Fernando Forestieri, el Topa, quiere quitarle el trabajo al famoso Wally. ¿Dónde esta el Topa? Búsquenlo en la foto que acompaña a este texto. ¿Lo encuentran? Miren bien… Efectivamente, no está. Qué raro. Forestieri, jugador de la primera plantilla, no aparece en la foto oficial con los nuevos trajes que vuelve a regalar la firma Selected a través del consejero José Carlos Pérez. Te cuento el motivo, pero que quede entre tú y yo. Se le ha olvidado llevarlo. Así, sin más. Todos los futbolistas tenían la orden de ir al entrenamiento con su nuevo uniforme para la foto, pero al chico se le ha olvidado. Tiene demasiadas cosas en la cabeza. Así que no aparece en el posado. ¡Vaya despiste! No le va a salir gratis la amnesia, la próxima comida de la plantilla correrá de su bolsillo. Por cierto, a ver si alguien les enseña a los jugadores del Málaga a hacerse el nudo de la corbata.
El día ha sido completito para Forestieri. El italo-argentino no es capaz de concentrarse en las explicaciones de Muñiz. Su mentón imberbe y su cutis espinilloso le excusan, sólo tiene 19 años. Pero Muñiz anda desesperado. Al Topa le cuesta escuchar más de un minuto seguido las explicaciones del asturiano en los entrenamientos. Hoy ha no ha captado la idea de uno de los ejercicios que consistía en un partido por dentro con apoyos por fuera. Los que se encontraban en los márgenes del campo debían recibir y centrar, nunca pasar en corto. Pero Forestieri no se ha enterado de la misa a la mitad y cada vez que combinaba con Luque, que era uno de los apoyos, le pedía el pase de primeras. “Pasa boludo”, le chillaba continuamente al egarense. Así hasta que se ha enterado de qué iba el juego varios minutos después. El Topa en un diamante en bruto que dejó su casa con 13 años para ser futbolista, pero en este mundo de semejantes no sólo se come del talento. Hace falta concentración… y también memoria.
PD. Muñiz anda mosqueado porque alguien le ha chivado que un repóker de jugadores fue visto el sábado noche después de la derrota del Barcelona en el garito donde no le dejaron entrar en Feria. Les ha llamado la atención, sobre todo a uno, que anda lesionado y no escarmienta.
El día ha sido completito para Forestieri. El italo-argentino no es capaz de concentrarse en las explicaciones de Muñiz. Su mentón imberbe y su cutis espinilloso le excusan, sólo tiene 19 años. Pero Muñiz anda desesperado. Al Topa le cuesta escuchar más de un minuto seguido las explicaciones del asturiano en los entrenamientos. Hoy ha no ha captado la idea de uno de los ejercicios que consistía en un partido por dentro con apoyos por fuera. Los que se encontraban en los márgenes del campo debían recibir y centrar, nunca pasar en corto. Pero Forestieri no se ha enterado de la misa a la mitad y cada vez que combinaba con Luque, que era uno de los apoyos, le pedía el pase de primeras. “Pasa boludo”, le chillaba continuamente al egarense. Así hasta que se ha enterado de qué iba el juego varios minutos después. El Topa en un diamante en bruto que dejó su casa con 13 años para ser futbolista, pero en este mundo de semejantes no sólo se come del talento. Hace falta concentración… y también memoria.
PD. Muñiz anda mosqueado porque alguien le ha chivado que un repóker de jugadores fue visto el sábado noche después de la derrota del Barcelona en el garito donde no le dejaron entrar en Feria. Les ha llamado la atención, sobre todo a uno, que anda lesionado y no escarmienta.