Insólito. Debía de haber sido un día feliz para Obinna, que se estrenaba en La Rosaleda. Y lo fue… a medias. El ariete nigeriano se mostró feliz por pisar por primera vez el maltrecho césped de Martiricos, que más bien parecía la Playa de La Malagueta, pero, por otra parte, se mostró decepcionado por la derrota ante el Racing y no dudó en pedir perdón. “Lo siento por los aficionados. Me siento bien por debutar en casa, pero estoy triste porque perdimos. Esperaba ganar. Así es el fútbol”, se sinceró.
Obinna disputó el partido completo aportando lucha y velocidad en la delantera. Gozó de una de las oportunidades más claras del partido, cuando, tras un fallo cántabro, se introdujo en el área y prefirió pasar a Baha antes que finalizar él mismo. “Agradezco mucho la confianza que Muñiz ha puesto en mí y, poco a poco, voy a darle satisfacciones a todos”, dijo. Durante buena parte de la segunda mitad, Obinna ocupó la banda derecha, una posición en la que suele actuar con Nigeria. “Me siento tranquilo jugando en cualquier banda, tengo velocidad para superar al contrario”, finalizó un en italiano cada día más castellanizado.
Obinna disputó el partido completo aportando lucha y velocidad en la delantera. Gozó de una de las oportunidades más claras del partido, cuando, tras un fallo cántabro, se introdujo en el área y prefirió pasar a Baha antes que finalizar él mismo. “Agradezco mucho la confianza que Muñiz ha puesto en mí y, poco a poco, voy a darle satisfacciones a todos”, dijo. Durante buena parte de la segunda mitad, Obinna ocupó la banda derecha, una posición en la que suele actuar con Nigeria. “Me siento tranquilo jugando en cualquier banda, tengo velocidad para superar al contrario”, finalizó un en italiano cada día más castellanizado.