros comerciales y hoteles, «que son una necesidad básica para acoger a profesores que vienen a realizar proyectos, personal investigador, que podrían alojarse en hoteles en el propio campus y además tener una serie de servicios cerca a través de centros comerciales», según puntualizó. Así, según añadió a SUR, sería factible la inclusión de comercios tales como agencias de viajes (ya que la Universidad es una gran demandante de este servicio para sus profesores que van a congresos, jornadas, proyectos de investigación, etc), así como ópticas, supermercados, librerías «y otros comercios que necesita toda persona que vaya a vivir en el campus, y que no tendrá que desplazarse fuera», reseñó.
Así el campus universitario pasará a ser una ciudad universitaria, en donde habrá edificios para la docencia y la investigación, pero también un enorme rango de servicios para hacer la vida más fácil a todos aquellos que vivan en este espacio: estudiantes y profesores, que harán uso de colegios mayores, residencias, viviendas de alquiler (en colaboración con el Ministerio de la Vivienda y la Consejería de Vivienda y Ordenación del Territorio).
A la primera y la segunda fase, que ya cuenta con los edificios de Industriales y el complejo Económico y Social ya en funcionamiento, habrá que sumarles el edificio de Ciencias de la Salud, la Facultad de Psicología, el Parque Científico-Empresarial (con el PTA), y los colegios mayores, residencias y viviendas así como el pabellón de gobierno.