Se acabó el plazo. Noviembre ha despedido el calendario y las obras de la autopista de Las Pedrizas siguen en punto muerto, lo que desmonta la promesa anunciada a bombo y platillo por el ministro de Fomento, José Blanco, durante su última visita a Málaga. El pasado 5 de noviembre, y al igual que hiciera San Pedro, el titular de esta cartera reafirmó hasta en tres ocasiones ante los periodistas su compromiso de que antes de que finalizara el mes quedaría resuelto el bloqueo que sufre esta infraestructura desde hace meses a causa de los problemas de la concesionaria, Sacyr, para hallar la financiación necesaria para continuar los trabajos. «Me he comprometido a buscar una solución efectiva en un plazo de quince a veinte días para resolver esta situación», dijo entonces.
Ayer, fecha límite, el Ejecutivo optó por el hermetismo. Así, este periódico se topó con un mutismo absoluto al contactar con el departamento que preside Blanco. «Sólo podemos decir que estamos trabajando para encontrar una solución», apuntaron. Hasta aquí el mensaje oficial. El extraoficial (recabado de fuentes conocedoras de la operación) apunta sin embargo a que las negociaciones entre el ministerio y la adjudicataria están casi cerradas a la espera de que Sacyr mueva ficha respecto a algunas objeciones que están dilatando la materialización de un acuerdo entre las partes.
Lo que aún no ha trascendido es la fórmula a la que recurrirá Fomento para que Málaga pueda contar, por fin, con un acceso por carretera más rápido y seguro desde el interior a la capital y la Costa del Sol. Hasta ahora se han puesto dos alternativas sobre la mesa: avalar a la adjudicataria ofreciéndole un crédito o anular su contrato y empezar de nuevo ofreciéndole una nueva concesión a otra compañía.
Posibles soluciones
Sobre las posibles soluciones, durante su visita a la capital José Blanco descartó posicionarse y se limitó a subrayar que estaban estudiando varias opciones. «Queremos escuchar en primer lugar a la empresa y una vez escuchada tomaremos una decisión», apostilló.
Al valorar la situación en la que se encuentra la autopista, el ministro explicó que no es una excepción en la obra pública en España, y que actualmente existen «numerosas rescisiones» de contratos en las distintas comunidades autónomas. De este modo, recordó que debido a crisis económica la dificultad de las empresas para encontrar financiación es «mayor» dado al mayor nivel de exigencias de las entidades financieras.
Los trabajos de la autopista empezaron en 2008 y, según la previsión inicial, tenían que estar concluidos a finales de este año. Unos plazos que ya no se podrán cumplir debido a la situación financiera por la que está pasando Sacyr, que además de la construcción tiene concedida la explotación del peaje.
La AP-46 conectará el alto de Las Pedrizas con la segunda ronda de Málaga a la altura del Puerto de la Torre a través de un tramo de 24,5 kilómetros de longitud. Se prevé que entre 17.000 y 23.000 vehículos circulen diariamente por ella.
Ayer, fecha límite, el Ejecutivo optó por el hermetismo. Así, este periódico se topó con un mutismo absoluto al contactar con el departamento que preside Blanco. «Sólo podemos decir que estamos trabajando para encontrar una solución», apuntaron. Hasta aquí el mensaje oficial. El extraoficial (recabado de fuentes conocedoras de la operación) apunta sin embargo a que las negociaciones entre el ministerio y la adjudicataria están casi cerradas a la espera de que Sacyr mueva ficha respecto a algunas objeciones que están dilatando la materialización de un acuerdo entre las partes.
Lo que aún no ha trascendido es la fórmula a la que recurrirá Fomento para que Málaga pueda contar, por fin, con un acceso por carretera más rápido y seguro desde el interior a la capital y la Costa del Sol. Hasta ahora se han puesto dos alternativas sobre la mesa: avalar a la adjudicataria ofreciéndole un crédito o anular su contrato y empezar de nuevo ofreciéndole una nueva concesión a otra compañía.
Posibles soluciones
Sobre las posibles soluciones, durante su visita a la capital José Blanco descartó posicionarse y se limitó a subrayar que estaban estudiando varias opciones. «Queremos escuchar en primer lugar a la empresa y una vez escuchada tomaremos una decisión», apostilló.
Al valorar la situación en la que se encuentra la autopista, el ministro explicó que no es una excepción en la obra pública en España, y que actualmente existen «numerosas rescisiones» de contratos en las distintas comunidades autónomas. De este modo, recordó que debido a crisis económica la dificultad de las empresas para encontrar financiación es «mayor» dado al mayor nivel de exigencias de las entidades financieras.
Los trabajos de la autopista empezaron en 2008 y, según la previsión inicial, tenían que estar concluidos a finales de este año. Unos plazos que ya no se podrán cumplir debido a la situación financiera por la que está pasando Sacyr, que además de la construcción tiene concedida la explotación del peaje.
La AP-46 conectará el alto de Las Pedrizas con la segunda ronda de Málaga a la altura del Puerto de la Torre a través de un tramo de 24,5 kilómetros de longitud. Se prevé que entre 17.000 y 23.000 vehículos circulen diariamente por ella.