El club comienza a asumir su error al fichar a numerosos jugadores extranjeros, a los que no se les había seguido en directo Apostará la próxima campaña por futbolistas habituados a la Liga
El Málaga comienza a asumir su error. Nadie lo expresa en voz alta, en público, pero la mayoría de los dirigentes ya se ha convencido de que la planificación de esta temporada se ha producido en una dirección equivocada. En el club consideran que el fichaje de numerosos extranjeros ha supuesto un enorme riesgo y la próxima campaña apostarán en la mayoría de los casos por futbolistas habituados a la Liga.
«Prefiero a jugadores que conozcan la Liga y, si es posible, que también yo los conozca bien». Esa es una de las filosofías del predecesor de Juan Ramón Muñiz en el banquillo malaguista. El técnico fuengiroleño se expresaba así hace dos veranos, cuando en el entorno se disparaban las dudas sobre el regreso de varios hijos pródigos. En el trasfondo de su decisión de abandonar el Málaga pesó sobre todo el hecho de que se habían dilapidado las opciones de firmar a distintos jugadores españoles con antelación suficiente.
El Málaga no sólo dejó escapar a Goitia (para traer finalmente a dos porteros) y a Calleja (para apostar por un futbolista joven, Manu, y otro desconocido, Mtiliga). También perdió toda posibilidad de amarrar a futbolistas como Juanma Ortiz, Diego Costa, Miguel de las Cuevas y una larga lista. A partir de ahí se sentaron las bases de una planificación tardía y supeditada por las limitaciones económicas y del mercado a la búsqueda de jugadores foráneos, sin experiencia en la Liga.
Dos detalles
Conviene recordar dos detalles muy importantes que ahora también pasan factura: el trabajo de la pretemporada se retrasó dos veces debido a la falta de efectivos -y aun así hubo que recurrir a numerosos jugadores del filial- y en las últimas tres semanas de plazo se cerró una docena de incorporaciones.
Dado que el Málaga no está al nivel de la gran mayoría del fútbol español en cuanto a la inversión, el club tuvo que manejar así nombres de jugadores que no estaban en la primera línea en las grandes competiciones. No es un secreto que en el mes de agosto sólo existía una opción real para algunos puestos -las otras eran auténticas utopías- y por esa razón hubo que bucear bien en mercados nada habituales, como Holanda (con Mtiliga), Qatar (Benachour) o Grecia (Edinho), o bien en otros más importantes, pero con jugadores sin la más mínima continuidad (el portero Itandje, Taarabt, Forestieri y el propio Obinna).
La tardía llegada de la mayoría de ellos, su necesaria puesta en forma y su adaptación al fútbol español y, sobre todo, al exigente ritmo de la Liga han supuesto un obstáculo casi insalvable durante más de tres meses. Por no hablar de la barrera del idioma, muy importante también para ensamblar al grupo en el vestuario. Obinna y Mtiliga parecen estar ya en la dinámica adecuada, aunque de momento su aportación está muy lejos de lo que se espera y de lo que requiere verdaderamente el equipo.
Con tiempo suficiente
La realidad es evidente: se ha asumido más riesgo de la cuenta. Por eso, el Málaga no repetirá esa política de fichajes en el futuro. El nombre del extremo zurdo del Real Unión Abasolo (aunque sea diestro, ha jugado durante toda su carrera a pie cambiado) es el primero que ha trascendido. La noticia adelantada por este periódico es la prueba más evidente de que en el club, esta vez sí, van a moverse con tiempo suficiente para analizar las posibles opciones en el mercado español; es decir, jugadores que acaban contrato o que pueden forzar la salida de su equipo. Lógicamente todo está condicionado a la categoría en la que competirá el cuadro blanquiazul, porque en Segunda el presupuesto se reduciría sensiblemente, pero en esta ocasión habrá más diligencia a la hora de cerrar las diferentes incorporaciones. Toda la que faltó entre diciembre del año pasado y el mes de mayo.
Esta decisión no implica que el club considere que las incorporaciones sean un fracaso, ya que muchos de los dirigentes todavía mantienen la esperanza de que los futbolistas incorporados den la talla con el paso de las semanas. Sencillamente obedece a que en el Málaga tienen la certeza de que los jugadores que llegan del extranjero, y más sin estar suficientemente contrastados, necesitan un periodo de adaptación que en la actualidad supone un lujo en el fútbol español y una concesión gratuita a los principales rivales en la lucha por la permanencia. Con la constatación de que ya se ha escarmentado, ahora queda esperar que el equipo enderece el rumbo cuanto antes para evitar el descalabro a Segunda División.
http://malagacf.sur.es/noticias/2009-11-24/malaga-aplicara-regimen-interno-20091124.html