EL 'parón' liguero de esta semana ofrece al Málaga un nuevo margen de tiempo para la reflexión y preparación del próximo encuentro ante el Zaragoza. Entonces no se admitirá otro resultado que no sea el de la victoria. Van pasando las semanas y jornadas en el calendario con la esperanza de romper en cualquier momento la negativa y preocupante trayectoria sin reacción. Esta oportunidad se volverá a disfrutar ante un rival que lleva un empate y cuatro derrotas en sus cinco partidos como visitante.
Estado de penuria
Superado el primer cuarto de temporada, con dos meses y medio de competición y con el Málaga como colista, ha llegado el momento de la preocupación por parte de los aficionados y de la verdadera ocupación por parte de los responsables del club en busca de soluciones. Situación más que preocupante, aunque con tiempo por delante para despertar de este periodo de letargo resultadista en busca de escalar posiciones y conseguir el nivel que todos pensamos que puede ofrecer el equipo. Según demuestra la clasificación, peor no se puede estar. Por ello, debe llegar cuanto antes el momento de inflexión que tanto se resiste, en busca de saltar del estado de penuria en el que se encuentra el equipo.
Prima el resultado
Durante el primer tramo liguero hemos venido reclamando mejores resultados en La Rosaleda. El equipo está necesitado de victorias para salir de la comprometida situación en la que se encuentra, independientemente de la imagen que ofrezca; ya que, de no ser así, se vería abocado al descenso. Aunque la disconformidad del respetable, mostrada el martes en el partido de Copa, se ve minimizado por la consecución del objetivo, que no era otro que superar la eliminatoria. Ya firmaríamos un encuentro más aburrido frente al Zaragoza en la Liga con tal de conseguir los tres puntos. Ahora prima el resultado.
Podemos
En la décima jornada de la pasada temporada era el Osasuna el equipo que cerraba la clasificación con los mismos puntos que el Málaga, y le precedía, con un punto más, el Athletic. Ambos reaccionaron a tiempo para salvar la categoría. Quizás, la recuperación más espectacular y de la que pudimos disfrutar hace algunos años fue la experimentada por los blanquiazules en el curso de la temporada 2004-2005. Acabar la primera vuelta antepenúltimo con 18 puntos provocó la destitución de Gregorio Manzano y el debut en Primera División de Antonio Tapia, con una segunda vuelta en la que los malaguistas sumaron la friolera de treinta y tres puntos, subieron al décimo lugar y lograron trece puntos de renta sobre los puestos de descenso.
FERNANDO PERALTA
http://malagacf.sur.es/noticias/2009-11-14/momento-para-reflexion-20091114.html